El lado bueno de las cosas

—?Quién podrá ser? —pregunta mamá de un modo exagerado, lo cual sugiere que sabe exactamente quién podría ser.

Empiezo a emocionarme porque pienso que igual es Nikki; que mamá ha organizado el mejor de los regalos de Navidad. Pero cuando abro la puerta tan solo están Ronnie, Veronica, Tiffany y la peque?a Emily. Todos ellos saltan al vestíbulo y empiezan a cantar:

—We wish you a Merry Christmas. We wish you a Merry Christmas. We wish you a Merry Christmas and a Happy New Year.

En este momento, Tiffany deja de cantar, pero Ronnie y Veronica continúan cantando a voz en grito la primera estrofa y mi madre sonríe todo el tiempo mientras escucha las buenas vibraciones que le traen. La peque?a Emily parece un esquimal de tan forrada como va, pero los cantos de sus padres hacen que su carita parezca contenta. Incluso puedo ver las luces del árbol de Navidad reflejadas en sus ojos oscuros. Mientras cantan, la familia de Ronnie parece una familia feliz, y yo envidio a mi amigo.

Tiffany se mira los pies, pero se une de nuevo al canto cuando vuelven a entonar el estribillo.

La canción acaba con Ronnie sosteniendo la última nota demasiado rato, pero mi madre aplaude igualmente, y entonces nos sentamos todos alrededor del árbol de Navidad y tomamos más ponche de huevo.

—A lo mejor te apetece darles a tus amigos sus regalos —dice mamá.

Mamá me ha llevado de compras muchas veces durante las últimas semanas y hemos elegido regalos para la gente que me ha ayudado a ponerme mejor, porque mamá dice que es importante reconocer a la gente especial en tu vida durante las vacaciones. A Cliff le encantó la diana de los Eagles, y resulta que tanto a Veronica como a Tiffany les gustan los perfumes que les compramos (gracias a Dios, ya que olí casi cada botella del centro comercial Cherry Hill); a Ronnie le encanta el balón de fútbol oficial de la NFL de piel que elegí para él, ya que así puede practicar sus lanzamientos, y la peque?a Emily abraza el águila de juguete con la camiseta de los Eagles que escogí especialmente para ella, e incluso empieza a chupar el pico amarillo tan pronto como acaba de arrancar todo el papel.

Por el bien de mi madre, mantengo la esperanza de que quizá mi padre baje y se una a la fiesta, pero no lo hace.

—Y nosotros también tenemos un regalo para ti —me dice Ronnie—. Vamos, Em, démosle al tío Pat su regalo.

Le da a Emily una caja que pesa demasiado para que la lleve, y eso que ahora camina bastante bien, de modo que Emily y él me acercan el regalo.

—?Para Pap! —dice Emily, y empieza a arrancar el papel.

—?Quieres que te ayude? —le pregunto, y ella rasga el resto del papel mientras todos miran.

Una vez que Emily acaba con el papel, abro la caja y busco a través de las virutas de poliestireno; así encuentro lo que parece ser una placa de algún tipo. La saco de las virutas y puedo ver que es una foto enmarcada de Hank Baskett. Está en el final del área con un balón en la mano.

—La hicieron durante el partido de Dallas —dice Ronnie.

—Lee lo que está escrito en la foto —dice Veronica.


Para Pat,

?vas camino de la victoria!

Hank Baskett n.° 84



—?Es el mejor regalo del mundo! ?Cómo conseguisteis que Baskett firmara la foto?

—El primo de Veronica es peluquero —explica Ronnie— y uno de sus clientes trabaja para el departamento de promociones de los Eagles, de modo que pudimos mover algunos hilos. Vinnie dijo que era la primera petición que su contacto recibía para un autógrafo de Baskett y que Baskett estaba realmente emocionado por tener una petición, ya que sus autógrafos no tienen mucha demanda.

—Gracias, Ronnie —digo, y entonces nos damos un típico abrazo de hombres con un solo brazo.

—Feliz Navidad —me dice Ronnie mientras me da un golpe en la espalda.

—Bien, odio interrumpir la fiesta, pero necesitamos meter a Emily en la cama antes de que Papá Noel baje por la chimenea —dice Veronica.

Mientras se ponen los abrigos, mi madre coloca sus regalos en bolsas de fiesta con asas bonitas y le da las gracias a todo el mundo por venir, diciendo:

—No sabéis lo mucho que esto significa para Pat y para mí. Habéis sido tan buenos con nosotros este a?o… Sois gente buena. Todos vosotros. La mejor gente. —Y entonces mamá empieza a llorar de nuevo—. Lo siento. Gracias. Feliz Navidad. No os preocupéis por mí. El Se?or os bendiga.

Justo antes de que todo el mundo se vaya, Tiffany me agarra la mano, me besa la mejilla y dice:

—Feliz Navidad, Pat.

Cuando separa su palma de la mía, tengo un cuadrado en la mano, pero la mirada de Tiffany pide que guarde silencio, de modo que pongo el cuadrado en mi bolsillo y digo adiós a la familia de Ronnie.