ángeles en la nieve

Me apoyo sobre un escritorio atestado de papeles.

—Supongo que todos sabéis que este asesinato es el caso más importante al que se ha enfrentado nuestro departamento. Somos el equipo de investigación, y todo el país estará pendiente, así que no se nos permite cometer errores.

—Yo nunca he investigado un asesinato antes —dice Jussi.

—Fuiste a la academia; limítate a hacer lo que te ense?aron.

Cuando yo ingresé en el cuerpo, sólo había que ir a la Academia de Policía un par de meses. Ahora hace falta una licenciatura para ser policía. Antti y Jussi tienen poco más de veinte a?os y son agentes de Policía con formación académica.

—Además —a?ado—, contamos con buenas pruebas; puede que no sea un caso difícil.

—Mis vacaciones de invierno empiezan pasado ma?ana —plantea Antti—. Estaré fuera dos semanas.

—Ya no. Tus vacaciones quedan canceladas hasta que acabemos con esto.

—?Por qué? —protesta, levantando un poco la voz.

—Porque es tu trabajo. Ya hay otras personas de vacaciones; no tenemos a nadie más. Vosotros sois los agentes de guardia; es vuestro caso.

—Tengo billetes de avión para Tailandia.

Me está poniendo dificultades porque el asesinato de Sufia interfiere con sus planes de irse a follar con putas tailandesas en Navidad.

—Lo siento —replico.

Bajo las luces, me dirijo al ordenador y pongo en marcha el pase de diapositivas de Power Point con intervalos de diez segundos. Las imágenes de la escena del crimen se suceden sobre la pared.

—Anoche interrogué a los vecinos de Marjakyl?. Para alguien que viviera allí sería pan comido matar a Sufia, conducir doscientos metros y volver a meterse en casa. —Le doy mi cuaderno a Valtteri—. Quiero que empecéis comprobando coartadas.

Valtteri saca una linterna de bolsillo y hojea el cuaderno.

—Está tu padre.

—A él también.

Aparece una imagen del rostro y el torso de Sufia y congelo la imagen.

—Tenemos mutilaciones y una botella de cerveza rota que le han introducido por la vagina. Puede que la hayan violado antes de matarla. Le han sacado los ojos, como si el asesino no quisiera verla. Eso podría significar que estaba avergonzado. También le han cortado un fragmento del pecho.

Jussi pone cara de asco y me interrumpe:

—?Quién cojones podría hacer algo así?

—Puede ser un depredador sexual psicótico y misógino. No tenemos una larga tradición de asesinos en serie en el país, pero nunca se sabe. Si lo es y es de la zona, probablemente ésta sea su primera víctima, o reconoceríamos su modus operandi, y es de esperar que se produzcan más asesinatos periódicamente.

—Para este tipo de asesino en serie, si lo es, hay un perfil típico —apunta Antti.

—Sí. Los asesinos en serie suelen ser varones, de veinte a treinta a?os. Sus motivaciones suelen ser el sexo, el poder, la dominación y el control. Podría clasificárseles en dos categorías: organizados y desorganizados. El móvil de un asesino organizado suele ser, en la mayoría de los casos, la violación. Los asesinos organizados suelen poseer una inteligencia superior a la media y planean sus crímenes metódicamente. Es frecuente que secuestren a sus víctimas, las maten en un sitio y se deshagan del cuerpo en otro. Los asesinos desorganizados suelen moverse más por sadismo, tienen una inteligencia menor, cometen crímenes de forma impulsiva, con oportunismo, y dejan los cuerpos en el lugar del asesinato. En ambos casos, es frecuente que se produzca una serie de cinco o más asesinatos, con pausas intermedias. Lo más probable es que un asesino en serie haya elaborado fantasías sexuales y criminales desde la adolescencia, o incluso desde antes. Ya de adulto, la realidad puede resultarle decepcionante, lo que le incita a reproducirla una y otra vez, intentando encontrar el modo en que sus asesinatos le resulten más satisfactorios.