El lado bueno de las cosas

Mi madre se ríe.

—?Estás bromeando? Tu padre y yo nunca habríamos podido pagar un álbum así. Los padres de Caitlin fueron muy generosos, prepararon un álbum para nosotros y nos permitieron sacar todas las fotos que quisimos y…

—?Te dieron los negativos?

—?Por qué iban a darnos los…?

Probablemente se dio cuenta de la mirada que puse, porque dejó de hablar inmediatamente.

—Entonces ?cómo reemplazasteis las fotos que robó el ladrón cuando se llevó los marcos?

Mi madre está pensando la mejor respuesta, así que espero. Empieza a morderse el lado interior de la mejilla como hace cuando se siente ansiosa. Después de un segundo se calma y dice: —Llamé a la madre de Caitlin, le conté lo del ladrón y me hizo copias esa misma semana.

—Entonces ?cómo me explicas esto? —digo justo antes de sacar la foto enmarcada de mi boda de detrás del almohadón del sofá. Como mi madre no responde, yo me pongo en pie y coloco la foto en su lugar de origen, sobre la mesa. Después cuelgo otra foto de mi familia rodeando a Nikki, que va vestida de novia—. Encontré la caja de ?Pat?, mamá. Si odiabas tanto a Nikki, habérmelo dicho. Habría colgado las fotos en la buhardilla, que es donde duermo.

Mamá no dice nada.

—?Odias a Nikki? Y, si es así, ?por qué?

Mi madre no me mira, se pasa la mano por el pelo.

—?Por qué me mentiste? ?Qué más mentiras me has contado?

—Lo siento, Pat. Te mentí por…

Mamá no me dice por qué me mintió, en cambio se pone a llorar de nuevo.

Durante mucho rato, yo miro por la ventana y veo la calle y la casa de los vecinos. Una parte de mí quiere consolar a mi madre, sentarse a su lado, pasarle un brazo por los hombros (sobre todo ahora que sé que hace una semana que mi padre no le habla, toma comida preparada, se hace la colada y está soportando vivir en medio del desorden). He pillado a mi madre limpiando aquí y allá y sé que está enfadada porque su plan no está dando resultado, como a ella le habría gustado. Pero también estoy enfadado con mamá por mentirme y, a pesar de que estoy practicando ser bueno, no me siento capaz de consolarla ahora mismo.

Al final, dejo a mamá llorando en el sofá, me cambio de ropa y salgo a correr. Una vez que estoy fuera veo que Tiffany me está esperando.





COMO SI éL FUERA YODA Y YO LUKE SKYWALKER ENTRENANDO EN EL SISTEMA DAGOBAH


Una vez que terminamos de hablar de nuestra victoria en el torneo de kubb y la habilidad extraordinaria de la se?ora Patel para pintar tan bien a Brian Dawkins en el autobús, elijo el asiento negro y le digo a Cliff que estoy un poco deprimido.

—?Qué sucede? —me pregunta mientras se levanta el reposapiés.

—Terrell Owens.

Cliff asiente, como si esperara que sacase el tema del receptor.

No había querido hablar de esto antes, pero se supo que el 26 de septiembre de 2006 trató de suicidarse. Nuevas noticias decían que Owens (o T.O.) había ingerido una sobredosis de una medicación prescrita por un doctor. Ese mismo día T.O. había abandonado el hospital y en una rueda de prensa había negado que hubiera tratado de suicidarse, lo que provocó mucha controversia en lo referente a su salud mental.

Yo recordaba que T.O. era el número 49, pero cuando vi el partido hace unas semanas contra el San Francisco no era el número 49. Me enteré por la sección de deportes de que T.O. jugaba en los Eagles cuando yo estaba en el lugar malo y que los llevó a la Super Bowl XXXIX, lo cual yo no recuerdo (aunque quizá sea mejor porque los Eagles perdieron y eso hace que me enfade). Aparentemente, T.O. pidió más dinero para la siguiente temporada, criticó públicamente al quarterback de los Eagles, Donovan McNabb, y luego lo apartaron del equipo a mitad de temporada para, al final, firmar por el equipo que los aficionados más odian, los Cowboys. Y por eso, todo el mundo en Filadelfia odia a T.O. más que a ninguna otra persona del mundo.

—No te preocupes por él —dice Cliff—. Dawkins le golpeará tan fuerte que Owens no se atreverá a hacer ninguna parada en el Linc.

—No estoy preocupado por que haga paradas y marque touchdowns.

Cliff me mira durante un instante como si no me comprendiera y luego dice:

—Dime lo que te preocupa.

—Mi padre dice que T.O. es un psicópata de las pastillas. Jake también me gastó bromas por teléfono sobre lo de las pastillas y llamó a Owens chalado.

—?Por qué te molesta eso?

—Bueno, por lo que leí en la sección de deporte decían que T.O. podría estar pasando una depresión.

—Sí.

—Bueno —digo—, quizá necesite terapia.

—?Y?

—Si Terrell Owens realmente está deprimido o mentalmente inestable, ?por qué la gente a la que quiero lo utiliza como excusa para criticarlo?

Cliff respira hondo.

—Ya.

—?Es que mi padre no entiende que yo también soy un psicópata de las pastillas?

—Como terapeuta te confirmo que tú no eres psicópata, Pat.

—Pero tomo todo tipo de pastillas.