Enciendo el televisor y me tomo el desayuno en el salón mientras veo las noticias de la ma?ana. La desaparición de Emma Green finalmente es digna de interés periodístico. Dedican diez minutos a contar su historia y luego mencionan a Jane Tyrone, la chica del lápiz de memoria que desapareció hace cinco meses, más o menos en la misma época en la que el Trinchador de Christchurch era arrestado. Anoche la busqué por internet y leí los artículos que se escribieron sobre ella cuando desapareció. Salió en las noticias durante dos semanas, pero no han vuelto a mencionarla hasta ahora.
Muestran la descripción que le di al retratista. El problema es que la imagen es muy genérica. No todos los detalles los he dado yo, sino que también han contribuido otros testigos como el vecino fumeta y una mujer que trabaja en una gasolinera cercana, en la que un hombre llenó dos latas de gasolina. El sombreado y el ce?o fruncido le dan al pirómano aspecto de asesino, pero el asesino parece el vecino de al lado y el vecino de al lado de cualquier otra persona. Después del retrato robot, muestran una secuencia filmada en la que un tipo sale del coche de Emma en la gasolinera y paga la gasolina. El problema con la secuencia de la gasolinera es que han utilizado la misma resolución que en las filmaciones de hace un siglo, aunque sirve para dar una descripción más precisa de la altura y la constitución física del tipo que secuestró a Cooper Riley.
Lavo los platos y vuelvo al salón. Las noticias han terminado y ahora emiten un programa matutino. Una mujer de unos cuarenta a?os vestida como una de veinte aparece sentada en un sofá de color rojo chillón en una pose relajada, con el brazo extendido a lo largo del respaldo. Frente a ella, sentado en otro sofá de color rojo, hay un tipo vestido con un traje de raya diplomática con el pelo engominado y los dientes tan blancos que sin duda debe de haber algún elemento sobrenatural implicado. El tipo se llama Jonas Jones, solía toparme con él a menudo cuando yo aún estaba en el cuerpo. Es un ?adivino? que intenta sustraer información a la policía para poder hacer lo que él llama ?lecturas de sintonías psíquicas?. Sabes que algo va mal en un país cuando alguien da luz verde a un programa como ese, hecho a medida para Jonas Jones. En este caso se trata de un reality show en el que varios adivinos, entre ellos Jones, resuelven crímenes. Sus ?deducciones? no han conseguido acabar en detención ni una sola vez. Les gusta mostrar prendas de ropa, llaves o cachorros que pertenecían a las víctimas, les gusta sentarse en una sala levemente iluminada con unas cuantas velas, cerrar los ojos, ladear ligeramente la cabeza y fruncir el ce?o mientras conectan con un plano de conciencia distinto antes de vomitar sus predicciones, montando un espectáculo y sin que les importe una mierda que alguien pueda sentirse herido, porque de adivinos no tienen nada. Jonas Jones se gana bastante bien la vida gracias a esta farsa. Escribió un libro, luego otro, y de algún modo consiguió que la gente los comprara sin importarles que esté explotando a víctimas de verdad que han sufrido de verdad, sacando provecho de los que han muerto en manos de otras personas. La biografía del autor omite el hecho de que hace diez a?os Jonas Jones vendía coches usados y que se declaró en quiebra después de que lo demandaran dos veces por acoso sexual.
Subo el volumen.
—… la policía no puede hacer más, por eso siempre necesitarán a gente con aptitudes como las mías —dice él.
—Debo decir que me encanta este programa, siempre se me pone la piel de gallina cuando te veo trabajar —dice ella—, y sobre todo me ha gustado tu nuevo libro —a?ade mientras se inclina hacia delante. Luego se echa el pelo hacia atrás y lo mira como un hambriento miraría una pizza.
—Gracias, Laura, me gusta que así sea —dice él mientras le muestra su reluciente dentadura—. Ya está a la venta, y recuerden que si lo compran hoy mismo en mi página web se beneficiarán de un diez por ciento de descuento, o un veinte por ciento si compran dos. Tú ya lo sabes, Laura, es un regalo perfecto.
—Sí que lo es, Jonas. Si tuviera un hombre en mi vida, sin duda compraría uno para él —dice ella, y no hace falta ser adivino para ver que le está tirando los tejos—. Le gusta a todo el mundo. —Resoplo y no sé si necesito más el mando a distancia o una bolsa para vomitar. Durante mi indecisión ella le dice algo más a Jonas y esta vez sí es interesante—. En fin, antes me has dicho que sabías algo de Emma Green, la joven de Christchurch que ha desaparecido.
—Sí, sí, es un caso muy triste.
Bueno, al menos en una cosa sí ha acertado.
—Christchurch está adquiriendo fama por ese tipo de cosas —dice ella—. De hecho, la policía la llama ?Crimechurch?, como ?la ciudad del crimen?.
—Y hacen bien —dice él. Es la segunda que acierta, está en racha. Eso significa que quizá debería escucharlo.
—?Qué puedes contarnos acerca de la desaparición de Emma Green?
Una imagen de Emma Green aparece en una pantalla enorme que hay de fondo. En la foto aparece sonriendo. Se ven varios brazos y hombros a su alrededor, amigos o familiares que han salido cortados. La fotografía parece reciente. Hay algo de vegetación detrás de ella, un árbol o unas matas.
—No ha desaparecido —dice él—, la han secuestrado.
El coleccionista
Paul Cleave's books
- The Whitechapel Conspiracy
- Angels Demons
- Tell Me Your Dreams
- Ruthless: A Pretty Little Liars Novel
- True Lies: A Lying Game Novella
- The Dead Will Tell: A Kate Burkholder Novel
- Cut to the Bone: A Body Farm Novel
- The Bone Thief: A Body Farm Novel-5
- The Breaking Point: A Body Farm Novel
- El accidente
- Alert: (Michael Bennett 8)
- Guardian Angel
- The Paris Architect: A Novel
- ángeles en la nieve
- Helsinki White
- Love You More: A Novel