?Nick es tu padrino? —Asiento y silba por lo bajo—. Vaya, claro que sí.
—Soy el paje de Sarah. —Se?ala con el pulgar a la persona que lo acompa?a—. Elle es Greer Taylor. Es paje de Russ.
—Qué hay, gente —saluda, Greer. Tiene la altura y la complexión de une jugadore de baloncesto, con brazos y piernas largos y musculosos. Lleva el pelo rubio oscuro recogido en una sola trenza sobre el hombro, y algunos mechones más cortos le caen por delante de un gorro de punto gris ladeado. Viste un chaleco de traje de color pizarra, desabrochado y de aspecto caro, sobre una camisa vaquera sin rematar y unos vaqueros con los bajos doblados. Tiene un aspecto a medio camino entre alta costura y hípster. También retuerce las manos delante de la hebilla del cinturón en un gesto nervioso que me recuerda dolorosamente a Alice.
—Se me ocurrió venir a presentarnos —dice Whitty mientras echa un vistazo de reojo al resto de la sala—. Si las historias del torneo son ciertas, luego ya tendremos tiempo de sobra para estar a la gre?a.
Nick se dispone a replicar, ya sea para calmar nuestros temores o para contrarrestar la previsión de violencia de Whitty. Sin embargo, se detiene cuando un chico alto de pelo rizado y casta?o aparece junto a su codo.
—Siento interrumpir, pero ?eres Nick Davis? —Cuando el aludido asiente, las cejas del chico se disparan. Le ofrece la mano —. Soy Craig McMahon, paje de cuarto a?o.
El a?o de carrera no afecta al momento en que se selecciona a un estudiante, por lo que alguien que se incorpore en el último curso será solo un paje de primer a?o y solo tendrá una oportunidad para ser seleccionado como escudero de un legendborn. Si Craig es de cuarto a?o, entonces lo reclutaron cuando estaba en primero.
Nick estrecha la mano del chico.
—Los McMahon son vasallos de la línea de Bors, ?verdad? ?Te han traído Fitz o Evan?
—Sí. —Craig asiente y levanta la mano para mostrar una fina banda de cuero de color naranja oscuro enrollada en la mu?eca con una moneda de plata en el centro—. Mi familia ha prestado cinco generaciones de servicio desde el exterior. Soy el primero en ser paje. —Sus ojos se dirigen a mí y de nuevo a Nick—. ?Es cierto, entonces? ?Reclamarás tu título?
Un ligero rubor le aparece en las mejillas, pero levanta la barbilla.
—Es verdad.
Craig sonríe.
—Estoy en último curso. La última oportunidad para ser escudero. No creí que llegara a conocerte, pero… —Sus ojos se desvían hacia mí un instante y percibo algo afilado en esa mirada —. Me gustaría postularme oficialmente. ?Tienes un minuto?
Nick aprieta la mandíbula y Whitty sonríe con la boca en la bebida. Craig arrastra a Nick y se alejan unos metros para conversar. Greer nota mi confusión y se acerca.
—Todo esto es nuevo para ti, ?verdad?
Tengo la historia que hemos acordado a punto.
—Nick y yo nos conocimos en el Programa de Admisión Temprana. Creyó que encajaría bien.
—Solo Nick podría salirse con la suya al meter a alguien de fuera del vasallaje —dice, y le ofrece una sonrisa alentadora—.
Seguro que se alegra de que no seas como ellos.
Se?ala discretamente con la barbilla en dirección a Craig.
—?Cómo?
—Una acólita de los legendborn. Adoradores fundamentalistas de las líneas de sangre. Craig quiere que Nick lo elija antes de que las pruebas empiecen. ?Quieres un chicle? Mastico cuando estoy nerviose. —Rebusca en la mochila para sacar un paquete nuevo.
Me fijo en el lazo rojo que lleva de gargantilla y hago una suposición de que la familia de Greer sirve a la línea a la que pertenecen Felicity y Russ. Cuando lo rechazo, sigue hablando—. Los acólitos son un tipo especial de creyentes, de eso no cabe duda.
—Lo dices como si la Orden fuera una secta.
—En ocasiones, está cerca de serlo —interviene Whitty mientras observa cómo entran algunas personas más.
Greer se encoge de hombros.
—Todo es un salto de fe cuando eres de fuera y todavía no tienes la Visión. Parece que estás tomándotelo bastante bien, Bree.
—Greer me evalúa con sus ojos marrones y una sonrisa amable antes de meterse otro chicle en la boca—. ?Cómo reaccionaste cuando Nick te habló de Arturo?
?Arturo? Greer dice el nombre sin pausa ni inflexión. Como si el rey Arturo fuera un tipo normal que podría entrar por la puerta en cualquier momento. Tardo unos segundos en elaborar una respuesta que no delate el alcance de mi ignorancia.
—Me sorprendió, por supuesto.
Nick y Craig regresan, con Felicity a la zaga, que se nos acerca con un portapapeles y una sonrisa contagiosa. Tal vez se sorprendiera por la aparición de Nick, pero ahora que el evento ha comenzado, está en su salsa. Apostaría a que forma parte del consejo estudiantil en el mundo de los comunes, al otro lado de estas paredes.
El mundo en el que el rey Arturo es solo una historia, no una persona. Si Arturo es real, ?también lo son sus caballeros? ?La Mesa Redonda? ?El Santo Grial?
Cuando Nick percibe mi expresión, la preocupación le crispa la frente, pero Felicity habla y nos distrae.
—Como coordinadora del reclutamiento de este a?o, tengo el placer de ofrecer a los iniciados un recorrido por la logia antes de empezar. ?Vamos? —Inclina la cabeza hacia el vestíbulo. Otro par de pajes ya esperan allí.
Whitty y Greer se mueven para seguirla, pero Nick me toca el codo. Me acerca a la ventana y me aleja de oídos indiscretos.
—?Estás segura de que quieres hacer esto? No es demasiado tarde para…
—?El rey Arturo es una persona real?
Nick palidece y parpadea. Parpadea otra vez.
—Sí, pero no de la manera que estás pensando.
—?Qué significa eso? —casi grito.
Unos cuantos pajes al otro lado de la sala se vuelven en nuestra dirección y sus miradas se centran en nosotros. Fitz parece tener ganas de darme una paliza. Nick esboza una sonrisa deslumbrante y me habla con los dientes apretados.
—No destaques.
—Explícate.
Recorre la sala con la mirada mientras habla.
—Lo que crees que sabes de la leyenda, las versiones que has leído u oído, casi todas se remontan a la Orden. Han metido mano en la mayoría de las historias sobre Arturo que se han extendido más allá de Gales y han escrito todos los textos, desde Geoffrey de Monmouth hasta Tennyson. Clérigos, escritores y archiveros vasallos han creado campa?as de desinformación para alejar a los comunes de la verdad. A esto me refiero cuando digo que es una mala idea. Los otros padrinos han tenido mucho más de diez minutos para preparar a sus pajes.
—Para. —Me balanceo sobre los pies mientras sigo mareada por las mentiras y las verdades—. Va a pasar. No me importa si eso es cierto.
—?Paje Matthews! —Felicity me llama desde la puerta.
—?Aquí! —Saludo con la mano, con una falsa sonrisa en los labios.
Voy en su dirección, pero Nick se interpone en mi camino.
—Las leyendas son peligrosas, Bree. No las subestimes.
*