Tres meses (Meses a tu lado #3)

Cuando hizo un mes que no la veía... decidí que se había acabado.

Una última llamada. Si no respondía, dejaría de intentarlo.

Y... no lo hizo. No respondió.

Cuando sonó el último pitido sin respuesta, dejé caer el móvil sobre la cama y me quedé mirando la ventana un momento antes de recogerlo otra vez y, sin pensarlo, borrar su número. Era una adiós. Esta vez de verdad.

Esa noche, volví a emborracharme con Vivian.

Y a la siguiente. Y a la siguiente...

Honestamente, perdí la cuenta de la cantidad de veces que me emborraché durante esos meses. Solo sé que solo quería ver a Vivian. Era la única compa?ía que podía soportar. Era la única que me entendía.

Ni siquiera preguntó por Jen durante esos meses. Solo lo hizo una vez, cuando estábamos los dos en mi habitación intentando hacer un proyecto para la clase de guión. Ella me lanzó la goma de borrar a la cabeza para llamar mi atención y le puse mala cara.

—?Tengo una idea! —exclamó alegremente, saltando de la cama para acercarse al sofá conmigo—. Una idea genial.



—?Y cuál es esa idea tan genial? ?Copiar el guión de Star wars?



—No —empezó a reírse y me pasó un brazo por encima de los hombros—. ?Qué nos dijeron en nuestra última clase?



—No sé. Me dormí.



—No te dormiste. Vamos, Ross, ?qué dijo el profesor cuando nos presentó el proyecto de crear un guión?



Lo pensé un momento, mirándola.

—Que... las mejores historias nacen de nuestras propias experiencias.



—?Exacto! ?Sabes qué suele decir mi padre? Rómpele el corazón a un músico y serás su mejor canción.



—Yo no soy músico, Viv.



—Ya lo sé —puso una mueca—. Ya podrías ser un guitarrista tatuado y rarito. Eso me gusta.

—?Puedes centrarte?



—?Vamos, Ross! No eres músico, pero eres director. Esa chica te rompió el corazón. ?Se te ocurre algo mejor que usar eso para escribir el mejor guión de tu vida?



No me pareció una gran idea, pero a ella sí, así que no me negué directamente. Solo sacudí la cabeza.

—No me apetece recordarla, Viv.



—Ya lo sé, cari?o. Pero piénsalo. Podría ser una buena idea. Yo te ayudaría.

Sonreí de lado.

—?Cari?o? ?En serio?



—?Prefieres que te llame por tu nombre? —sugirió, divertida—. ?Jack?



Casi al instante en que pronunció esa última palabra, sentí que algo se rompía en mi interior.

—No —dije en voz baja—. No... no me llames así.



—Pues cari?o —me dio un beso en la mejilla—. Vamos a escribir el guión que te hará famoso, venga.



Sonreí al ver su entusiasmo y, al final, suspiré.

—Muy bien. Vamos a escribir ese guión.



No sé cuántas horas pasamos encerrados en mi habitación hablando y escribiendo mi historia con Jen. Cada vez que le contaba una parte de ella, Vivian la escribía rápidamente y la moldeaba para que quedara mejor. Luego, yo lo moldeaba para que Jen quedara exactamente cómo había sido toda nuestra relación; una farsa.

No sé en qué momento decidí verter todo mi rencor en ese guión, pero lo hice. No pude evitarlo. Cada palabra, cada frase, cada diálogo... destilaba rencor. Rencor por haberme roto el corazón de esa forma. Incluso llegué a pensar que me había pasado, pero cambié de opinión cuando ambos le presentamos el proyecto al profesor y él asintió con la cabeza, encantado.

—Solo falta una cosa —comentó cuando lo hubo leído.



Vivian y yo intercambiamos una mirada.

—?El qué? —preguntó ella.



—Un título —el profesor nos miró por encima de las gafas—. ?No tenéis ninguno pensado?



Vivian se quedó en blanco al instante. Lo supe en cuanto la miré. Sin embargo, yo sentí que el título ya había sido elegido incluso antes de escribir la historia.

—Tres meses.



El profesor me miró unos segundos, pensándolo.

—Tres meses —murmuró, pensativo—. Sí. Está muy bien. Se la ense?aré a un amigo mío que... mhm... creo que podría gustarle. Buen trabajo, chicos.



Dos semanas más tarde, recibí la llamada que cambió todo; el amigo de mi profesor, un productor importantísimo, estaba interesado en nuestro guión.

No sé si estaba más entusiasmado yo o Viv. Ella empezó a chillar, emocionada, y a abrazarme cuando le conté que me iría de la escuela para empezar a grabar la película.

—?Ya eres oficialmente un director! —exclamó, entusiasmada, separándose para mirarme—. ?Sabía que lo conseguirías!



—No lo habría hecho sin ti —le aseguré, sonriendo.



—?Claro que lo habrías hecho! ?No digas tonterías!



—No, Viv —le sujeté la cara con ambas manos—. No lo habría hecho sin ti. Esta película no es solo mía, es de los dos. Quiero que seas mi actriz principal.



Ella se quedó mirándome por lo que pareció una eternidad, pasmada.

—?Yo?



—Claro —sonreí—. Eres la mejor actriz que conozco.



—P-pero... no tengo experiencia y...



—Yo tampoco la tengo. Hacemos un buen equipo.



Empecé a ver la emoción en sus ojos cuando sonrió, incrédula.

—?De verdad quieres que sea tu actriz principal?



—Pues claro que lo quiero. Con suerte, quizá puedas hacer que tus padres dejen sus trabajos y disfruten un poco de la vida a tu costa —bromeé.



A Vivian se le llenaron los ojos de lágrimas cuando me rodeó el cuello con los brazos y me dio un abrazo que casi me dejó sin respiración.

***

El rodaje fue genial. Lo hicimos casi todo en Francia, y el productor me dejó hacer prácticamente todo lo que quisiera. Además, Viv y el actor principal tenían mucha química entre ellos. Era perfecto.

Y, sin embargo, una parte de mí era incapaz de ser feliz cada vez que grabábamos una escena.

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