Sin una palabra

—?Qué?

 

—Por si la habías escrito tú. No quería que la policía lo supiera.

 

Por un momento Cynthia no dijo nada y caminó lentamente arriba y abajo.

 

—Estoy intentando aclarar las ideas, Terry. ?Qué es lo que estás diciendo? ?Estás diciendo que crees que yo escribí la nota? Y si es así, ?que siempre he sabido dónde estaba mi familia? ?Mi familia? ?Siempre he sabido que estaban en esa cantera?

 

—No… necesariamente —repliqué.

 

—?No necesariamente? Entonces ?qué es exactamente lo que piensas?

 

—Sinceramente, Cyn, no lo sé. Ya no sé qué pensar. Pero en cuanto vi la carta, supe que la habían escrito con mi máquina de escribir. Y sabía que no la había escrito yo. Eso te dejaba sólo a ti, a menos que alguien hubiera entrado y hubiera usado mi máquina de escribir para… para… no sé, para que pareciera que la habíamos escrito uno de nosotros dos.

 

—Ya sabíamos que alguien más ha estado en casa —replicó Cynthia—. El sombrero, el correo electrónico. ?Y aun así pensaste que lo había hecho yo?

 

—Ojalá no lo hubiera pensado —dije.

 

Me miró directamente a los ojos y adoptó una expresión de seriedad mortal.

 

—?Crees que maté a mi familia? —me preguntó.

 

—Oh, por Dios.

 

—Eso no es una respuesta.

 

—No, no lo creo.

 

—Pero se te ha pasado por la cabeza, ?verdad? ?Te has preguntado alguna vez si es posible que lo hiciera yo?

 

—No —dijo—, no lo he hecho. Pero últimamente me he preguntado si el estrés que estás sufriendo, lo que has tenido que soportar durante todos estos a?os, te ha hecho… —me sentía como si estuviera pisando huevos— pensar, o percibir cosas, o incluso hacer cosas de una forma que no ha sido… no sé… totalmente racional.

 

—Oh —dijo Cynthia.

 

—Cuando me di cuenta de que la carta la habían escrito con mi máquina… Pensé que podrías haberlo hecho para que la policía se interesara por el caso, para hacer algo, para intentar resolverlo de una vez por todas.

 

—?Así que les doy una pista totalmente estúpida? ?Y por qué elegir ese sitio, ese lugar en particular?

 

—No lo sé.

 

Alguien dio unos golpes en la pared de la habitación y la detective Rona Wedmore apareció por la puerta. No tenía ni idea de cuánto tiempo llevaba ahí, cuánto hacía que estaba escuchando.

 

—Vamos —dijo—. Enviaremos a unos submarinistas.

 

Lo organizaron todo para el día siguiente. Nos encontraríamos con la patrulla de submarinistas de la policía a las diez de la ma?ana, en la cantera. Cynthia acompa?ó a Grace a la escuela y quedó con una vecina para que la fuera a buscar por la tarde y la llevara a casa si no volvíamos a tiempo.

 

Volví a llamar a la escuela, pregunté por Rolly y le dije que aquel día tampoco iría.

 

—Por Dios, ?qué pasa ahora?

 

Le dije adónde íbamos, y que los submarinistas iban a sumergirse en la cantera.

 

—Chicos, lo siento mucho —dijo—. Esto parece no acabar nunca. ?Por qué no busco a alguien que te pueda sustituir toda esta semana? Conozco a una pareja de profesores que se ha jubilado recientemente y que podrían hacer una sustitución temporal.

 

—Que no sea la que tartamudea. Los chicos se la comerán viva. —Hice una pausa—. Ya sé que esto no viene muy a cuento, pero me gustaría preguntarte una cosa.

 

—Dispara.

 

—?Te dice algo el nombre de Coonie Gormley?

 

—?Quién?

 

—La mataron unos meses antes de que Clayton, Patricia y Todd desaparecieran. En el norte del estado. En un principio se pensó que un coche la había golpeado y se había dado a la fuga, pero no fue exactamente así. No fue un accidente.

 

—No sé de qué estás hablando —dijo Rolly—. ?Qué quieres decir con que no fue un accidente? ?Y qué podría tener que ver eso con la familia de Cynthia?

 

Por el tono de voz casi parecía enfadado. Mis problemas y las conspiraciones que parecían rodear a mi familia empezaban a desgastarle como lo habían hecho conmigo.

 

—No tengo ni idea. Sólo preguntaba. Tú conocías a Clayton. ?Mencionó alguna vez algo sobre un accidente?

 

—No, al menos que yo recuerde. Y estoy bastante seguro de que recordaría algo así.

 

—Vale. Oye, gracias por conseguirme un sustituto, Rolly. Te debo una.