—Está bien, empezaremos con un examen de nivel de treinta minutos. —Vuelven las protestas y el profesor sonríe—. Tranquilos, no contará para nota. Es solo una evaluación para saber, en términos generales, en qué punto se encuentran los conocimientos de cada uno antes de empezar el trimestre, o para que recuerden la última vez que estudiaron Genética. Trabajen con un compa?ero, compartan las ideas y anoten las respuestas.
?Trabajar con un compa?ero? es la segunda peor frase que se puede decir en una clase, justo después de ?proyecto en grupo?.
Sin embargo, hoy me hace muy feliz oírla.
—?Compa?eros? —pregunto con candidez.
Nick me estudia y evalúa sus opciones.
—Vale. —Abre una página vacía del cuaderno.
Los ayudantes del profesor reparten un taco enorme de hojas.
Tomo una copia y paso el resto. Pasamos los primeros minutos echando un vistazo al examen de nivel. Las hojas son bastante sencillas y una combinación de preguntas de respuesta múltiple y respuesta corta. Por supuesto, Nick no solo es guapo, también inteligente, pero yo he estudiado la materia hace mucho menos tiempo que él. Por el momento, me guardo mis pesquisas y tomo la iniciativa para ayudar a que las cosas avancen.
—Estamos con la sección de respuestas cortas y tenemos que escribirlas juntos. —Abro mi propio cuaderno por una página en blanco.
—Así es. —Se rasca la tenue sombra rubia de la barbilla—. Esta no la tengo del todo clara. —Se?ala con el dedo la número diez.
—?Los procesos comunes del ADN incluyen la replicación, la transcripción y la traducción. Describa a grandes rasgos las distintas funciones de estos procesos?.
—No me acuerdo de la diferencia.
—Es fácil confundir los términos. La replicación es hacer más ADN, la transcripción utiliza el ADN para crear ARN y la traducción tiene que ver con los ribosomas. Se usa el ARN para fabricar proteínas. —Dibujo un diagrama en el cuaderno—. Las imágenes ayudan.
Nick examina el dibujo y después me mira a los ojos.
—Sí que ayudan. Mucho.
No estoy preparada para la ligera sonrisa de agradecimiento que me dedica. Incluso a baja potencia, es cálida como un día de verano y me distrae por completo. Me remuevo en la silla.
Respondemos las otras cinco preguntas en poco tiempo y terminamos a falta de diez minutos. Arranco una hoja del cuaderno y garabateo algunas palabras. Cuando se la paso, se tensa como si el papel fuera a explotar al tocarlo. Veo cómo revisa la lista de palabras (sombrío, legendborn, paje, común, encanto, merlín, mago del rey, éter) antes de aplastarla en el pu?o y guardársela en el bolsillo.
Me inclino hacia él.
—No lo dejaré correr.
Toma aire despacio y con calma, la vista todavía al frente.
—?Cómo lo haces?
—No lo sé. —Me tiro de la herida de la boca—. Creo que es por el dolor —murmuro. Me mira con preocupación, pero le quito importancia con un gesto de la mano y sigo—: Una pregunta mejor es cómo lo hacen los merlines.
Niega con la cabeza.
—Sean cuales sean tus preguntas, las respuestas no valen la pena. Deberías actuar como si lo de anoche y lo de la cantera nunca hubiera pasado.
—?Suelten los bolis! —indica el doctor Ogren, reclamando de nuevo nuestra atención.
—No puedo.
Se vuelve hacia mí y en sus ojos brilla una se?al de advertencia.
—Esto es lo que haremos: pediré a McKinnon que te asigne a otro mentor porque, si nos ven juntos en el campus, levantaremos sospechas. Dejarás de hacer preguntas y seguirás con el semestre, porque esta conversación ha terminado. Lo siento, Bree, pero se acabó.
Se gira de nuevo hacia delante como si ya estuviera todo dicho.
Como si hubiera dictado un decreto.
No puedo evitar soltar una risita en la palma de la mano. Me oye y frunce el ce?o.
—?Qué?
La risita se convierte en una sonrisa de oreja a oreja. Me acerco de nuevo hasta que inclina la cabeza hacia la mía y susurro: —Por más que hayamos sufrido juntos un ataque demoníaco y me hayas salvado el pellejo cuando mi vida corría peligro, y te lo agradezco, esto no ha terminado. No sé quién te crees que eres, pero no tienes derecho a decirme qué hacer.
Su expresión de sorpresa es de lo más satisfactoria. Me levanto del asiento y avanzo por la fila hasta llegar al pasillo y a la puerta.
Plan B.
*
Tardo cinco minutos en encontrar una lista de las casas históricas que hay cerca del campus en el móvil, y hay muchas. Aun así, solo me cuesta un minuto más localizar la mansión rodeada de bosques.
La logia de la Orden de la Mesa Redonda. No es una fraternidad.
Es una sociedad secreta histórica. Vislumbro túnicas, cantos y rituales en catacumbas. Entonces, antes de que pueda seguir con mi investigación, me llama mi padre.
Ay.
Mierda.
No sirve de nada esconderse.
—Hola, papá.
—No quiero oírlo.
Uf, está cabreado.
—?Por qué no me llamaste anoche? ?Qué valor tiene tu palabra ahora mismo?
??Qué valor tiene tu palabra??. Otra frase típica familiar.
—No mucho —murmuro—. Es que…
?Sospecho que hay algo que no sabemos sobre la muerte de mamá. Sé a ciencia cierta que existe una red secreta de personas que hacen magia y saben borrar los recuerdos y…?.
—?Es que qué? —exige.
Aprieto los dientes y me invento una excusa.
—Se me olvidó. Conocí a algunas personas en la cena y se me fue el santo al cielo. Lo siento.
—?Qué pasa, Bree?
Le cuento las partes de la historia que es más probable que coincidan con la que le habrá contado el decano; cuando sepa de verdad lo que pasó esa noche y pueda demostrarlo, le contaré el resto. Sigue enfadado.
—Tenemos un acuerdo, peque. Si cuidas de ti misma, puedes quedarte. Si no…
—Vuelvo a casa. —Suspiro—. Lo sé. He tomado una mala decisión. No volverá a ocurrir.
*
En clase de Estadística, ojeo los resultados de Google y marco las páginas más interesantes.
Se conocen cinco sociedades secretas asociadas a la universidad, todas organizadas en torno a un tema central: las Gorgonas, el Vellocino de Oro, la Estigia, las Valkirias y la Mesa Redonda. Las tres primeras se basan en historias de la mitología griega; Las Valkirias, de la nórdica; y La Orden de la Mesa Redonda es la única sociedad que toma su nombre de una leyenda, la del rey Arturo.
Le había ense?ado la lista de palabras a Nick para picarlo. Para que reaccionara. Sin embargo, ahora combino las palabras y las encajo con lo que conozco de la leyenda. Sería fácil para cualquiera ignorar las conexiones con el rey Arturo, interpretarlas como una mera fantasía medieval sobre la caballería y el honor que los fundadores de la Orden se asignaron a sí mismos para sentirse grandes, antiguos y más poderosos de lo que son, pero esto no es ninguna fantasía. Es real. Así que tengo que preguntármelo. ?La Orden se basa en la leyenda o la leyenda se basa en la Orden? Sé que ?merlín? es un título y no una persona. Nick mencionó pajes.
Sel es un mago del rey. ?Cuánto tiene la historia de verdad?