Entrelazados

—Sólo me refería a que nos llamarían locos, y a que cotillearían sobre nosotros —le explicó.

Otro motivo para adorarlo: su naturaleza protectora. Sin embargo, ?aquella naturaleza significaba que Victoria y él eran algo más que princesa y guardaespaldas? ?Más que amigos? Apretó los pu?os. ?Estaría celosa? No. No podía ser.

—Creía que los vampiros y los hombres lobo eran enemigos. Aden me contó que la vampira siempre le dice que se aleje de ti.

—Es muy traviesa.

—Entonces, ?no sois enemigos?

—No. Vlad, el primero de los vampiros, les dio la misma sangre que él había bebido a sus amadas mascotas. Ellas también empezaron a cambiar. Pronto fueron capaces de adoptar la forma humana, aunque conservaron sus instintos animales. Durante aquellos primeros a?os eran feroces, malvadas, e intentaban comerse a todo aquél con el que se cruzaban. La gente que había sufrido ataques y sobrevivía comenzó a cambiar también, aunque ellos conservaron sus instintos humanos. ésa es mi gente. Vlad los ayudó y los cuidó. En agradecimiento, mi gente juró que lo protegería.

Aquella historia era fascinante. Daba miedo, pero era fascinante. Sin embargo, Mary Ann tenía otras preguntas que hacerle.

—?Y por qué has decidido mostrarme tu forma humana ahora?

—Porque sí. Pero creo que ibas a contarme eso de lo que estabas hablando antes.

Era frustrante, pero Mary Ann respondió. Confiaba en él y pensaba que podría ayudarlos. Con un suspiro, le contó algo de lo que le sucedía a Aden.

—Creo que podemos ayudarle a averiguar quiénes son las personas que están en su mente. Y creo que el mejor sitio para comenzar son los padres de Aden. Desde ese punto podemos averiguar dónde nació, y quién estaba cerca de él. El único problema es que no sé dónde están sus padres.

—Llámalo y pregúntaselo —le dijo él, y la empujó suavemente con el hombro.

Durante un instante, ella permaneció inmóvil. él la había tocado deliberadamente. Y su piel, incluso a través de la ropa, era muy cálida. Maravillosamente cálida.

—No puedo. Vive en un rancho para chicos con problemas y si lo llama una chica pueden echarlo de allí, porque se supone que él no debe estar pensando en salir con nadie, sino en mejorar su futuro.

—Me has dicho que no estabas saliendo con él —dijo Riley. Lo dijo en voz baja, pero sus palabras fueron muy intensas.

—No estoy saliendo con él. Sólo estaba explicando lo que podría pensar el hombre que se hace cargo de ellos.

?Por qué podría importarle a Riley que ella estuviera saliendo con Aden? ?Por el mismo motivo por el que a ella le importaba que él estuviera saliendo con Victoria? ?No pienses en eso ahora?.

Calibró sus opciones con Aden, y estuvo a punto de aplaudir, porque se le ocurrió una idea.

—Tú puedes visitarlo ahora mismo sin causarle problemas. Puedes preguntarle cómo se llamaban sus padres, y si los conoció. Si no lo sabe, tal vez pudieras pedirle el carné de conducir y, con esos datos, yo podría solicitar su certificado de nacimiento por Internet.

Riley estaba negando con la cabeza antes de que ella terminara de hablar.

—No.

—Por favor. Puedes ir corriendo hasta él y volver conmigo en muy poco tiempo. He visto lo rápido que eres. Por favor —repitió—. Ayudar a Aden también sería muy beneficioso para mí, ?sabes? Cuanto más aprenda sobre sus habilidades, más puedo aprender de las mías.

él puso cara de pocos amigos.

—Deja de abanicarme con las pesta?as. Soy inmune a las artima?as femeninas.

?Ella estaba abanicándolo con las pesta?as? ?Y usaba artima?as? Tuvo ganas de sonreír.

—Bueno, siempre puedo averiguarlo ma?ana en el colegio. Aunque seguramente esta noche no voy a dormir, porque estaré dándole vuelvas a la cabeza todo el tiempo. Y, claro, la falta de sue?o me perjudicará durante el examen de lengua inglesa, y seguro que eso va a estropear mis excelentes notas. Pero lo superaré. Al final, claro.

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