Tres meses (Meses a tu lado #3)

Vale, no quería que se fuera, pero tenía que irse. No me gustaba dejarla sola estando así de triste. Incluso aunque supiera que su familia la estaba esperando en su casa.

Tragué saliva cuando Naya y Will se despidieron de ella ya dentro del aeropuerto. Mierda, quería ir con ella. Y, por la mirada que me echó cuando se acercó, me dio la sensación de que ella también quería que fuera, pero no estaba muy seguro. Y era un momento muy íntimo para su familia. No quería molestar.

Así que me limité a colgarle la mochila del hombro y sujetarla por la nuca.

—Aunque no esté ahí físicamente, no estarás sola —murmuré—. No lo estarás en ningún momento, ?vale?

Ella asintió con la cabeza y le di un beso en la frente antes de soltarla. Jen me miró unos segundos y, tras respirar hondo, se dio la vuelta y se perdió entre la gente.

Y, así de fácil, ya se había marchado otra vez.





Capítulo 16




??Mini-maratón 2/2??

Suspiré cuando vi que mi madre me estaba llamando. No tenía muchas ganas de hablar con nadie.

—Mamá —la saludé nada más descolgar.

—Hola, Jackie —pareció confusa—. No suenas muy animado. ?Va todo bien?

No. Jen se había ido por la ma?ana y solo había podido hablar con ella por teléfono. Y ahora Jen iba a dormir sola cuando podría estar con ella. No, no estaba todo bien.

—Más o menos —dije, sin embargo—. ?Qué pasa?

—Bueno... había pensado que como fue el cumplea?os de Jennifer podríamos cenar todos en casa para celebrarlo.

Puse una mueca.

—Mamá, no creo...

—?He hablado con tu padre! —me aseguró enseguida—. Y va a venir tu abuela, así que si tu padre se pone pesado le dará con el bastón y ya está.

—Mamá, no es eso. Jen no está aquí.

Hubo un momento de silencio.

—?Os habéis peleado? —preguntó con un sorprendente tono de desilusión.

—No. No es eso... es... —suspiré—. Su abuela... murió ayer. Ha tenido que volver a casa por el funeral.

—Oh, no —murmuró—. Jackie, ?cómo no me lo has dicho hasta ahora? Tienes que ir.

—Mamá, no creo...

—?A ti te gustaría que se muriera tu abuela y Jennifer no estuviera ahí para ti en un momento tan complicado?

—Mamá, no quiero molestar a su familia.

Casi pude visualizar que estaba poniendo los ojos en blanco.

—Haz lo que quieras, Jackie, pero yo creo que deberías ir. Si yo fuera Jennifer, querría que fueras.

Lo consideré un momento. Había pensado en ir, pero una parte de mí no estaba muy segura de si Jen realmente me querría ahí. No quería molestarla en un momento así, pero a la vez... mi madre no estaba tan equivocada.

—Sí, tienes razón —murmuré.

—Pues claro —dijo, muy digna—. Si al final decides ir, tu abuela y yo iremos contigo.

—?En serio?

—Pues claro que sí, hijo —dijo, como si fuera obvio—. Voy a llamar a tu abuela para contárselo, ?vale? Tú encárgate del vuelo.

—Vale —sonreí un poco.

—Avísame si necesitas que pague algo.

—Mamá, tengo dinero —le aseguré.

—Bueno, pero quiero pagarlo yo.

No iba a ponerme a discutir por eso. Al final, accedí a rega?adientes y fui al salón en pijama. Will y Naya estaban abrazados en el sofá mirando una película. Sue estaba leyendo un libro en el sillón.

—Voy a ir a ver a Jen —les dije directamente—. Me voy ma?ana. Ahora llamaré a Joey para que consiga los billetes de avión.

—?Los conseguirá tan rápido? —preguntó Sue, sorprendida.

—Esa mujer hace milagros —le aseguré.

—?Espera! —Naya dio un respingo y me miró—. ?Yo también quiero ir! Jenna también es mi amiga. No quiero que esté sola.

—Entonces, yo también voy —Will asintió con la cabeza.

Los tres miramos a Sue a la vez. Ella suspiró.

—Pues yo me quedo a controlar que los dos parásitos no hagan explotar la casa en vuestra ausencia —dijo finalmente—. Dadle un abrazo a Jenna de mi parte.

—Nunca me acostumbraré a que Sue sea cari?osa con otro ser vivo —murmuró Naya.

—Contigo no lo seré nunca —le aseguró Sue, volviendo a leer su libro.

Naya le sacó la lengua y Sue le sacó el dedo corazón. Will y yo sonreímos, divertidos.

Me alejé de ellos y llamé rápidamente a Joey, que se hizo cargo de los billetes con una eficiencia tan sorprendente como de costumbre. En menos de media hora, ya teníamos un vuelo para todos. Y nos daría tiempo a llegar al funeral. Solo esperaba que Jen estuviera bien.

***

Dios, parecía que hacía a?os que no visitaba la casa de los padres de Jen.

La última vez que había estado ahí... había sido justo antes de que todo terminara entre nosotros. Tragué saliva, incómodo, cuando la abuela me puso una mano en el codo.

—Venga, Jackie —me animó—, tu novia va a necesitar un buen abrazo.

—No es mi novia —aclaré, aunque tenía una peque?a sonrisa en los labios.

—Todavía —mi abuela subió y bajó las cejas, y negué con la cabeza.

Las sonrisas se borraron cuando llegamos a la puerta principal. Estaba abierta. Carraspeé y entré el primero al funeral.

Apenas reconocí a nadie. Solo a la familia más cercana de Jen. Estaban todos hablando con invitados, así que ni siquiera me vieron, pero yo solo podía buscarla a ella con la mirada.

Y estaba sentada en el sofá. Estaba tan distraído mirándola que apenas fui consciente de que el imbécil de su exnovio estaba sentado a su lado. Honestamente, en ese momento me daba casi igual.

Esquivé a dos invitados y esbocé una peque?a sonrisa triste cuando nuestras miradas se cruzaron y yo me apresuré a acercarme a ella. No supe muy bien cómo interpretar su expresión. Estaba un poco lívida, con aspecto cansado y, a la vez, tenía una peque?a sonrisa en los labios.

—?Qué haces aquí? —me preguntó en voz baja.

—No íbamos a dejarte pasar por esto sola —le dije, también en voz baja.

—P-pero... los billetes... yo...

—Soy Steve Jobs, ?no?

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