A Thomas se le hizo un nudo en la garganta. Se sentía tan aliviado que apenas podía hablar. Estaba tan seguro de que se enfurecerían al oír su confesión, si es que no le tiraban por el Precipicio, que ahora lo que le quedaba por decir le resultaba fácil.
—Hay una central informática situada en un sitio donde nunca hemos mirado. El código abrirá la puerta y podremos salir del Laberinto. También desconecta a los laceradores para que no puedan seguirnos, si es que podemos sobrevivir tanto tiempo como para llegar hasta allí.
—?Un sitio donde nunca hemos mirado? —repitió Alby—. ?Qué crees que hemos estado haciendo durante dos a?os?
—Creedme, nunca habéis estado allí.
Minho se levantó.
—Bueno, ?dónde está?
—Es casi un suicidio —dijo Thomas, a sabiendas de que postergaba la respuesta—. Los laceradores irán detrás de nosotros en cuanto descubran lo que pretendemos hacer. Todos. Es la prueba final.
Quería asegurarse de que habían entendido lo que estaba en juego. Había muy pocas probabilidades de que todos sobrevivieran.
—?Y dónde está? —preguntó Newt, inclinándose hacia delante en la silla.
—En el Precipicio —respondió Thomas—. Tenemos que atravesar el Agujero de los Laceradores.
Capítulo 51
Alby se levantó tan deprisa que la silla se cayó hacia atrás. Sus ojos inyectados en sangre destacaban en contraste con el vendaje blanco de su frente. Dio dos pasos hacia delante antes de detenerse, como si estuviera a punto de atacar a Thomas.
—Eres un fuco idiota —dijo, fulminando a Thomas con la mirada— o un traidor. ?Cómo vamos a confiar en ti, si ayudaste a dise?ar este sitio? ?Si nos pusiste aquí! Si no podemos con un lacerador en nuestro propio terreno, mucho menos vamos a luchar contra toda una horda en su agujerito. ?Qué pretendes?
Thomas se sintió furioso.
—?Qué pretendo? ?Nada! ?Por qué iba a inventarme todo esto?
Los brazos de Alby se tensaron con los pu?os apretados.
—Por lo que sabemos, te enviaron para que nos mataran a todos. ?Por qué íbamos a confiar en ti?
Thomas se quedó con la vista fija, sin dar crédito a lo que oía.
—Alby, ?tienes un problema de memoria a corto plazo? Arriesgué mi vida para salvarte en el Laberinto. ?Estarías muerto si no fuera por mí!
—A lo mejor fue un truco para ganarte nuestra confianza. Si estuvieras conchabado con esos fucos que nos enviaron aquí, no habrías tenido que preocuparte por que los laceradores te hicieran da?o; quizá fue todo teatro.
El enfado de Thomas disminuyó un poco al oír eso y se convirtió en lástima. Algo le extra?aba, era sospechoso.
—Alby —terció por fin Minho, aliviando a Thomas—, esa es la teoría más tonta que he oído en mi vida. Hace tres noches le destrozaron. ?Crees que eso también era teatro?
Alby asintió una vez de manera cortante.
—Quizás.
—Lo hice —dijo Thomas, proyectando todo el fastidio posible en su voz— para obtener recuerdos, para ayudarnos a salir de aquí. ?Hace falta que te ense?e los cortes y morados que tengo por todo el cuerpo?
Alby no dijo nada y su rostro siguió temblando por la cólera. Los ojos le lloraban y las venas se le hinchaban en el cuello.
—?No podemos regresar! —gritó por fin, y se volvió para mirar a todos los presentes en la sala—. He visto cómo eran nuestras vidas. ?No podemos regresar!
—?Se trata de eso? —inquirió Newt—. ?Estás de broma?
Alby se volvió hacia él con fiereza y hasta levantó un pu?o. Pero se detuvo, bajó el brazo, se sentó en la silla, hundió la cara en las manos y se derrumbó. Thomas no podría haberse sorprendido más. El intrépido líder de los clarianos estaba llorando.
—Alby, háblanos —le presionó Newt, pues no quería que dejara el tema—. ?Qué pasa?
—Yo lo hice —respondió Alby entre incontrolables sollozos—. Yo lo hice.
—?Qué hiciste? —preguntó Newt, que parecía tan confundido como se sentía Thomas.
Alby levantó la vista con los ojos llenos de lágrimas.
—Yo quemé los mapas. Yo lo hice. Me golpeé la cabeza con la mesa para que pensarais que había sido otra persona; mentí, fui yo el que lo quemó todo. ?Fui yo!
Los guardianes intercambiaron miradas; los ojos abiertos de par en par y las cejas enarcadas dejaban clara su sorpresa. Aunque, para Thomas, ahora todo tenía sentido. Alby recordaba lo horrible que era su vida antes de llegar allí y no quería volver.
—Bueno, menos mal que los salvamos —dijo Minho muy serio, casi burlándose—. Gracias por el consejo que nos diste después del Cambio para que los protegiéramos.
Thomas miró a ver cómo respondía Alby al sarcasmo de Minho, a su comentario casi cruel, pero este actuó como si no le hubiese oído.
Newt, en vez de enfadarse, pidió a Alby que se explicara. Thomas sabía por qué Newt no estaba enfadado: los mapas estaban a salvo y el código se había descifrado. No importaba.
El Corredor Del Laberinto (The Maze Runner #1)
James Dashner's books
- The Eye of Minds
- The Kill Order (The Maze Runner 0.5)
- Virus Letal
- The Maze Runner Files (Maze Runner Trilogy)
- Rising Fears
- The Hunt for Dark Infinity (The 13th Reality #2)
- The Blade of Shattered Hope (The 13th Reality #3)
- The Void of Mist and Thunder (The 13th Reality #4)
- The Rule of Thoughts (The Mortality Doctrine #2)
- The Journal of Curious Letters (The 13th Reality, #1)