—Bueno, supongo que empezaré la historia por donde nos quedamos.
Thomas asintió. No podía creer lo bien que se sentía físicamente. Tenía el estómago milagrosamente lleno, el dolor de la paliza se le había quitado y el aire y el viento fresco le hacían sentirse vivo. No tenía ni idea de lo que llevaba el gas que había respirado, pero estaba seguro de que no era venenoso. Aun así, seguía desconfiando de Teresa; no quería mostrarse demasiado simpático.
—Todo empezó cuando estábamos hablando en mitad de la noche, justo después de que nos rescataran del Laberinto. Estaba medio dormida y, de repente, esa gente entró en mi habitación, vestida de forma extra?a. Espeluznante. Con monos anchos y gafas de aviador.
—?En serio? —preguntó Thomas por encima de su hombro. Parecían los mismos que vio después del disparo.
—Me puse histérica e intenté llamarte, pero la comunicación se cortó. La telepatía, quiero decir. No sé cómo lo supe, pero desapareció. Desde entonces hasta hoy sólo ha vuelto a rachas.
Entonces le habló en la mente:
Ahora me oyes perfectamente, ?verdad?
Sí. ?De verdad Aris y tú hablabais cuando estábamos en el Laberinto?
Bueno…
Dejó de hablar y, cuando Thomas volvió a mirarla, tenía una expresión preocupada.
?Qué pasa?—preguntó, y volvió a centrarse en el sendero antes de que cometiera alguna tontería como tropezarse o caer rodando por la monta?a.
No quiero hablar de eso todavía.
—?De…?
Se calló antes de decirlo en voz alta.
?Hablar de qué?
Teresa no respondió.
Thomas intentó con todas sus fuerzas gritar dentro de su mente:
??Hablar de qué?!
La chica permaneció en silencio unos segundos más antes de contestar finalmente:
Sí, él y yo estuvimos hablando desde que aparecí en el Claro. Sobre todo cuando estuve en ese estúpido coma.
Capítulo 55
Thomas necesitó hasta la última pizca de su fuerza de voluntad para no parar y volverse hacia ella.
?Qué? ?Por qué no me hablaste de él en el Laberinto?
Como si necesitara otro motivo para que no le gustara ninguno de los dos.
—?Por qué no dejáis de hablar? —preguntó Aris de repente—. Todo el rato cotorreando sobre mí en esas bonitas cabezas vuestras.
Increíblemente, ya no parecía siniestro en absoluto. Era casi como si todo lo ocurrido en el bosque muerto fuera producto de la imaginación de Thomas.
Thomas soltó un resoplido.
—No me lo puedo creer. Vosotros dos habéis estado…
Se calló al darse cuenta de que tal vez no le sorprendía tanto después de todo. Había visto a Aris en los turbios recuerdos de sus más recientes sue?os. Era parte de aquello, fuera lo que fuera. Y por el modo en que actuaban entre ellos en aquella breve escena, parecía que estaban en el mismo bando. Al menos, lo estuvieron antes.
—A la clonc —dijo al final Thomas—. Sigue hablando.
—Vale —asintió Teresa—. Hay muchas cosas que explicar, así que a partir de ahora quédate callado y escucha. ?Lo pillas?
Las piernas de Thomas empezaron a arderle debido al ritmo constante que llevaban por la pendiente.
—De acuerdo, pero… ?cómo sabes cuándo me estás hablando a mí y cuándo le estás hablando a él? ?Cómo funciona?
—Funciona y punto. Eso es como si yo te pregunto cómo sabes cuándo le dices a tu pierna derecha que se mueva y cuándo se lo dices a la izquierda. Yo… lo sé. Está incorporado en mi cerebro de algún modo.
—Nosotros también lo hemos hecho, macho —dijo Aris—. ?No te acuerdas?
—Claro que me acuerdo —masculló Thomas, molesto y frustrado a muchos niveles.
Ojalá se acordara de todo, hasta el último recuerdo; sabía que las piezas encajarían y podría seguir adelante. No entendía por qué CRUEL pensaba que era tan importante borrarles la memoria. ?Y por qué últimamente algunos recuerdos aislados estaban regresando? ?Era a propósito o un mero accidente? ?Un efecto prolongado del Cambio?
Demasiadas preguntas. Demasiadas fucas preguntas, todas ellas sin respuesta.
—Muy bien —dijo al cabo—. Mantendré la boca y el cerebro cerrados. Seguid adelante.
—Podemos hablar de Aris y de mí más tarde. Ya ni me acuerdo de nuestras conversaciones, lo perdí casi todo cuando me desperté. Nuestros comas tenían que ser parte de las Variables, así que quizá podíamos comunicarnos para no volvernos locos. Bueno, colaboramos en montarlo todo, ?no?
—?Montarlo todo? —repitió Thomas—. Yo no…
Teresa extendió el brazo y le dio un manotazo en la espalda.
—Creía que ibas a quedarte callado.
Las pruebas (The Maze Runner #2)
James Dashner's books
- The Eye of Minds
- The Kill Order (The Maze Runner 0.5)
- Virus Letal
- The Maze Runner Files (Maze Runner Trilogy)
- Rising Fears
- The Hunt for Dark Infinity (The 13th Reality #2)
- The Blade of Shattered Hope (The 13th Reality #3)
- The Void of Mist and Thunder (The 13th Reality #4)
- The Rule of Thoughts (The Mortality Doctrine #2)
- The Journal of Curious Letters (The 13th Reality, #1)
- El Corredor Del Laberinto (The Maze Runner #1)
- A Mutiny in Time (Infinity Ring #1)