—Hola —respondo.
Nos miramos fijamente y Gavin me coge la mano. No lleva guantes y yo tampoco y, sin embargo, hay calor entre nosotros y siento que, a pesar del frío exterior, hasta la última célula de mi cuerpo está que arde. Desde algún lugar lejano nos llega la vaga tensión de una cuenta atrás y después una aclamación apagada cuando comienza el nuevo a?o.
—Feliz a?o nuevo —dice Gavin y se acerca un paso más.
—Feliz a?o nuevo —murmuro.
—Por los nuevos comienzos —dice.
Y, antes de que pueda responderle, me rodea con los brazos y apoya sus labios en los míos.
Por encima de nuestras cabezas, las estrellas titilan y bailan y nos hacen gui?os desde el cielo infinito.
Agradecimientos
Hace a?os que quería escribir este libro y llevarlo a cabo me ha ense?ado varias lecciones importantes sobre lo que significa hacer lo que me dicta el corazón y rodearme de personas buenas y extraordinarias a las que aprecio y en las que puedo confiar de verdad. Tanto mi agente, Holly Root, como mi editora, Abby Zidle, son increíblemente amables, trabajadoras, prudentes y talentosas y no tengo palabras para expresar lo mucho que valoro sus esfuerzos, su perspicacia, su amistad y su estímulo. Creo que soy la mujer más afortunada del mundo por poder trabajar con ellas.
El agente Farley Chase ha sido un as para los derechos en el extranjero y, gracias al encantador Andy Cohen, tengo llena la agenda de la costa oeste. También estoy muy agradecida a Lindsey Kennedy, Beth Phelan, Parisa Zolfaghari, Jane Elias, Susan Zucker, Jennifer Bergstrom y Louise Burke por contribuir a hacer realidad esta novela. Creo que sería imposible encontrar un equipo más amable y que me hubiese apoyado más.
La novelista Wendy Toliver ha estado increíble como caja de resonancia, amiga, primera editora y para intercambiar ideas. También quiero manifestar mi agradecimiento a Anna Haze —que murió demasiado joven, con apenas diecinueve a?os— porque gracias a ella conocí a Wendy. Un regalo extraordinario. Henri Landwirth, el primer superviviente del Holocausto que conocí, fue una gran inspiración. Lauren Elkin, mi gran amiga y antigua compa?era de piso en París, volvió a alojarme durante un viaje de investigación a la ciudad de la luz. Su primera novela, Cités flottantes, se publicó en Francia en abril del 2012 y me alegro muchísimo por ella.
También quisiera agradecer a tantas personas que se han desvivido por responder a preguntas sobre hechos relacionados con este libro. Darlene Shea, de Brewster Fire & Rescue, me ayudó con un primer borrador y Danielle Ganung respondió a todas las preguntas relacionadas con la pastelería. Karen Taieb, del Mémorial de la Shoah en París, me brindó una ayuda increíble en mi investigación sobre el Holocausto en Francia. Bassem Chaaban, director de operaciones de la Asociación Islámica del centro de Florida, y el rabino Rick Sherwin, de la Congregación Beth Am de Orlando, tuvieron la amabilidad de ayudarme a comprobar algunas de mis referencias religiosas y culturales. Los errores que haya cometido son responsabilidad mía.
Un enorme agradecimiento también a Kat Green, Tia Maggini, Vanessa Parise, Nancy Jeffrey, Megan Crane, Liza Palmer, Sarah Mlynowski, Jane Porter, Alison Pace, Melissa Senate, Lynda Curnyn, Brenda Janowitz, Emily Giffin, Kate Howell, Judith Topper, Betsy Hansen, Renee Blair, G. K. Sharman, Alex Leviton, Kathleen Henson, Anna Treiber y Jen Schefft Waterman, que a lo largo de los a?os me han brindado inspiración profesional, ideas y su amistad. Agradezco también al equipo de The Daily Buzz, sobre todo a Brad Miller, Andrea Jackson, Andy Campbell, Mitch English, Kia Malone, KyAnn Lewis, Michelle Yarn y Troy McGuire.
Gracias también a tantos otros amigos extraordinarios, como Marcie Golgoski, Kristen Milan Bost, Chubby Checker (y los encantos de su esposa e hijos), Lisa Wilkes, Melixa Carbonell, Scott Moore, Courtney Spanjers, Gillian Zucher, Amy Tan, Lili Latorre, Darrell Hammond, Krista Mettler, Christina Sivrich, Pat Cash, Kristie Moses, Lana Cabrera, Ben Bledsoe, Sanjeev Sirpal, Ryan Moore, Wendy Jo Moyer, Amy Green, Chad Kunerth, Kendra Williams, Tara Clem, Megan Combs, Amber Draus, Michael Ghegan, Dave Ahern, Jean Michel Colin, John y Christine Payne, Walter Caldwell, Scott Pace, Ryan Provencher y Mary Parise. Tengo la inmensa fortuna de contar en mi vida con personas tan extraordinarias como ellos.
Un agradecimiento especial a Jason Lietz, por todo.
Además, tengo la suerte de contar con la mejor familia del mundo, que incluye a mi madre, Carol (la persona que más me ha apoyado en todo el universo); mi hermana, Karen; mi hermano, Dave, y mi padre, Rick. Doy las gracias también a mi cu?ado, Barry Cleveland, mi tía Donna Foley, mi madrastra, Janine, mi prima Courtney Harmel, mis abuelos y todos los demás, incluidos Steve, Merri, Derek, Janet, Anne, Fred, Jess y Greg. Os quiero muchísimo a todos.