Humo yespejos

Donde está nuestra casa es por la ma?ana, cuando nos vamos, y llegamos a la autopista y cruzamos el puente al ponerse el sol, y pronto oscureció. Me encanta conducir de noche.

 

Me siento en la parte de atrás del coche y me apretujo bien cantando canciones que dicen la la la en la parte de atrás de mi cabeza así que mi padre tiene que decir, Dawnie cari?o deja de hacer ese ruido, pero yo sigo la la la.

 

La la la.

 

La autopista está cerrada por reparaciones así que seguimos se?ales y esto es lo que ponia: DESVIO.

 

Mamá le hizo poner el seguro a la puerta a papá, mientras estabamos conduciendo, y también me hizo poner el seguro a mí.

 

Oscurecia cada vez más mientras seguiamos.

 

Esto es lo que vi mientras atravesamos el centro de la ciudad, por la ventana. Vi a un hombre barbeado que salió corriendo cuando nos paramos en el semaforo y pasó un trapo sucio por todas nuestras ventanas.

 

Me hizo un gui?o por la ventana, en la parte de atrás del coche, con sus ojos viejos.

 

Entonces ya no estaba allí, y mamá y papá tuvieron una disicusión sobre quién era, y si era buena suerte o mala suerte. Pero no una disicusión mala.

 

Habia mas se?ales que ponian DESVIO, y eran amarillas.

 

Vi una calle donde los hombres más bonitos que habia visto jamás nos tiraban besos y cantaban canciones, y una calle donde vi a una mujer que se sujetaba un lado de la cara bajo una luz azul pero su cara sangraba y estaba mojada, y una calle donde solo habia gatos que nos miraban.

 

Mi hermana dijo mia mia, que quiere decir mira y dijo gatito.

 

El bebé se llama Melicent, pero yo la llamo Daisydaisy. Es el nombre secreto con que la llamo. Viene de una canción llamada Daisydaisy, que dice, Daisy Daisy contestame por favor estoy medio loco de amor por ti no será una boda elegante no me puedo permitir un carruaje pero quedarás preciosa en el sillín de una bicicleta para dos.

 

Entonces salimos de la ciudad y entramos en las colinas.

 

Entonces habia casas que eran como palacios a cada lado de la carretera, muy apartadas.

 

Mi papá nació en una de esas casas, y él y mamá tuvieron una disicusión sobre dinero en la que él dice lo que desperdició para estar con ella y ella dice vaya, así que ya vuelves a sacar ese tema, ?eh?

 

Miré las casas. Le pregunté a mi Papá en cuál vivia la Abuela. Dijo que no lo sabia, lo que era mentira. No se porqué los mayores dicen tantas trolas, como cuando dicen que ya te lo contarán mas tarde o ya veremos cuando quieren decir no o no te lo diré ni siquiera cuando seas mayor.

 

En una casa habia gente bailando en el jardín. Entonces la carretera empezó a serpentar, y papá nos llevaba por el campo por la oscuridad.

 

?Mira! dijo mi madre. Un ciervo blanco atravesó la carretera corriendo con gente que lo perseguia. Mi papá dijo que eran un incordio y que eran una plaga y como ratas con cuernos, y lo peor de chocar contra un ciervo es cuando te atraviesa el cristal y entra en el coche y dijo que tenia un amigo que murió pataleado por un ciervo que le atravesó el cristal con pezu?as afiladas.

 

Y mamá dijo Dios santo como si fuera necesario explicar eso y papá dijo bueno es algo que ocurrió Tanya, y mamá dijo en serio eres incorrejible.

 

Queria preguntar quién era la gente que perseguía al ciervo, pero en cambio empecé a cantar diciendo la la la la la la.

 

Mi papá dijo basta ya. Mi mamá dijo por el amor de Dios deja que la ni?a se exprese, y Papá dijo apuesto a que también te gusta masticar papel de aluminio y mi mamá dijo y qué quieres decir con eso y Papá dijo nada y yo dije ?aún no hemos llegado?

 

Junto a la carretera habia hogueras y a veces montones de huesos.

 

Nos paramos en la ladera de una colina. El fin del mundo estaba al otro lado de la colina, dijo mi papá.

 

Me pregunté como seria. Aparcamos el coche en el aparcamiento. Salimos. Mamá llevaba a Daisy. Papá llevaba la cesta de la comida. Caminamos hasta el otro lado de la colina, a la luz de las velas que habian colocado junto al sendero. Un unicornio se me acercó por el camino. Era blanco como la nieve y me acarició con la boca.

 

Le pregunté a papá si podia darle una manzana y dijo que probablemente tiene pulgas, y Mamá dijo que no tenia, y todo el tiempo su cola hacia suish suish suish.

 

Le ofrecí mi manzana y me miró con ojos grandes y plateados y entonces resopló así, jurrrmff, y se fue corriendo al otro lado de la colina.

 

El bebé Daisy dijo mia mia.

 

Así es como es el fin del mundo, que es el mejor sitio del mundo.

 

Hay un agujero en el suelo, que parece un agujero muy grande y ancho y personas bonitas sostienen palos y zimatarras que arden salen de dentro del agujero. Tienen el pelo largo y dorado. Parecen princesas, pero feroces. Algunas de ellas tienen alas y otras no.

 

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