Newt había entrado en la habitación y estaba controlando que Thomas le siguiera. Al entrar, el chico se preparó para el horror que quizá le esperaba. Pero, cuando alzó la vista, lo único que vio fue un adolescente debilitado, tumbado en la cama, con los ojos cerrados.
—?Está durmiendo? —susurró Thomas, intentando evitar la pregunta que de verdad le había saltado a la mente: ?No está muerto, ?no??.
—No lo sé —dijo Newt en voz baja. Se acercó a la cama y se sentó en una silla de madera que había allí cerca. Thomas se sentó al otro lado—. Alby —susurró, y luego repitió alzando la voz—: Alby. Chuck ha dicho que querías hablar con Tommy.
Los ojos de Alby se abrieron con varios parpadeos; eran unos globos inyectados en sangre que brillaron bajo la luz. Miró a Newt y luego a Thomas, al otro lado. Con un gemido, cambió de postura y se sentó, con la espalda apoyada en la cabecera.
—Sí —farfulló con voz ronca.
—Chuck ha dicho que estabas agitándote y actuando como un loco —Newt se inclinó hacia delante—. ?Qué pasa? ?Aún estás enfermo?
Las siguientes palabras de Alby salieron con un resuello, como si cada una de ellas le quitara una semana de vida:
—Todo… va a cambiar… La chica…, Thomas… Los he visto —los párpados se le cerraron y, luego, se le volvieron a abrir; se tumbó otra vez en la cama, con la vista clavada en el techo—. No me siento muy bien.
—?A qué te refieres con que viste…? —empezó a preguntar Newt.
—?Yo quería hablar con Thomas! —chilló Alby, con una repentina explosión de energía que Thomas no hubiera creído posible unos segundos antes—. ?No he preguntado por ti, Newt! ?Thomas! ?He preguntado por el puto Thomas!
Newt miró a Thomas con las cejas arqueadas. Thomas se encogió de hombros, encontrándose mal por momentos. ?Para qué le quería Alby?
—Muy bien, fuco cascarrabias —contestó Newt—. Está ahí mismo, habla con él.
—Márchate —dijo Alby con los ojos cerrados, respirando con dificultad.
—Ni de co?a. Quiero escuchar.
—Newt —hubo una pausa—. Márchate. Ya.
Thomas se sentía muy violento; estaba preocupado por lo que Newt estaba pensando y le aterraba lo que Alby quisiera decirle.
—Pero… —protestó Newt.
—?Largo! —Alby se sentó mientras gritaba y la voz se le puso ronca del esfuerzo. Enseguida, se recostó en la cabecera otra vez—. ?Largo de aquí!
La cara de Newt reflejó que había herido sus sentimientos y a Thomas le sorprendió no ver ni rastro de enfado. Entonces, tras un largo y tenso momento, Newt se levantó de la silla y caminó hacia la puerta para abrirla.
??En serio se va a marchar??, pensó Thomas.
—No esperes que te bese el culo cuando vengas a pedirme perdón —dijo, y luego salió al pasillo.
—?Cierra la puerta! —gritó Alby como insulto final.
Newt obedeció y la cerró de un portazo.
El corazón de Thomas empezó a latir a toda velocidad. Estaba a solas con un tipo que antes de que le atacara un lacerador ya tenía mal genio y que, además, estaba pasando por el Cambio. Esperaba que Alby dijera lo que quería y que aquello se acabara pronto. Hubo una larga pausa que duró varios minutos y a Thomas le temblaron las manos por el miedo.
—Sé quién eres —dijo Alby al final, rompiendo el silencio.
Thomas no encontró palabras para contestarle. Lo intentó, pero no pudo más que farfullar algo incoherente. Estaba muy confundido. Y asustado.
—Sé quién eres —repitió Alby despacio—. Lo he visto. Lo he visto todo. De dónde venimos y quién eres. Quién es esa chica. Recuerdo el Destello.
??El Destello??.
Thomas se obligó a hablar:
—No sé de lo que estás hablando. ?Qué has visto? Me encantaría saber quién soy.
—No te va a gustar —respondió Alby y, por primera desde que Newt se había ido, miró directamente a Thomas. Sus ojos hundidos reflejaban pena y oscuridad—. Es horrible, ?sabes? ?Por qué quieren esos fucos que recordemos? ?Por qué no podemos vivir aquí y ser felices?
—Alby… —Thomas deseó echar un vistazo en la mente del chico para ver lo que había visto él—. El Cambio —insistió—. ?Qué ha pasado? ?Qué has recordado? Estás diciendo cosas sin sentido.
—Tú… —dijo Alby, pero luego, de repente, se agarró la garganta y emitió unos sonidos como si se estuviera ahogando. Empezó a dar patadas y se dio la vuelta sobre un costado, sacudiéndose adelante y atrás, como si otra persona intentara estrangularle. Sacó la lengua y se la mordió una y otra vez.
Thomas se levantó enseguida y retrocedió a trompicones, horrorizado. Alby se retorcía como si estuviera teniendo un ataque mientras las piernas daban patadas en todas las direcciones. La oscura piel de su cara, que se había puesto extra?amente pálida un minuto antes, se había vuelto morada y los ojos se le salían de las órbitas de tal manera que parecían resplandecientes canicas blancas.
—?Alby! —chilló Thomas, sin atreverse a agarrarlo—. ?Newt! —gritó, ahuecando las manos alrededor de la boca—. ?Newt, entra!
El Corredor Del Laberinto (The Maze Runner #1)
James Dashner's books
- The Eye of Minds
- The Kill Order (The Maze Runner 0.5)
- Virus Letal
- The Maze Runner Files (Maze Runner Trilogy)
- Rising Fears
- The Hunt for Dark Infinity (The 13th Reality #2)
- The Blade of Shattered Hope (The 13th Reality #3)
- The Void of Mist and Thunder (The 13th Reality #4)
- The Rule of Thoughts (The Mortality Doctrine #2)
- The Journal of Curious Letters (The 13th Reality, #1)