Había estado tan mal tanto tiempo que estar bien era, simplemente... extra?o.
Esa noche, no sé por qué, pero no dejaba de acercarme a Jen y a apretujarla contra mí. Es decir, más que de costumbre. Y ella no se quejaba en absoluto. Solo me miraba con esa sonrisita inocente que me volvía loco.
Al final, no pude evitarlo y tiré de ella hasta que la tuve tumbada delante de mí en el sofá, olvidándome de la existencia de los demás. Ella se quedó entre el respaldo y yo, sonriendo con cierta sorpresa.
—?Qué te pasa hoy? —murmuró para que solo yo pudiera oírlo.
—Estoy de buen humor —sonreí.
—Me encanta tu buen humor.
—A mí me encantas tú.
Soltó una risita y yo no pude contenerme. Le atrapé la cintura con una mano y la nuca con otra, acercándola a mí. La besé en una comisura de los labios. Y en la otra. Y en las mejillas, y en la nariz... no podía parar. Era adictiva. Ella no dejaba de sonreír. Supongo que yo tampoco.
Cuando por fin la besé en los labios, noté que sus manos formaban pu?os con la tela de mi camiseta, tirando de mi cuerpo hacia ella.
—Vamos a la habitación —murmuró enseguida.
Sonreí.
—?Tienes prisa, Mushu?
—Sí, la tengo por tu culpa, provocador.
Do?a pantaloncitos sexys llamándome provocador.
Eso sí que era ironía.
La seguí dócilmente hacia nuestra habitación y cerré la puerta cuando ella se dejó caer en la cama. Cuando me tumbé a su lado, se colocó a horcajadas sobre mí y yo la sujeté automáticamente del culo, acariciándose esos pantaloncitos sexys con las palmas de las manos.
Pero cuando la besé, me sorprendí a mí mismo haciéndolo de forma... casi tierna.
?Cuándo demonios había besado yo a alguien con ternura? Ni siquiera sabía que pudiera hacerlo.
Me separé de Jen y le pasé el pulgar por el labio inferior. Estaba enamorado de su boca. Y de su cara. Y de toda ella. Nunca me cansaría de esto.
—No te has ido en todos estos meses —murmuré.
—?Todavía creías que lo haría? —sonrió un poco.
—A veces, me cuesta seguirte —y era cierto.
Jen negó con la cabeza y me besó en los labios.
—No me iré. Y lo sabes.
—?Y si...?
—Jack, honestamente, creo que ya he visto lo peor de ti —enarcó una ceja, mirándome—. Si me hubiera querido ir, lo habría hecho hace tiempo. ?Crees que me iré ahora que vuelves a ser el de siempre?
Cerré los ojos un momento. ?Por qué no podía relajarme y asumir que no iba a marcharse de repente otra vez? ?Por qué era tan difícil asumirlo?
—Sé que es una tontería —la miré—, pero necesito que lo digas otra vez.
Jen se tensó un poco. Me daba la impresión de que seguía intimidándola un poco decirlo, por eso no lo había repetido ni una sola vez. Pero yo necesitaba volver a oírlo.
—?Me quieres? —pregunté.
Jen por fin me miró y sonrió un poco, acariciándome la mandíbula con los dedos.
—No —murmuró, y mi corazón se encogió, pero entonces ella me sonrió—. Te amo.
Abrí mucho los ojos.
?Q-qué...?
Creo que mi cerebro ni siquiera lo había asumido cuando ella se echó a reír. Su risa hizo que mi cuerpo reaccionara y empecé a notar cómo mi corazón se aceleraba bruscamente.
—?Eh? —murmuré con un hilo de voz.
Jen seguía riéndose de mi cara de estupefacción.
—Sinceramente, Jackie, me esperaba una reacción un poco más positiva.
—P-pero... yo... es decir... ?eh?
—Que te amo —repitió, acercándose a mí y dándome un suave beso en los labios.
Me incorporé, quedando sentado con ella en mi regazo. Jen seguía sonriendo cuando me rodeó el cuello con los brazos y la cintura con las piernas.
—?No vas a decir nada? —me preguntó, divertida.
Iba a responder, pero me callé cuando tiró de mi cuello y pegó su boca a la mía. El beso que me dio hizo que mi cuerpo empezara a acelerarse, como cada vez que me dedicaba sus peque?as sonrisas pervertidas.
—?Qué hay de ti, Jack? —preguntó, separándose un poco para mirarme.
—?Eh? —repetí como un idiota.
—?Me amas?
Por fin, después de esos segundos de shock inicial, sentí que mi cabeza se movía y empezaba a asentir.
—Claro que te amo, Jen. Joder, claro que lo hago. ?En serio tenías alguna duda? ?Me has visto? ?Has visto cómo me afectas?
—?Y eso es bueno? —bromeó, sonriente.
—Eres la única persona en mi vida por la que he querido cambiar a mejor, Jen.
Ella dejó de sonreír al instante, mirándome. Vi que tragaba saliva.
—Eres mi punto débil —le aseguré en voz baja—. Y no sabes lo aterrador y emocionante que es eso.
—Jack...
Se le habían llenado los ojos de lágrimas. Negué con la cabeza y la acerqué a mí, pegando mi frente a la suya.
—Nunca pensé que me dirías eso —murmuré finalmente.
Jen tragó saliva de nuevo y me sujetó la cara con las manos, obligándome a mirarla.
—Pues métetelo en la cabeza, porque eso no va a cambiar.
—?No? —sonreí.
—No voy a dejar de amarte por muy idiota que puedas llegar a ser, así que prepárate para aguantarme por mucho más tiempo.
—?Cuánto tiempo? —bromeé.
—Hasta que te canses de mí.
Sonreí, mirándola.
—Pues prepárate para hacerlo toda la vida.
Capítulo 19
El gif es un poco malvado peeeero también es la dura verdad JAJAJA
Por cierto, sigo viva je,je... perdón por tardar tanto en actualizar sonrisa de angelito
Bueno ya aprovecho y os digo (porque vi que había bastantes dudas al respecto) que sí habrá capítulos de lo que sucedió tras el final de Después de diciembre, de hecho ahora habrá unos cuantos saltos temporales en los capítulos para llegar a ello.
Pero bueno, a lo que os interesa... a leer :D
Bueno... nunca creí que diría esto, pero anoche había tenido que rescatar a Jen de la policía.
Sí. Lo habéis leído bien.
Lo último que me esperaba cuando fui a buscarla fue encontrármela lanzando cosas a un maldito coche patrulla... CON EL MALDITO POLICíA DENTRO DE éL.