El lado bueno de las cosas

La mayor parte del tiempo, Danny afirmaba que un grupo de rap de Baltimore, uno que estaba programado que actuara antes que Chiquillo Loco, le preguntó si quería fumar en un callejón detrás del club y, cuando aceptó, empezaron a contarle no sé qué mierda sobre la titularidad en el barrio. Cuando demostró que las ventas de sus discos eran mayores, se apagaron las luces y se despertó muerto, lo cual realmente es cierto, ya que su expediente dice que estuvo muerto durante unos minutos antes de que los servicios de urgencia consiguieran reanimarlo.

Por suerte para Danny, alguien oyó el chapoteo que Chiquillo Loco hizo al caer en el agua y esta persona lo pescó y pidió ayuda justo cuando los otros raperos huían. Danny asegura que la sal del agua mantuvo su mente viva, pero no entiendo cómo pudo pasar eso, puesto que lo lanzaron al puerto mugriento y no al océano. Después de una operación en la que le retiraron peque?as partes del cráneo del cerebro y de una larga estancia en el hospital, llevaron a Danny al lugar malo. La peor parte fue que perdió su habilidad para rapear, simplemente ya no podía hacer que su boca rapeara, o al menos no a la velocidad a la que lo solía hacer, por lo que Danny hizo un voto de silencio que solo rompió después de estar mirándome a los ojos durante un largo período de tiempo.

Una vez, le pregunté a Dan a quién había visto cuando me miraba a los ojos y me dijo que a su tía Jasmine. Cuando le pregunté que por qué había visto a su tía Jasmine, me dijo que era la mujer que lo había criado y le había hecho ser un hombre.

—?Danny? —digo, arrodillándome delante del pesebre.

—?Quién eres?

—Soy Pat Peoples.

—?Pat el blanco de Baltimore?

—Sí.

—?Cómo?

—No lo sé.

—Estás sangrando, ?qué ha pasado?

—Dios me castigó, pero luego me trajo hasta aquí.

—?Qué hiciste para que Dios se enfadara?

—Lo maldije, pero le dije que lo sentía.

—Si realmente eres Pat Peoples, ?cómo me llamo?

—Chiquillo Loco, alias Danny.

—?Ya has tomado la cena de Navidad?

—No.

—?Te gusta el jamón?

—Sí.

—?Quieres cenar conmigo y con la tía Jasmine?

—Vale.

Danny me ayuda a levantarme. Mientras cojeo y me dirijo al hogar de la tía Jasmine, huelo a pi?as y a jamón asado en salsa de pi?a. Hay un peque?o árbol de Navidad decorado con tiras de palomitas de maíz de colores y coloridas bombillas intermitentes. Dos calcetines verdes y uno rojo cuelgan de un manto en una falsa chimenea. En la televisión, los Eagles se baten con los Cowboys.

—Siéntate —dice Danny—. Estás en tu casa.

—No quiero ensuciarte el sofá de sangre.

—Tiene una funda de plástico, ?la ves?

Miro hacia el sofá y realmente está cubierto por un plástico, así que me siento y veo que los Eagles están ganando, algo que me sorprende, ya que Dallas llevaba siete puntos de ventaja.

—Te he echado de menos —dice Danny después de sentarse a mi lado—. Ni siquiera dijiste un maldito adiós cuando te fuiste.

—Mamá vino y me sacó cuando estabas en terapia musical. ?Cuándo saliste del lugar malo?

—Ayer mismo. Por buen comportamiento.

Miro la cara de mi amigo y veo que está serio.

—?De modo que saliste ayer del lugar malo, y justamente yo corro por tu vecindario, me roban en tu calle y te encuentro aquí?

—Supongo —dice Danny.

—Es una especie de milagro, ?no crees?

—Los milagros ocurren en Navidad, Pat. Todo el mundo sabe esa mierda.

Pero antes de que podamos decir nada más, una mujer peque?a con aspecto serio que lleva puestas unas enormes gafas de montura negra camina hacia la sala de estar y empieza a gritar: ??Oh, Dios mío! ?Oh, Jesús!?. Intento convencer a la tía Jasmine de que estoy bien, pero ella llama al 911 y seguidamente me encuentro en una ambulancia camino del hospital Germantown.

Cuando llego a la sala de urgencias, la tía Jasmine reza por mí y grita a un montón de gente hasta que me llevan a una habitación privada donde me quitan la ropa, me limpian las heridas y me cosen un corte de la cara.

Me dan un calmante mientras explico al oficial de policía lo ocurrido.

Después de pasar por rayos X, los médicos me dicen que tengo la pierna hecha polvo; mi madre, Caitlin y Jake llegan, y entonces tengo la pierna en una escayola que empieza en el tobillo y acaba justo debajo de la cadera.

Quiero disculparme con Danny y con la tía Jasmine por arruinarles la cena de Navidad, pero mi madre me dice que ellos se han ido enseguida después de que ella llegara, lo cual me entristece por alguna razón.

Cuando finalmente me dan el alta en el hospital, una enfermera me pone un calcetín morado en los dedos desnudos y me da un par de muletas, pero Jake me empuja en una silla de ruedas hasta su BMW. Tengo que sentarme de lado en el asiento de atrás con el pie sobre el regazo de mamá por culpa de la escayola.

Nos dirigimos hacia Filadelfia Norte en silencio, pero cuando salimos de la carretera Schuylkill Expressway, Caitlin dice:

—Bien, al menos nunca olvidaremos esta Navidad.

Lo dice como si fuera un chiste, pero nadie se ríe.

—?Por qué nadie me pregunta cómo acabé en Filadelfia Norte? —pregunto.

Después de una larga pausa mamá dice:

—Tiffany nos llamó desde una cabina y nos lo contó todo. Estábamos circulando por esa zona, buscándote, cuando han llamado del hospital a tu padre. él ha llamado al móvil de Jake y aquí estamos.

—?Así que he arruinado la Navidad de todo el mundo?