El coleccionista

—?Un cuchillo?

—?Exacto! Te lo agradezco, Adrian, de verdad —dice Cooper, da una palmada y se frota las manos con fuerza—. ?Sabes? El sexo no es lo mismo si no puedes aplicar unos cortes mientras lo haces. No es necesario que sea un cuchillo muy grande, pero sí muy afilado. Te esperaré mientras vas a buscarlo.

—No sé…

—Confía en mí, Adrian, será fantástico. Ella será la primera de muchas. ?Cuánto falta para que se despierte? ?Qué le has hecho?

—La he dejado inconsciente de un golpe —dice—. No sé cuándo se despertará. ?De verdad vas a matarla?

—Por supuesto.

—?Cómo sé que no lo estás diciendo para intentar escapar?

—?Y adónde quieres que vaya? Me has incendiado la casa. Esto es lo único que me queda, lo he aceptado y no pienso quedarme sentado en mi celda amargándome durante el resto de mi vida. Voy a intentar pasarlo lo mejor posible.

Adrian se da cuenta de que ha cometido otro error. Incluso si cree a Cooper, no sabe cómo meter a la chica en la celda sin exponerse a que lo ataque. ?Por qué no lo había planeado mejor? Porque está aprendiendo, por eso; simplemente las cosas saldrán mejor la próxima vez. Pueden ocurrir dos cosas: o Cooper le hace da?o a la chica, con lo que podría convertirse en un amigo de verdad, o intenta hacerle da?o a él. Tiene que haber otra forma. Tiene que haberla. Su madre sabría qué hacer. Empieza a pensar que la mató demasiado pronto. Puede oír su voz. ?Una bendición solo es medio milagro.? Pero ahora no necesita un milagro, lo único que necesita es comportarse con inteligencia.

—Tengo que pensarlo —dice Adrian—, luego lo decidiré —a?ade, y entonces es cuando se le ocurre. Hay otra forma. Y además es perfecta. Cooper tendrá su regalo y luego Adrian sabrá si lo que dice Cooper es verdad o si no es más que otra mentira.

—Vuelvo dentro de media hora —dice. Deja la linterna sobre la mesita, sube por las escaleras y cierra la puerta tras él.





21


Parece como si la temperatura del sol aumentara un grado más a medida que se desplaza más hacia el oeste. La sombra de la valla se vuelve más alargada. El sol rodea el árbol y ba?a la tumba de Daxter, y los vendajes que llevo en los pies y en la mano están manchados de tierra. Estoy furioso y frustrado por no haber podido hacer más por él. Me siento estúpido sintiendo tanta tristeza por Daxter mientras Donovan Green y su esposa están pasando por algo mucho peor con su hija. Contemplo la tumba mientras pienso en un montón de cosas, muchas de ellas estúpidas, muchas morbosas, ninguna demasiado motivadora. La rodilla se me ha hinchado más aún después de haber estado cavando. El de la ambulancia se enfadaría conmigo si estuviera aquí.