Bruja blanca, magia negra

—?Bansen? —exclamó, y Jenks asintió con la cabeza desde su hombro—. ?Te refieres al tipo que pillaste invocando demonios en su sótano?

 

—Estaba mirando mi coche —expliqué pensando que, como argumento, sonaba muy pobre—. Dijo algo sobre ganarse la vida y, teniendo en cuenta que hay un montón de gente a la que le gustaría verme, ummm…, muerta. —En aquel momento preferí callarme lo de que había sido excluido, y Jenks tampoco dijo nada. Era un asunto entre brujos y, cuando sucedía algo así, todos nosotros nos sentíamos avergonzados—. He comprobado que no hubiera utilizado ningún hechizo letal, pero soy incapaz de distinguir una bomba del cable del cuentakilómetros.

 

La expresión del capitán de la AFI se tornó más seria.

 

—No te preocupes. La pediré a la unidad canina que salgan un momento. De hecho… —Entonces miró al oficial sentando a la mesa y sonrió—. Alex, vete al coche de la se?orita Morgan y espera allí hasta que lleguen los artificieros.

 

Su subordinado se puso tenso e hice una mueca a modo de disculpa.

 

—No dejes que nadie se acerque a menos de tres metros —continuó Edden—. Si lo tocan, podrían convertirse en un sapo.

 

—Eso no es cierto —me quejé, pensando que convertirse en un sapo podía resultar muy agradable comparado con lo que Tom era capaz de hacer.

 

Edden sacudió la cabeza.

 

—Ahí fuera hay una unidad móvil. No pienso correr ningún riesgo.

 

Jenks se rió disimuladamente y me sentí reconfortada. Las posibilidades de que encontraran algo eran mínimas, y aunque me sentí como una ni?a peque?a, que Edden me apoyara la mano sobre el hombro hizo que me encontrara mejor. Sin embargo, la sensación se desvaneció cuando me volví hacia la puerta de la cocina en dirección al lugar por donde se alejaba su subalterno.

 

—Quizás Alex debería acompa?arte a casa ahora mismo —dijo—. Así podrá echarle un vistazo a tu iglesia. Lo digo por tu propia seguridad.

 

?Por el amor de Dios! Está intentando librarse de mí.

 

—Esa es la razón por la que tenemos una gárgola en la cornisa —respondí secamente y, zafándome de él, me encaminé con decisión hacia el interior de la casa. ?Llevarme a casa por mi propia seguridad! ?Y una mierda! Si Ivy podía quedarse, ?por qué yo no?

 

—Rachel —protestó Edden mientras hacía girar su corpulento cuerpo para seguirme.

 

Jenks se echó a reír y, alzando el vuelo, dijo:

 

—Si yo fuera usted, me rendiría, capitán. Vas a necesitar mucha ayuda si quieres sacarla de aquí. ?Te acuerdas de lo que Ivy y yo les hicimos a tus hombres la primavera pasada? A?ade a Rachel y ya puedes ponerte a rezar.

 

En aquel momento oí que Edden decía a mis espaldas:

 

—?Crees que a Ivy le gustaría tener que trabajar de nuevo como voluntaria en el hospital?

 

A pesar de todo, yo estaba allí, y él me iba a permitir al acceso al lugar donde se recogían las pruebas. Teniendo en cuenta que aquella era su casa, la AFI estaba convencida de que había sido Tilson el que había atacado a Glenn, pero su abogado podría intentar hacerlo pasar por un robo o por alguna otra cosa. Y eso no me gustaba un pelo.

 

—Bonita casa —dije recorriendo con la vista las luminosas paredes, los techos bajos y la limpia pero gastada moqueta. A través de un corto pasillo llegamos a una enorme sala de estar. Una vez allí me detuve en seco.

 

—?Oh, Dios mío! —exclamé sin poder dar crédito a lo que veía—. Tienen una alfombra de pelo largo.

 

Una alfombra verde de pelo largo. Aquella podía ser la razón por la que el se?or Tilson estaba pirado. Yo también me habría vuelto loca.

 

En aquel momento quedaba tan solo un pu?ado de agentes de la AFI trabajando en aquella estancia. Uno de ellos hizo un gesto a Edden para que se acercara, y el capitán se alejó mirándome con severidad para indicarme que no debía tocar nada. El tenue olor al polvo para detectar huellas hizo que me picara la nariz. Ivy se encontraba en una esquina junto a una mujer alta que, a juzgar por las cámaras que le colgaban del cuello, debía de ser la fotógrafa. Ambas estaban examinando en el ordenador portátil las imágenes que había tomado anteriormente.