Bruja mala nunca muere

Ivy hizo un ruidito incomprensible y yo coloqué el pelo de ratón en un colador para verter encima la leche. Existe toda una rama de la brujería que usa las líneas luminosas en lugar de pociones. Yo me había pasado dos cuatrimestres limpiando el laboratorio de uno de mis profesores para que no me obligase a hacer más que el curso básico. Tuve que explicarle a todo el mundo que era porque no tenía un espíritu familiar todavía, lo cual era un requisito por seguridad; pero la verdad era que en realidad no me gustaban. Había perdido a un buen amigo cuando decidió especializarse en líneas luminosas y fue arrastrado hacia malas compa?ías. Por no mencionar que la muerte de mi padre estuvo relacionada con ellas, y tampoco ayudaba el hecho de que las líneas luminosas fuesen puertas de entrada a siempre jamás.

 

Se decía que siempre jamás había sido un paraíso en el que habitaban los elfos, quienes saltaban a nuestra realidad el tiempo necesario para robar ni?os humanos. Pero cuando los demonios ocuparon y destrozaron el lugar, los elfos tuvieron que quedarse aquí para siempre. Por supuesto esto había sucedido incluso antes de que Grimm escribiese sus cuentos de hadas. Está todo recogido en las historias o crónicas más antiguas y violentas. Casi todas acaban con un ?y vivieron felices en siempre jamás?. Bueno, al menos así es como se suponía que acababan. Grimm cambió el ?en? y puso ?por? en algún momento. El hecho de que algunas brujas usasen las líneas luminosas probablemente contribuyó al antiguo malentendido de que las brujas se posicionaban del lado de los demonios. Me estremezco al pensar cuántas vidas había costado este error.

 

Yo era estrictamente una bruja terrenal y trabajaba exclusivamente con talismanes, pociones y amuletos. Los gestos y conjuros estaban en el ámbito de la magia de las líneas luminosas. Las brujas especializadas en esta rama de nuestro arte obtenían su fuerza directamente de las líneas luminosas. Era una magia más difícil y, en mi opinión, menos estructurada y bonita, ya que carecía de la mayoría de la disciplina de los encantamientos terrenales. El único beneficio que veía en la magia de las líneas luminosas era que podía ser invocada instantáneamente usando la palabra adecuada. La desventaja era que una tenía que cargar con un pedacito de siempre jamás en el chi. Me daba igual que hubiese varios métodos para aislarlo de los chakras; estaba convencida de que el tinte demoníaco de siempre jamás dejaba una especie de tizne acumulada en tu alma. Había visto a demasiados amigos perder la habilidad de distinguir en qué lado de la realidad estaba su magia.

 

La magia de las líneas luminosas era donde residía el mayor potencial para la magia negra. Si ya era difícil averiguar quién había fabricado un amuleto, descubrir quién había maldecido tu coche con magia de líneas luminosas era completamente imposible. Eso no quiere decir que todas las brujas de líneas luminosas fuesen malas; sus habilidades eran muy demandadas en el mundo del entretenimiento, el control meteorológico y la industria de la seguridad, pero con una asociación tan cercana con siempre jamás y un poder tan grande a su disposición, era fácil olvidarse de los principios.

 

Mi fracaso para ascender en la SI podía radicar en mi negativa a usar líneas luminosas para capturar a los peores peces gordos. Pero ?qué diferencia había si los detenía con algún amuleto en lugar de con un conjuro? Me había hecho muy buena luchando contra la magia de líneas luminosas con magia terrenal, aunque no pudiera decirlo muy alto teniendo en cuenta mis estadísticas de éxito.

 

El recuerdo de aquella pirámide de bolas de líquido en la puerta trasera me produjo una punzada. Vertí la leche en el caldero a través del pelo de ratón. La mezcla estaba hirviendo y elevé un poco más la olla en su trípode, removiendo con una cuchara de madera. Usar madera para hacer hechizos no era una buena idea, pero todas mis cucharas de cerámica seguían malditas y usar un metal que no fuese cobre era una invitación para el desastre. Las cucharas de madera tendían a actuar como amuletos, absorbiendo los hechizos y produciendo errores muy embarazosos, pero si la sumergía en mi cubeta de agua salada cuando acabase no habría problema.

 

Con las manos en las caderas volví a leer el hechizo de nuevo y programé el temporizador. La burbujeante mezcla comenzaba a oler a almizcle. Esperaba haberlo hecho todo bien.

 

—Bueno —dijo Ivy, sin dejar de teclear en su ordenador—, entonces piensas colarte en la sala de archivos convertida en ratón. No vas a poder abrir el armario de los archivos.

 

—Jenks dice que ya tiene una copia de todo. Solo tenemos que ir a mirarla.

 

La silla de Ivy crujió cuando se echó hacia atrás y cruzó las piernas. Por la forma de inclinar la cabeza era obvio que dudaba que dos enanos como nosotros fuésemos capaces de manejar un teclado.

 

—?Por qué no te vuelves a convertir en bruja una vez dentro?

 

Negué con la cabeza, volviendo a comprobar la receta.

 

—La transformación invocada con una poción dura hasta que te das un buen ba?o en agua salada. Si quisiera podría transformarme usando un amuleto, colarme en la sala, quitarme el amuleto, encontrar lo que necesito con mi forma humana y luego volver a ponerme el amuleto para salir, pero no voy a hacer eso.

 

—?Por qué no?

 

Ivy no paraba de hacer preguntas. Levanté la vista tras a?adir la pelusa de una planta de pie de gato.

 

—?No has usado nunca un hechizo de transformación? —le pregunté yo—. Creía que los vampiros los usaban a menudo para convertirse en murciélagos y cosas así.

 

Ivy bajó la vista.

 

—Algunos sí los usan —dijo en voz baja.