El lado bueno de las cosas

Mi corazón late muy fuerte. ?De qué habla Tiffany? Ahora lo único que quiero hacer es abrir el sobre.

—Tienes que esperar al menos cuarenta y ocho horas antes de abrirlo. Asegúrate de que estás de buen humor cuando abras la carta. Piénsalo y luego dame una respuesta. Recuerda, Pat, puedo ser muy buena amiga, pero no te gustaría tenerme como enemiga.

Recuerdo la historia que Ronnie me contó sobre cómo Tiffany perdió su trabajo y empiezo a sentirme muy asustado.





NECESITARé UNA VICTORIA


—Pregunta número uno —dice mi padre—. ?Cuántos touchdowns hará McNabb contra los Saints?

Me cuesta creer que realmente esté comiendo sentado a la mesa con mi padre. Mamá me sonríe mientras enrolla los espaguetis con el tenedor. Hasta me gui?a un ojo. No me malinterpretéis, estoy feliz de que el plan de mamá haya funcionado y estoy encantado de comer con mi padre, incluso de tener una conversación con él, y sobre todo estoy feliz de ver que mis padres están cari?osos el uno con el otro; pero sé (y eso me preocupa) que un partido perdido de los Eagles será suficiente para convertir a papá en un hura?o de nuevo. Estoy preocupado por mamá, pero decido que es mejor vivir el momento.

—Diez touchdowns —le digo a mi padre.

Papá sonríe, se mete una salchicha peque?a en la boca, mastica con entusiasmo y le dice a mamá:

—Pat dice que diez touchdowns.

—Quizá once —a?ado para sonar optimista.

—Pregunta número dos. ?Cuantos touchdowns hará el debutante estrella de la temporada, Hank Baskett?

Me doy cuenta de que Baskett solo ha hecho un touchdown en los cinco primeros partidos, pero sé que mi familia es muy optimista esta noche, así que digo:

—Siete.

—?Siete? —me pregunta papá sonriendo.

—Siete.

—Dice que siete, Jeanie. ?Siete! —Y luego papá me dice a mí—: Pregunta número tres. ?En qué cuarto sufrirá el quarterback Drew Bress una conmoción cerebral después de ser sacudido muchas veces por la defensa superior de los Eagles?

—Hum, esa es difícil. ?En el tercer cuarto?

—Eso es incorrecto —dice mi padre negando con la cabeza en una mueca de decepción—. La respuesta correcta es en el primer cuarto. Pregunta número cuatro. ?Cuándo vas a traer a casa a esa tía con la que siempre sales a correr? ?Cuándo vas a presentarme a tu novia?

Cuando papá termina de hacerme la pregunta número cuatro se mete un pu?ado de espaguetis en la boca y empieza a masticar.

—?Has visto que Pat encontró las fotos de su boda y las volvió a colocar en el salón? —dice mamá, y su voz tiembla un poco.

—Jake me dijo que habías superado lo de Nikki —dice papá—; me dijo que estabas interesado en la tía esa, Tiffany, ?verdad?

—?Me disculpáis? —le pregunto a mi madre. La cicatriz de la frente me está doliendo y siento que si no empiezo a golpearme la cabeza contra la mesa estallaré.

Cuando mi madre asiente, veo compasión en su mirada y eso lo agradezco.

Me pongo a hacer pesas durante horas, hasta que ya no siento la necesidad de abrirme la cabeza.

Con el nuevo chaleco reflector que me ha comprado mi madre puedo salir a correr por la noche, y eso hago.

Iba a abrir la carta de Tiffany esta tarde, porque estaba muy contento por comer con mi padre, pero ahora sé que no estoy de buen humor, así que abrir la carta sería violar las normas que Tiffany fijó hace dos noches. Casi abro la carta la noche anterior, pues estaba de un humor excelente, pero no habían pasado cuarenta y ocho horas.

Mientras corro, trato de pensar en Nikki y en el final del período de separación, pues eso siempre me hace sentir mejor. Me imagino que Dios ha hecho una apuesta conmigo y que si corro lo suficientemente rápido él traerá a Nikki de vuelta. Así que empiezo a hacer un sprint en el último tramo. De pronto estoy corriendo muy rápido, más rápido de lo que cualquier otro ser humano ha corrido antes. En mi mente oigo que Dios me dice que el último trozo debo correrlo en menos de cuatro minutos, lo cual es casi imposible, pero lo intentaré por Nikki. Corro más rápido que nunca y cuando estoy a una manzana de distancia de mi casa oigo que Dios empieza a contar en mi mente ?5, 4, 3, 2? y cuando mi pie derecho se apoya sobre la acera de cemento de casa de mis padres Dios dice ?1?, lo cual significa que sí he corrido lo suficientemente rápido, pues he llegado antes de que diga cero. Estoy feliz. ?Estoy increíblemente feliz!

Cuando llego, la puerta de mis padres está cerrada, así que subo, me ducho y me cubro entero con el edredón. Saco el sobre de debajo de la cama. Respiro hondo y abro la carta. Mientras leo las páginas escritas a máquina, mi mente estalla con un conflicto de emociones y necesidades terribles.


Pat:

Lee esta carta de principio a fin. ?No tomes ninguna decisión hasta que hayas leído la carta entera! ?No leas la carta a menos que estés solo! ?No le ense?es esta carta a nadie! ?Cuando termines de leerla quémala inmediatamente!