El chico bajo al que habían llamado mediquero —Clint, si estaba en lo cierto— se levantó al acabar de examinarla.
—Parece que está bien. La respiración y las pulsaciones son normales. Aunque el latido del corazón es un poco lento. Vete tú a saber, pero creo que está en coma. Jeff, llevémosla a la Hacienda.
Su compa?ero, Jeff, se acercó para cogerla por los brazos mientras Clint la sujetaba por los pies. Thomas deseó poder hacer algo más aparte de mirar. Conforme pasaban los segundos, cada vez dudaba más de que lo que había dicho antes fuera cierto. Sí que le resultaba familiar. Sentía una conexión con ella, aunque era imposible que le viniera nada a la cabeza. Aquella idea le ponía nervioso y miró a su alrededor, como si alguien hubiese podido oír sus pensamientos.
—A la de tres —estaba diciendo Jeff, el mediquero más alto, con su largo cuerpo agachado de forma ridícula, como una mantis religiosa—. Una…, dos… ?Tres!
La elevaron con un rápido movimiento que casi la lanzó por los aires —sin duda, pesaba menos de lo que creían— y Thomas por poco les gritó que tuvieran más cuidado.
—Supongo que tendremos que observar lo que hace —dijo Jeff a nadie en particular—. Si no se despierta pronto, le podemos dar de comer líquidos.
—Limitaos a no quitarle el ojo de encima —replicó Newt—. Debe de tener algo especial o, si no, no la hubiesen enviado aquí.
A Thomas se le tensó la tripa. Sabía que la chica y él estaban conectados de algún modo. Habían llegado con un día de diferencia y ella le resultaba familiar. Tenía la necesidad de convertirse en un corredor, a pesar de haberse enterado de algunas cosas terribles… ?Qué significaba todo aquello?
Alby se inclinó para mirarle la cara antes de que se la llevaran.
—Ponedla al lado de la habitación de Ben y vigílala día y noche. Será mejor que no ocurra nada sin que yo me entere. No me importa si habla en sue?os o si se hace clonc, contadme cualquier cosa.
—Sí —dijo Jeff entre dientes.
Luego Clint y él se fueron arrastrando los pies con el cuerpo de la chica rebotando mientras caminaban, y el resto de clarianos por fin empezó a hablar del tema, dispersándose mientras las teorías bullían en el aire.
Thomas lo contempló todo en absoluto silencio. No era el único que notaba aquella extra?a conexión. Las acusaciones no muy disimuladas que habían lanzado contra él hacía tan sólo unos minutos demostraban que los demás también sospechaban algo, pero ?el qué? Ya estaba totalmente confundido. Que le echaran la culpa sólo le hacía sentirse peor. Como si le leyera la mente, Alby se acercó a él y le agarró por el hombro.
—?Nunca la habías visto antes? —preguntó.
Thomas vaciló antes de contestar.
—No… No, que yo recuerde —esperó que su voz temblorosa no revelara sus dudas. ?Y si la conocía de algún modo? ?Qué significaría?
—?Estás seguro? —insistió Newt, que estaba al lado de Alby.
—Yo… no, no lo creo. ?Por qué me estáis acribillando a preguntas de esta manera?
Lo único que quería Thomas en aquel momento era que se hiciera de noche para poder estar solo e irse a dormir. Alby negó con la cabeza, luego se volvió hacia Newt y soltó el hombro de Thomas.
—Algo no va bien. Convoca una Reunión.
Lo dijo tan bajo que Thomas creyó que nadie más lo había oído, pero sonó siniestro. Después, el líder y Newt se marcharon, y Thomas se sintió aliviado al ver que Chuck se acercaba.
—Chuck, ?qué es una Reunión?
Chuck parecía orgulloso de saber la respuesta:
—Es cuando los guardianes se reúnen. Sólo convocan una cuando ocurre algo raro o terrible.
—Bueno, creo que hoy podría ser por las dos cosas —las tripas de Thomas sonaron e interrumpieron sus pensamientos—. No me he acabado el desayuno. ?Podemos coger algo por ahí? Me estoy muriendo de hambre.
Chuck le miró con las cejas arqueadas.
—?Te ha entrado hambre al ver a la chavala esa flipando? Debes de ser más psicópata de lo que pensaba.
Thomas suspiró.
—Tú consígueme algo de comida y calla.
? ? ?
La cocina era peque?a, pero tenía todo lo necesario para hacer una buena comida. Un horno grande, un microondas, un lavaplatos y un par de mesas. Parecía vieja y destartalada, pero estaba limpia. Al ver los electrodomésticos y la distribución familiar, Thomas sintió como si los recuerdos, unos recuerdos reales y sólidos, estuvieran justo en el borde de su mente. Pero, una vez más, faltaban las partes esenciales: nombres, caras, lugares y acontecimientos. Era exasperante.
—Siéntate —dijo Chuck—. Te traeré algo, pero te juro que esta será la última vez. Alégrate de que Fritanga no esté por aquí. Odia que asaltemos su nevera.
Thomas se sentía aliviado porque estaban solos. Mientras Chuck revolvía entre los platos y las cosas de la nevera, Thomas sacó una silla de madera de debajo de una mesita de plástico y se sentó.
—Esto es una locura. ?Cómo puede ser real? Alguien nos ha enviado aquí. Alguien malo.
Chuck se detuvo.
El Corredor Del Laberinto (The Maze Runner #1)
James Dashner's books
- The Eye of Minds
- The Kill Order (The Maze Runner 0.5)
- Virus Letal
- The Maze Runner Files (Maze Runner Trilogy)
- Rising Fears
- The Hunt for Dark Infinity (The 13th Reality #2)
- The Blade of Shattered Hope (The 13th Reality #3)
- The Void of Mist and Thunder (The 13th Reality #4)
- The Rule of Thoughts (The Mortality Doctrine #2)
- The Journal of Curious Letters (The 13th Reality, #1)