Rubí (Edelstein-Trilogie #1)

Supongo que en cierto modo esperaba que no volviera a ocurrir.

—?Imagínate lo que hubiera podido llegar a pasar solo en tu aventura nocturna! Piensa en la profecía de tu tía abuela: solo puede significar que te amenaza un grave peligro. El reloj representa los viajes en el tiempo; la torre alta, el peligro, y el pájaro… el pájaro… ?No tendrías que haberla despertado! Probablemente la interrumpiste en el momento en que el asunto iba a ponerse realmente emocionante. Esta tarde lo investigaré todo a fondo (el cuervo, el zafiro, la torre y el serbal); he encontrado una página sobre fenómenos extrasensoriales muy instructiva. Y, además, me he agenciado un montón de libros sobre viajes en el tiempo. Y películas. Las tres partes de Regreso al futuro. Tal vez podemos sacar algo de ahí…

Pensé con a?oranza en lo divertido que era siempre tumbarse en el sofá en casa de Leslie para mirar DVD. A veces quitábamos el sonido y doblábamos la película con nuestros propios textos.

—?Tienes vértigos?

Sacudí de cabeza. Ahora sabía cómo se había sentido la pobre Charlotte las últimas semanas. Todas estas preguntas podían provocarte un ataque de nervios. Con mayor motivo aún porque yo misma estaba examinándome todo el rato a la espera de que apareciera alguna se?al de mareo.

—Si al menos supiéramos cuándo va pasar la próxima vez… —dijo Leslie—. La verdad, encuentro que esto es muy injusto: a Charlotte la han estado preparando desde que nació para este momento, y en cambio tú tienes que lanzarte de cabeza al agua completamente a ciegas.

—No sé qué habría hecho Charlotte ayer por la noche si se hubiera encontrado en mi lugar y la hubiera perseguido ese hombre que dormía en nuestro armario empotrado —repuse—, pero no creo que sus clases de danza y de esgrima la hubiera ayudado en esa situación, pues no habría ningún caballo con el que pudiera huir al galope.

Reí entre dientes porque me estaba imaginando cómo hubiera escapado Charlotte del armario perseguida por el furibundo Walter sí se hubiera encontrado en mi lugar. Tal vez hubiera cogido una espada de la pared del salón y hubiera hecho una escabechina entre los pobres sirvientes.

—No seas tonta. A ella eso no le hubiera ocurrido porque hubiera viajado a otro sitio con ese cronoloquesea. ?A un sitio agradable y pacífico donde no pudiera pasarle nada! Pero tú prefieres jugarte la vida antes que decirle a tu familia que han entrenado a la persona equivocada.

—Tal vez a estas alturas Charlotte también haya saltado en el tiempo y ya tenga lo que quieren.

Leslie suspiró y empezó a hojear la pila de hojas que tenía sobre el regazo. Había preparado una especie de dossier para mí con un montón de informaciones útiles. O también no tan útiles. Por ejemplo, había imprimido fotos de coches antiguos y había escrito al lado el a?o de fabricación. Según eso, el coche que había visto en mi primer viaje en el tiempo era del a?o 1906.

—Jack el destripador cometió sus crímenes en el East End. Fue en 1888. Estúpidamente, nunca llegaron a descubrir quién era. Sospechaban de un montón de tipos, pero no pudieron probar nada. De manera que, si te pierdes alguna vez por el East End, recuerda que nunca en 1888 cualquier hombre es potencialmente peligroso. El gran incendio de Londres fue en 1666, y había pestes casi todo el tiempo, si bien en 1348, 1528 y 1664 fueron especialmente virulentas. Luego están los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Comenzaron en 1940; todo Londres estaba en ruinas. Deberías averiguar si vuestra casa se salvó; si es así, allí estarías segura. Si no, la catedral de Saint Paul sería un buen sitio, porque, aunque la alcanzaron las bombas, se mantuvo en pie de forma milagrosa. Tal vez podías refugiarte allí directamente.

—Todo esto suena terriblemente peligroso —repuse.

—Sí, de algún modo, yo también me lo había imaginado más romántico. Veía a Charlotte viviendo, por así decirlo, su propia película histórica. Bailando con mister Darcy en una fiesta. Enamorándose de un heredero atractivo de las Highlands. Diciéndole a Ana Bolena que en ningún caso debía casarse con Enrique VIII. En día, ese tipo de cosas.

—?Ana Bolena era esa que decapitaron?

Leslie asintió.

—Hay una película fantástica, con Natalie Portman. Podrías alquilar el DVD… Gwen, por favor, prométeme que hoy hablarás con tu madre.

—Te lo prometo. Esta misma noche.

—Pero ?dónde se ha metido Charlotte? —Cynthia Dale sacó la cabeza por detrás del tronco del trono del árbol—. Quería copiarle la redacción sobre Shakespeare. Bueno… quiero decir que quería coger un par de ideas.

—Charlotte está enferma —le informé.

—?Y qué tiene?

—Hummm…

—Diarrea —se inventó Leslie—. Una diarrea de caballo. Se pasa el día metida en el váter.

—Puaj, ahórrate los detalles, por favor —dijo Cynthia—. Entonces, ?puedo mirar vuestras redacciones?