El Corredor Del Laberinto (The Maze Runner #1)

—Empezaré de nuevo —dijo Thomas, restregándose los ojos—. Nos escogieron cuando éramos muy peque?os. No recuerdo cómo o por qué. Sólo tengo visiones y sensaciones de que las cosas cambiaron en el mundo, de que pasó algo muy malo. No tengo ni idea de qué fue. Los creadores se nos llevaron, y creo que ellos pensaron que sus motivos estaban justificados. De algún modo, averiguaron que nuestra inteligencia era superior a la media y por eso nos eligieron. No sé, casi todo esto es muy vago y, de todas formas, tampoco tiene tanta importancia.

?No recuerdo nada de mi familia o de lo que le sucedió. Pero, después de que nos cogieran, pasamos unos a?os aprendiendo en escuelas especiales, viviendo una vida normal hasta que, por fin, fueron capaces de financiar y construir el Laberinto. Nuestros nombres son sólo apodos estúpidos que se inventaron. Alby por Albert Einstein, Newt por Isaac Newton, y yo me llamo Thomas por Edison.

Parecía que a Alby le hubieran dado una bofetada.

—Nuestros nombres… ?Ni siquiera nos llamamos así de verdad?

Thomas negó con la cabeza.

—Por lo que sé, seguramente nunca hemos sabido nuestros nombres reales.

—?Qué estás diciendo? —preguntó Fritanga—. ?Que somos unos putos huérfanos criados por científicos?

—Sí —contestó Thomas, esperando que su expresión no revelara lo deprimido que se sentía—Supuestamente, somos muy inteligentes y estudian todos los movimientos que hacemos, nos analizan. Para ver quién se rinde y quién no. Para ver quién sobrevive a todo. No me extra?a que haya tantas cuchillas escarabajo en este sitio. Además, algunos de nosotros tienen cosas… alteradas en el cerebro.

—Me creo esta clonc igual que creo que te gusta la comida de Fritanga —refunfu?ó Winston, con aire cansado e indiferente.

—?Por qué iba a inventarme tal cosa? —exclamó Thomas, subiendo el tono de voz. ?Había dejado que le picaran adrede para recordar!—. Mejor aún, ?cuál crees tú que es la explicación? ?Que vivimos en un planeta alienígena?

—Sigue hablando —dijo Alby—. Pero no entiendo por qué nadie recuerda eso. Yo he pasado por el Cambio y lo único que vi fue… —miró enseguida a su alrededor, como si acabara de decir algo que no debía—. No averigüé nada.

—Ahora mismo te diré por qué creo que me he enterado de más cosas que los demás —respondió Thomas, temiendo esa parte de la historia—. ?Sigo o no?

—Habla —asintió Newt.

Thomas respiró hondo, como si estuviera a punto de empezar una carrera.

—Vale. No sé cómo, nos borraron la memoria; no sólo nuestra infancia, sino también todo lo referente a cómo entramos en el Laberinto. Nos metieron en la Caja y nos enviaron aquí arriba. Al principio, éramos un gran grupo y luego enviaron uno al mes durante los últimos dos a?os.

—Pero ?por qué? —preguntó Newt—. ?Qué sentido tiene?

Thomas alzó una mano para pedir silencio.

—Ya voy. Como he dicho, querían probarnos, ver cómo reaccionaríamos a lo que ellos llaman Variables y ante un problema que no tiene solución. Querían ver si podíamos trabajar juntos, incluso si construíamos una comunidad. Nos suministraban de todo y el problema planteado era uno de los puzzles más comunes conocidos por la civilización: un laberinto. A todo esto le a?adimos que nos hicieron creer que había una solución para animarnos a trabajar duro al mismo tiempo que aumentaban nuestro desánimo al no encontrar nada —hizo una pausa para mirar a su alrededor y asegurarse de que todos estaban escuchando—. Lo que estoy diciendo es que no hay solución.

Todos empezaron a hablar a la vez y las preguntas se solaparon unas con otras. Thomas volvió a alzar la mano, deseando transmitir sus pensamientos a los cerebros de los demás.

—?Veis? Vuestra reacción demuestra lo que acabo de decir. La mayoría de la gente ya se hubiera rendido. Pero creo que somos distintos. No podemos aceptar que un problema no pueda resolverse, sobre todo cuando es algo tan simple como un laberinto. Seguimos esforzándonos sin importar que no haya esperanza —Thomas se dio cuenta de que su voz se iba alzando cada vez más y notó que le ardía la cara—. ?Sea cual sea la razón, me pone enfermo! Todo esto, los laceradores, las paredes que se mueven, el Precipicio… no son más que elementos de una estúpida prueba. Nos han usado y manipulado. Los creadores querían que nuestras mentes buscaran una solución que nunca ha existido. Y lo mismo respecto a que enviaran aquí a Teresa, que la utilizaran como el desencadenante del Final, signifique lo que signifique; que cerraran este sitio, que el cielo se volviera gris, etcétera, etcétera. Nos lanzan locuras para ver nuestra reacción y probar nuestra voluntad. Para ver si nos volvemos los unos contra los otros. Al final, quieren a los supervivientes para hacer algo importante.

Fritanga se levantó.

—?Matando gente? ?Esa es la parte bonita del plan?

Por un instante, Thomas sintió miedo; le preocupaba que los guardianes se enfadaran con él por saber tanto. Y las cosas se iban a poner mucho peor.

—Sí, Fritanga, matando gente. El único motivo por el que los laceradores lo están haciendo uno a uno es para que no muramos todos antes de que acabe como se supone que tiene que acabar. Sobrevivirán los más apropiados. Sólo los mejores podrán escapar.

Fritanga le dio una patada a su silla.

—?Bueno, pues será mejor que empieces a hablar de esa huida mágica!