El coleccionista

—La gente buena no cría a asesinos —dice Adrian mientras mira a la madre de Cooper—. ?Por qué te preocupas tanto por hacerla feliz con tus mentiras? No es buena persona.

—Este jovencito necesita ayuda urgentemente —dice la madre de Cooper con el mismo tono de voz que solía utilizar cuando su hijo era peque?o y no quería terminarse la cena, segar el césped o cuando trataba mal a su hermana. Era el mismo tono de voz con el que había reprendido a Cooper por haber robado el coche. Casi espera que obligue a Adrian a escribir una carta para su yo futuro—. No sé a qué está jugando, pero esto acabará muy mal.

—Puedo demostrarle que su hijo es un asesino —dice Adrian.

—Y una mierda —dice Cooper—. No le escuches.

—Se llevaba chicas a Sunnyview. Es un hospital mental clausurado, está abandonado y las encerraba allí para…

—Estás loco —lo interrumpe Cooper—. No le escuches, mamá. Es un paciente mental que se ha fugado. Lo estuve entrevistando hace unos a?os para mi libro. Mató a su familia con un hacha. Les arrancó los dedos a mordiscos y los utilizó para hacer dibujos en las paredes.

—?Oh, Dios mío, eso es horrible! —exclama su madre.

—?Qu…qué? ?Yo no hice eso! —grita Adrian—. ?Cuéntaselo, cuéntale la verdad!

—Cuando la policía lo encontró llevaba puesto un vestido.

—?Mientes!

—El vestido era de su hermana y le quedaba peque?o, pero se lo había puesto de todos modos.

—Pobrecito —dice la madre de Cooper—. ?Qué tipo de madre tuviste para que te criara tan mal?

—No fue culpa de ellas —dice Adrian. Deja de apuntar a la madre de Cooper para apuntarlo a él. A Cooper no le gusta nada la manera como le tiembla la mano.

—?Tuviste más de una? —pregunta ella.

—?Solo maté a una! —dice Adrian, chillando ya a todo pulmón. Cooper protege un poco a su madre con un brazo y da un paso para ponerse delante de ella—. La otra… la otra murió de forma natural —dice—, ?y nunca le he arrancado un dedo a mordiscos a nadie, ni me he puesto ningún vestido! ?Yo nunca haría algo así!

—Quiero que dejes que se vaya —dice Cooper.

—?Estás seguro? ?De verdad es eso lo que quieres? ?Quieres que tu madre quede libre y le cuente a todo el mundo el tipo de hombre que eres?

Tiene razón, es algo en lo que ha estado pensando desde que Adrian lo amenazó por primera vez con traerla aquí.

—Te he ayudado —dice la madre de Cooper—. Te he vendado la pierna. ?Así es como nos lo pagas? Eres un maleducado y un grosero. Si yo fuera tu madre, ahora mismo me moriría de vergüenza.

—Mamá —dice Cooper mientras le lanza una mirada que le da a entender que ha llegado el momento de que cierre el pico.

—Y tú no me mires de ese modo, Cooper. Digo lo que pienso.

Va a conseguir que los maten a los dos.

—Ya sabía yo que era una mala mujer —dice Adrian—. Es tal como dicen los libros. Piensa en lo que le contará a todo el mundo si la dejo marchar. Tal vez no me crea, pero la policía la escuchará y se sabrá todo, ellos saben que no miento.

—Deja que se vaya —dice Cooper, pero su voz no suena convincente, está seguro de que su madre lo notará y, efectivamente, así es.

—?Cooper? ?Es cierto algo de lo que dice? —pregunta mientras se pone de nuevo delante de él y se vuelve para mirarlo a los ojos.

—Por supuesto que no —dice.

—Todo es cierto —replica Adrian.

—?A callar, joven! —exclama la madre de Cooper antes de lanzarle una mirada fugaz a Adrian, tras lo que se da la vuelta de nuevo hacia su hijo—. Dime que no le has hecho da?o a nadie —dice ella.

—Está loco —insiste Cooper—. Te juro que está loco y que se lo está inventando todo.

—Prométemelo, prométeme que no le has hecho da?o a nadie —le exige.

Parece como si lo estuviera rega?ando.

—Mire lo manchada que tiene la ropa de sangre —dice Adrian, que parece desesperado por convencerla—. ?Pregúntele cómo se la manchó!

—Intentaba ayudar a una chica —dice Cooper—. Adrian la apu?aló. Yo intenté salvarla pero no lo conseguí. —De repente se siente como un ni?o que le miente a su madre y lo único que desea es que ella le crea, y si le cree, entonces, ?qué? ?Cómo puede convencerla de que no le cuente a la policía que Adrian no para de repetir que él es un asesino en serie?

No cree que pueda. Su madre tiene casi ochenta a?os y las mujeres de ochenta a?os se pasan el día charlando y algo de todo esto acabará sabiéndolo alguien. Tiene que haber algún modo de salir de aquí con ella, puede interpretar el papel de víctima y de héroe siempre y cuando nadie haya encontrado sus fotografías.

—Se desangró encima de mí mientras intentaba ayudarla, fue horrible —dice Cooper—. Horrible, de verdad. Intenté salvarla, lo intenté de veras, pero… no pude.

—Todo irá bien —le dice su madre mientras le toma la mano.

—Fue él quien me dijo dónde estaba la chica muerta —continúa Adrian—. ?Cómo lo sabía? ?Eso es lo que la policía preguntará!

—?De qué chica muerta está hablando? —pregunta la madre de Cooper—. ?La que intentaste salvar?