—No.
Volví a comprobar que el nombre correspondía, en efecto, al chico que ocupaba la segunda posición por la izquierda en la fila del centro.
—?Joder! —exclamé.
Vince me miró.
—?Te importaría contármelo?
—J. Sloan —dije—. Jeremy Sloan.
Vince sacudió la cabeza.
—Sigo sin pillarlo.
—El hombre de la zona de restaurantes —expliqué—. En el centro comercial. ése era el nombre del tipo que Cynthia creyó que era su hermano.
Capítulo 36
—?De qué estás hablando? —preguntó Vince.
—Hace un par de semanas —expliqué—, Cynthia, Grace y yo estábamos comiendo en el centro comercial y Cynthia vio a un tío… Me dijo que estaba convencida de que era Todd. Dijo que tenía el mismo aspecto que tendría Todd de adulto, veinticinco a?os después.
—?Cómo os enterasteis de su nombre?
—Cynthia le siguió hasta el aparcamiento. Le llamó por su nombre, Todd, y él no respondió, así que se acercó a él, le dijo que era su hermana y que sabía que él era su hermano.
—Dios —dijo Vince.
—Fue una escena horrible. El tipo negó por activa y por pasiva que fuera su hermano, y actuó como si ella estuviera loca; y ella actuó como si lo estuviera. Así que me llevé al tipo a un lado, le pedí disculpas y le sugerí que quizá si le mostraba a Cynthia su permiso de conducir, aquello probaría que no era quien ella pensaba que era, y que así le dejaría en paz.
—?Y lo hizo?
—Sí. Yo vi el carné. Era del estado de Nueva York. él se llamaba Jeremy Sloan.
Vince me cogió el recorte de las manos y miró el nombre correspondiente al lugar que ocupaba Todd.
—Esto es jodidamente curioso, ?no te parece?
—No me lo puedo explicar —dije—. Todo esto no tiene ningún sentido. ?Por qué aparece la foto de Todd en un antiguo recorte con un nombre que no es el suyo?
Por un momento Vince se quedó en silencio.
—Ese tipo —dijo finalmente—, el del centro comercial, ?os dijo alguna cosa?
Yo intenté recordar.
—Dijo que creía que mi mujer necesitaba ayuda. Pero poca cosa más.
—?Y qué hay del permiso? —preguntó Vince—. ?Recuerdas algo de él?
—Sólo que era de Nueva York —respondí.
—Es un estado bastante grande, joder —dijo Vince—. Podría vivir al otro lado de la frontera, en Port Chester o White Plains o algo así, o podría ser del jodido Buffalo.
—Creo que era de Young algo.
—?Young algo?
—No estoy seguro. Sólo pude ver el carné un segundo.
—En Ohio hay un Youngstown —comentó Vince—. ?Estás seguro de que no era de Ohio?
—Te he dicho todo lo que sé.
Vince le dio la vuelta al artículo. Por la parte de atrás había un texto, pero estaba claro que el recorte lo habían guardado por la foto. La tijera había recortado una columna por en medio y en la parte de atrás solo se veía la mitad del titular.
—No lo guardó por lo que hay en ese lado —le dije a Vince.
—Cállate —replicó. Estaba leyendo trozos de artículos; luego me miró—. ?Tienes ordenador?
Yo asentí.
—Enciéndelo —ordenó.
Vince me siguió al piso de arriba y se quedó de pie tras de mí mientras yo acercaba una silla a la mesa y ponía el ordenador en marcha.
—Aquí hay algunos fragmentos de un artículo relacionado con el parque Falkner y el condado de Niágara. Mete todo eso en Google.
Le pedí que me deletreara Falkner, lo escribí y le di a Buscar. No tardaron mucho en aparecer los resultados.
—Hay un parque Falkner en Youngstown, Nueva York, en el condado de Niágara —dije.
—?Bingo! —exclamó Vince—. Así que lo más probable es que esto sea de un periódico de aquella zona, porque se trata de un artículo insignificante sobre el mantenimiento del parque.
Me di la vuelta en la silla y le miré.
—?Por qué sale Todd en una foto de un periódico de Youngstown, Nueva York, con un pu?ado de jugadores de baloncesto de otro equipo, y con el nombre de J. Sloan?
Vince se apoyó contra el marco de la puerta.
—Quizá no sea un error.
—?Qué quieres decir?
—Quizá no sea una foto de Todd Bigge. Quizá sea una foto de J. Sloan.
Me tomé un segundo para asimilarlo.
—?Qué estás diciendo? ?Que hay dos personas, una llamada Todd Bigge y otra llamada J. Sloan, Jeremy Sloan? ?O que hay una sola persona con dos nombres?
—?Eh! —exclamó Vince—. Yo sólo estoy aquí porque Jane me lo pidió.
Me volví de nuevo hacia el ordenador, entré en la web de las Páginas Blancas e introduje el nombre de Jeremy Sloan en Youngstown, Nueva York.
No obtuve ningún resultado, pero me sugerían que probara alguna alternativa como J. Sloan o sólo el apellido. Intenté esto último, y resultó que había un montón de Sloan en la zona de Youngstown.
—?Dios! —exclamé mientras le se?alaba la pantalla a Vince—. Hay un Clayton Sloan que vive en Niagara View Drive.
—?Clayton?
—Sí, Clayton.