Las pruebas (The Maze Runner #2)

Había un escritorio marrón a unos tres metros y medio delante de él. Era la única cosa en toda la habitación que no era blanca. Viejo, estropeado y lleno de ara?azos, tenía una simple silla de madera colocada en el espacio dispuesto para sentarse. Detrás estaba la puerta, acolchada como las paredes.

Thomas sentía una extra?a calma. El instinto le decía que debería haberse puesto de pie y empezado a gritar para pedir ayuda. Debería estar aporreando la puerta. Pero sabía que aquella puerta no se abriría, sabía que nadie le escucharía.

Volvía a estar en la Caja; debería de haberlo sabido ya en lugar de hacerse ilusiones.

?No voy a dejar que el pánico me domine?, se dijo a sí mismo.

Tenía que ser otra fase de las Pruebas y esta vez se resistiría, lucharía por cambiar las cosas, para acabar de una vez por todas. Era extra?o, pero saber que tenía un plan, que haría todo lo posible por encontrar la libertad, le provocó una sorprendente calma.

?Teresa?—la llamó. Sabía que a aquellas alturas Aris y ella eran su única esperanza de comunicación con el exterior—. ?Me oyes? ?Aris? ?Estás ahí?

Nadie respondió. No estaba Teresa. Ni Aris. Ni… Brenda.

Pero aquello no había sido más que un sue?o. Tenía que haberlo sido. Brenda no podía trabajar para CRUEL, no podía hablarle por telepatía.

?Teresa? —repitió esforzándose mucho—. ?Aris?

Nada.

Se levantó y caminó hacia el escritorio, pero a medio metro se topó con una pared invisible. Una barrera, justo igual que en el dormitorio.

Thomas no dejó que el pánico aumentara, no dejó que el miedo le dominase. Respiró hondo, volvió al rincón de la habitación, se sentó y se inclinó. Cerró los ojos y se relajó. Esperó. Medio dormido.

?Tom? ?Tom!

No sabía cuántas veces dijo su nombre la chica antes de que por fin respondiera.

?Teresa? —se despertó de repente, miró a su alrededor y recordó la habitación blanca—. ?Dónde estás?

Nos metieron en otro dormitorio después de que aterrizara el iceberg. Llevamos aquí ya unos días, sin hacer nada. Tom, ?qué te ha pasado?

Teresa estaba preocupada, incluso asustada. Eso lo sabía seguro. En cuanto a él, sobre todo estaba confundido.

?Unos cuantos días??Qué…?

Se te llevaron en cuanto aterrizó el iceberg. No dejaban de decirnos que era demasiado tarde, que el Destello estaba muy arraigado en ti. Dijeron que te habías vuelto loco y agresivo.

Thomas intentó mostrarse lógico y no pensar en que CRUEL podía borrar la memoria.

Teresa… no es más que otra parte de las Pruebas. Me han encerrado en una habitación blanca. Pero… ?lleváis días allí??Cuántos?

Tom, ha pasado casi una semana.

Thomas no podía responder. Casi fingía no haber oído lo que Teresa acababa de decirle. El miedo que había estado reprimiendo empezaba a filtrarse poco a poco en su pecho. ?Podía confiar en ella? Ya le había mentido demasiado. ?Y cómo sabía siquiera que realmente se trataba de ella? Ya era hora de cortar los lazos con Teresa.

?Tom? —Teresa volvió a llamarle—. ?Qué pasa aquí? Estoy muy confundida.

Thomas sintió un torrente de emociones, un ardor en su interior que casi hizo que le brotaran las lágrimas. Antes consideraba a Teresa su mejor amiga, pero ya nunca volvería a ser lo mismo. Ahora lo único que sentía cuando pensaba en ella era rabia.

?Tom!?Por qué no…?

Teresa, escúchame.

?Hola? Eso es lo que intento…

No, sólo… escúchame. No me digas nada más, ?vale? Tan sólo escúchame.

Hizo una pausa.

Vale —una tranquila y asustada voz en su mente.

Thomas ya no podía controlarlo. La furia latía en su interior. Por suerte, sólo tenía que pensar las palabras porque nunca podría haberlas dicho en voz alta.

Teresa. Vete.

Tom…

No. No digas ni una palabra más. Tan sólo… déjame en paz. Y puedes decirle a CRUEL que ya no voy a seguirles el juego. ?Diles que me he hartado!

La chica esperó unos segundos antes de responder:

Vale —otra pausa—. Vale. Entonces sólo me queda otra cosa que decirte.

Thomas suspiró.

No puedo esperar.

Ella no habló enseguida, y Thomas habría pensado que ya no estaba de no ser porque aún sentía su presencia. Al final, Teresa volvió a hablar:

?Tom?

?Qué?

CRUEL es buena.

Y luego se marchó.





Epílogo


Memorándum de CRUEL Fecha: 12/02/232; hora: 21:13.

Para: Mis asociados

De: Ava Paige, ministra

Re: LAS PRUEBAS DE LA QUEMADURA, Grupos A y B

No es momento para dejar que las emociones interfieran en la tarea que tenemos entre manos. Sí, algunos acontecimientos se han desarrollado en una dirección que no habíamos previsto. No todo es idóneo —las cosas se han puesto mal—, pero hemos hecho un avance tremendo y hemos recogido muchos de los patrones que necesitábamos. Siento una gran esperanza.