Thayer bebió un trago de vino mientras examinaba a los dos hombres con ojos encendidos.
—Sé muy bien por qué debería matar a Robert —Thayer fijó la mirada en John—, pero ?por qué querría matarte a ti, si ni siquiera te conozco?
—Yo soy uno de los que participó en el rapto de tu esposa para ponerla en manos de Pickney —John se echó instintivamente atrás cuando Thayer dio un paso en dirección a él—. A mi amigo y a mí nos dijeron que sólo era cuestión de secuestrar a una novia, nos hicieron creer que era uno de los juegos habituales que practica la nobleza para robarse las tierras y todo lo demás. Vosotros los nobles os pasáis la vida quitándoos las mujeres y las propiedades unos a otros.
—No todos. ?Qué os hizo cambiar de idea?
—Pues que no era lo que nos dijeron, sino algo mucho peor, infinitamente peor. Puede que no estés en disposición de creernos, pero te aseguro que mi amigo Henry y yo tenemos nuestros principios, y hay cosas que no estamos dispuestos a hacer.
—No te creo, no; pero a lo mejor puedes hacerme cambiar de opinión. Sigue.
—Pues bien, Pickney quiere ir demasiado lejos. Está dispuesto a lastimar a mujeres y bebés que ni siquiera han nacido. Henry y yo no estamos de acuerdo con ello; nunca hemos participado en tales atropellos, y no queremos hacerlo jamás. Nos hemos dado cuenta de que Pickney no tiene ninguna intención de permitir que tu mujer disfrute de una vida larga, ni dejará que su hijo nazca.
—?Y tú también te has dado cuenta de ello ahora, Robert? —preguntó en tono imperativo a su primo.
—Sí —al fin, Robert miró de frente a Thayer—. Cometí un error al permitir que mi tío os atacara a ti y a William.
—?él mató a William?
—No puedo decirlo con certeza. Sin embargo, habla de ello y no se refiere al asunto como si hubiera sido un accidente —Robert frunció el ce?o, después sacudió la cabeza—. Eso ya no importa. Es Gytha quien me preocupa ahora, por eso he venido hasta aquí. Como soy un cobarde, me hice a un lado mientras mi tío trazaba sus planes. Verás, yo… Yo quería a Gytha para mí.
—ésa es una confesión que no necesitas hacer, pues está bastante claro para todos.
—Mi tío me prometió que me casaría con ella, pero me mintió.
—Termina la historia, muchacho, y rápido —espetó John—. Henry no podrá entretener a esos bastardos hasta el amanecer.
—?Qué le está pasando a Gytha? —Thayer tuvo que hacer un enorme esfuerzo para no sacudir con fuerza a Robert.
—Que Dios me ayude. Mi tío tiene la intención de violarla. él, Thomas y Bertrand. Quiere humillarte de esa manera —contestó Robert, sin ser capaz de contener las lágrimas, que empezaron a rodarle por las amoratadas mejillas.
—?Y la dejaste allí, sin más? —vociferó Thayer, tirando a un lado la copa de vino al tiempo que daba zancadas hacia Robert.
—?No! —Robert miró aterrado a su enorme primo—. Henry, el amigo de éste, los ha alejado de ella mientras tanto.
—No hay necesidad de ser muy duro con el muchacho —dijo John—. ?No le ves los moretones que tiene?
—Siempre ha tenido moretones —Thayer respiró profundamente varias veces, tratando de calmarse un poco.
—Sí, no lo dudo, pero éstos se los ganó al demostrar un poco de hombría por una vez en su cobarde vida.
—Muchas gracias, se?or —le soltó Robert a John, mirándolo a la cara con aire de reproche.
—No hay necesidad de agradecerme nada. Hiciste bien y hay que decirlo, aunque luego te echaran a patadas en el culo. Ahora tenemos que darnos prisa. Como ya os dije, el viejo Henry no podrá mantenerlos ocupados mucho más tiempo. Tenemos que regresar y evitar que vuelvan junto a la mujer.
—Hemos pasado la mitad de la noche buscando un pasadizo secreto —dijo Merlion—, pero parece que no hay ninguno.
—?Y cómo crees que salimos?
Robert habló antes de que John y Merlion empezaran a discutir:
—Hay una entrada secreta. Vinimos a buscaros para haceros entrar por ella.
—?Para que nos asesinen una vez que estemos dentro? —preguntó Roger, sintiéndose incapaz de confiar en Robert.
—?Por qué íbamos a molestarnos preparando una trampa semejante? —contestó Robert al tiempo que sacudía la cabeza—. Por la ma?ana, Pickney obtendrá todo lo que quiere, Thayer se entregará voluntariamente. Por favor, confía en mí, hazlo por Gytha. Henry los está entreteniendo, pero no sabemos cuánto aguantará. No podrá hacerlo una segunda vez. Mi tío la va a violar, Thayer, y después la va a entregar a Bertrand y a Thomas. ?Realmente crees que, por muy cobarde que sea, tengo estómago para soportar esto? Tú mismo has dicho que sabes, como todo el mundo, lo que siento por ella.
—Sí, así es —Thayer se amarró el cinturón con la espada—. Guíanos.
—Es mejor que dejes algunos hombres aquí —dijo John mientras se ponía de pie.