Thomas sabía que la reprimenda debería haberle afectado, pero su mente estaba demasiado preocupada.
—No creo que eso importe ya. Si no habíais averiguado para qué eran los mapas…
Minho parecía indignado, y la luz pálida y el humo hacían que su rostro fuera casi siniestro.
—Sí, es justo el mejor momento para rendirse. ?Qué demo…?
—Lo siento. Cuéntame qué ha pasado.
Thomas se apoyó en el hombro de un chico delgaducho que había delante de él para echar un vistazo al cuerpo tendido en el suelo.
Era Alby; estaba boca arriba, con un enorme corte en la frente. La sangre le caía por ambos lados de la cabeza y también hacia los ojos, donde se acumulaba. Newt se la estaba limpiando con un trapo húmedo, con cuidado, y le susurraba preguntas demasiado bajo para oírlas. Thomas, preocupado por Alby a pesar de su reciente mal humor, se volvió hacia Minho y repitió su pregunta.
—Winston le encontró aquí fuera, medio muerto, y con la Sala de Mapas ardiendo. Algunos pingajos entraron y sofocaron el fuego, pero era demasiado tarde. Todos los baúles se han quemado hasta volverse cenizas. Al principio, sospeché de Alby, pero fuera quien fuera el que hizo esto le golpeó la fuca cabeza contra la mesa, ya ves dónde. Es asqueroso.
—?Quién crees que lo ha hecho?
Thomas dudó si debía contarle el posible descubrimiento que Teresa y él habían hecho. Sin mapas, era discutible.
—Tal vez fue Gally antes de presentarse en la Hacienda y volverse loco. O quizás los laceradores. Ni lo sé ni me importa. Da igual.
A Thomas le sorprendió el repentino cambio de actitud.
—Y ahora, ?quién es el que se rinde?
La cabeza de Minho se levantó con tanta rapidez que Thomas retrocedió un paso. Vio una ligera expresión de ira que enseguida se convirtió en sorpresa o confusión.
—No me refiero a eso, pingajo.
Thomas entrecerró los ojos, lleno de curiosidad.
—?Qué…?
—Mantén el pico cerrado de momento —Minho se llevó los dedos a los labios y miró a su alrededor para ver si alguien le estaba observando—. Tú mantén el pico cerrado. Lo sabrás muy pronto.
Thomas respiró hondo y se quedó reflexionando. Si esperaba que los demás fueran honestos, él también tenía que serlo, así que decidió compartir lo del posible código del Laberinto, hubiera mapas o no.
—Minho, necesito contaros algo a ti y a Newt. Y tenemos que soltar a Teresa. Seguro que se está muriendo de hambre y puede servirnos de ayuda.
—Lo último que me preocupa es esa estúpida chica.
Thomas ignoró el insulto.
—Danos unos minutos, tenemos una idea. Quizá funcione si hay suficientes corredores que recuerden sus mapas.
Aquello pareció atraer la atención de Minho, pero seguía habiendo una expresión rara en su rostro, como si Thomas estuviera saltándose algo evidente.
—?Qué idea?
—Venid conmigo al Trullo. Newt y tú.
Minho se quedó pensando un segundo.
—?Newt! —le llamó.
—?Sí?
Newt se levantó y volvió a doblar el trapo ensangrentado en busca de algún trozo limpio. Thomas se dio cuenta de que estaba totalmente manchado de rojo. Minho se?aló a Alby.
—Dejemos que los mediqueros se ocupen de él. Tenemos que hablar.
Newt le lanzó una mirada inquisidora y, después, le dio el trapo al clariano más próximo.
—Ve a buscar a Clint y dile que tenemos problemas más gordos que chicos con astillas clavadas —cuando el chico se marchó corriendo para hacer lo que le habían mandado, Newt se apartó de Alby—. ?De qué tenemos que hablar?
Minho se?aló a Thomas con la cabeza, pero no dijo nada.
—Venid conmigo —dijo Thomas.
Luego se dio la vuelta y se dirigió al Trullo sin esperar una respuesta.
? ? ?
—Sacadla de ahí —Thomas estaba junto a la celda, con los brazos cruzados—. Soltadla y después hablaremos. Confiad en mí: vais a querer oírlo.
Newt estaba cubierto de hollín y suciedad y tenía el pelo apelmazado por el sudor. No parecía estar de muy buen humor.
—Tommy, esto es…
—Por favor. Tú ábrela, sácala de ahí —no podía rendirse esta vez.
Minho estaba delante de la puerta con las manos en las caderas.
—?Cómo vamos a confiar en ella? —preguntó—. En cuanto se despertó, todo este lugar se hizo pedazos. Hasta ha admitido que ha provocado algo.
—Tiene razón —asintió Newt.
Thomas se?aló a Teresa a través de la puerta.
—Podemos confiar en ella. Cada vez que hablamos, es sobre cómo podemos salir de aquí. La han enviado igual que a todos nosotros. Es una tontería pensar que es la responsable de esto.
Newt refunfu?ó.
—Entonces, ?qué co?o quería decir con que ha provocado algo?
Thomas se encogió de hombros; se negaba a admitir que Newt tenía razón en eso. Tenía que haber una explicación.
—Quién sabe. Su mente estaba haciendo cosas muy raras cuando despertó. Quizá todos pasamos por lo mismo en la Caja y dijimos incoherencias antes de despertarnos del todo. Tú sácala de ahí.
El Corredor Del Laberinto (The Maze Runner #1)
James Dashner's books
- The Eye of Minds
- The Kill Order (The Maze Runner 0.5)
- Virus Letal
- The Maze Runner Files (Maze Runner Trilogy)
- Rising Fears
- The Hunt for Dark Infinity (The 13th Reality #2)
- The Blade of Shattered Hope (The 13th Reality #3)
- The Void of Mist and Thunder (The 13th Reality #4)
- The Rule of Thoughts (The Mortality Doctrine #2)
- The Journal of Curious Letters (The 13th Reality, #1)