La mirada de Rolly se ensombreció.
—Terry, no quiero bombardearte con preguntas. Hace sólo un par de minutos que has llegado a casa.
—?Quieres saber cómo murieron? ?Lo que les ocurrió en realidad?
—Claro —dijo.
—Dentro de un minuto, tal vez. —Bebí otro sorbo de agua. Esperaba que los analgésicos me hicieran efecto rápido—. Rolly —dije al fin—, ?eras tú quien dejaba el dinero?
—?Qué?
—El dinero. A Tess, para Cynthia. Eras tú, ?verdad?
Se pasó la lengua por los labios, nervioso.
—?Qué te ha contado Clayton?
—?Qué crees que me ha contado?
Rolly se pasó la mano por el pelo y se alejó de mí.
—Te lo ha contado todo, ?no?
Yo no dije nada. Pensé que era mejor que Rolly creyera que sabía más de lo que en realidad sabía.
—Dios mío —exclamó, sacudiendo la cabeza—. El muy hijo de puta. Juró que nunca lo explicaría. Cree que de alguna manera fui yo quien te llevó hasta él, ?verdad? ?Por eso ha incumplido nuestro compromiso?
—?Es así como lo llamas, Rolly? ?Un compromiso?
—?Teníamos un trato! —Sacudió la cabeza, furioso—. Estoy tan cerca, tan cerca de la jubilación. Todo lo que quiero es algo de paz, irme de esa mierda de escuela, largarme, marcharme de esta maldita ciudad.
—?Por qué no me lo cuentas, Rolly? Para ver si tu versión coincide con la de Clayton.
—Te ha contado lo de Connie Gormley, ?verdad? Lo del accidente.
Yo no contesté.
—Volvíamos de pescar —explicó Rolly—. Fue idea de Clayton pararnos a tomar una cerveza. Yo quería volver a casa de un tirón, sin parar, pero al final acepté. Nos metimos en ese bar, sólo queríamos tomarnos una cerveza e irnos, y entonces esa chica empezó a flirtear conmigo, ?sabes?
—Connie Gormley.
—Sí. Se sentó a mi lado y se bebió unas cuantas cervezas, y yo terminé bebiendo unas cuantas más. Clayton se lo tomaba con calma y me dijo que hiciera lo mismo, pero no sé qué demonios pasó. Esa chica y yo nos escapamos del bar mientras Clayton estaba meando, y acabamos en el asiento de atrás de su coche.
—Tú y Millicent ya estabais casados entonces —apunté.
No era un juicio de valor, la verdad es que no estaba seguro. Pero el ce?o fruncido de Rolly dejó claro cómo se lo había tomado.
—De vez en cuando —dijo— cometía algún error.
—Así que cometiste un error con Connie Gormley. ?Cómo llegó a la cuneta desde ese asiento trasero?
—Cuando… cuando terminamos, mientras me dirigía de nuevo al bar, me pidió cincuenta pavos. Yo le dije que si era una puta debería haberlo dejado claro desde el principio, pero ni siquiera sé si lo era. Quizá sólo necesitara los cincuenta dólares. En cualquier caso no le iba a pagar, y ella me dijo que quizá me buscaría algún día y le pediría el dinero a mi mujer.
—Vaya.
—Empezamos a discutir junto al coche, y supongo que la empujé con más fuerza de la que debía. Ella se cayó y se golpeó la cabeza con el parachoques, y eso fue todo.
—Estaba muerta.
Rolly tragó saliva.
—La gente nos había visto, ?vale? En el bar. Podía ser que nos recordaran a Clayton o a mí. Me imaginé que si hacíamos que pareciera que la había golpeado un coche, la policía pensaría que se trataba de un accidente, que ella iba andando, borracha, y no buscarían al tipo con el que se había liado en el bar.
Yo me limité a sacudir la cabeza.
—Terry —me increpó—, si hubieras estado en mi lugar también te habría entrado el pánico. Fui a buscar a Clayton y le conté lo que había pasado, y vi algo en su cara, como si él se sintiera tan atrapado por la situación como yo, como si tampoco quisiera que la poli husmeara. Por entonces yo no sabía la vida que llevaba, que no era quién decía que era, que tenía una doble vida. Así que la metimos en el automóvil y volvimos a la autopista, y entonces Clayton la llevó hasta la parte de delante del coche y la lanzó en la carretera mientras yo pasaba por encima. Luego la llevamos a la cuneta.
—?Dios mío! —exclamé.
—No pasa una noche sin que me acuerde de ello, Terry. Fue algo horrible. Pero a veces tienes que encontrarte en una situación para entender lo que hay que hacer. —Volvió a sacudir la cabeza—. Clayton me juró que nunca diría nada. El muy hijo de puta.
—No me lo contó —dije—. Intenté que lo hiciera, pero no te traicionó. Ahora deja que intente adivinar el resto. Una noche Clayton, Patricia y Todd desaparecen de la faz de la Tierra, nadie sabe lo que les ha ocurrido, ni siquiera tú. Y entonces un día, quizás unos a?os después, recibes una llamada. Es Clayton. Quid pro quo. él te ayudó a encubrir la muerte de Connie Gormley, y ahora quiere que hagas algo por él. Básicamente, que le hagas de correo para entregar dinero. él te lo enviará a ti, quizás a un apartado de correos o algo así. Y entonces tú se lo dejarás a Tess, en el coche, en el periódico, lo que sea.
Rolly se me quedó mirando.