—Hay activado un sistema informal, que puede considerarse un precursor del Destacamento 2701, o 2702, o como lo llamen ahora —dice Alan—. Cuando queremos hundir un convoy, primero enviamos un avión de observación. Es claramente un avión de observación. Claro, observar no es realmente su labor principal, ya sabemos exactamente dónde está el convoy. Su labor real es ser observado; es decir, volar lo suficientemente cerca del convoy para que lo vean los vigías de los barcos. A continuación los barcos enviarán un mensaje de radio indicando que han sido vistos por un avión de observación de los aliados. Luego, si llegamos y los hundimos, los alemanes no lo considerarán sospechoso… al menos, no tan monstruosamente sospechoso como si supiésemos adonde ir.
Alan se detiene, consulta la brújula, se gira noventa grados y comienza a caminar hacia el oeste.
—Me parece un arreglo muy ad hoc —dice Lawrence—. ?Cuál es la probabilidad de que aviones de observación aliados, enviados supuestamente al azar, localicen cada uno de los convoyes del Eje?
—Ya he calculado tal probabilidad, y te apuesto uno de mis lingotes de plata a que Rudy también lo ha hecho —dice Turing—. Es muy peque?a.
—Así que yo tenía razón —dice Lawrence—, tenemos que asumir que el baile ha terminado.
—Quizá todavía no —dice Alan—. Ha sido pura suerte. La semana pasada hundimos un convoy en la niebla.
—?En la niebla'?
—Niebla por todas partes. Era imposible que se pudiese observar el convoy. Los imbéciles lo hundieron de todas formas. Kesselring sospechó, como lo haría cualquiera. Así que preparamos un mensaje falso, usando un código que sabemos que los nazis han roto, dirigido a un agente ficticio en Nápoles. Lo felicitaba por darnos información sobre el convoy. Desde entonces, la GESTAPO ha estado recorriendo la costa de Nápoles, buscando a ese tipo.
—Yo diría que esquivamos la bala.
—Cierto. —Alan se detiene de pronto, le quita el detector de metales a Lawrence y lo enciende. Comienza a andar lentamente por un claro, pasando el bucle de cable sobre el terreno. Continuamente se enreda con las ramas o se dobla, y por tanto necesita frecuentes reparaciones, pero sigue tozudamente en silencio, excepto cuando Alan, preocupado de que ya no esté funcionando, lo prueba con la hebilla del cinturón de Lawrence.
—Es un asunto extremadamente delicado —comenta Alan—. Algunas de nuestras UEC están en el norte de áfrica.
—?UEC?
—Unidades Especiales de Contacto. Los oficiales de inteligencia que reciben la información Ultra de nosotros se la pasan a los oficiales de campo y se aseguran de que es destruida. Algunos de ellos descubrieron, por medio de Ultra, que iba a producirse una incursión aérea durante al almuerzo, así que se llevaron los cascos al comedor. Cuando se produjo la incursión tal y como estaba prevista, todos querían saber cómo esos UEC supieron que debían llevar los cascos.
—Parece que no hay esperanza-dice Lawrence—. ?Cómo es posible que los alemanes no se den cuenta?
—A nosotros nos lo parece así porque lo sabemos todo y nuestros canales de comunicación están limpios de ruido —dice Alan—. Los alemanes tienen menos canales, y son bastante más ruidosos. A menos que sigamos haciendo cosas asombrosamente idiotas como hundir convoyes en la niebla, nunca tendrán un indicación clara e inconfundible de que hemos roto Enigma.
—Es curioso que menciones Enigma —dice Lawrence—, porque se trata de un canal extremadamente ruidoso del que nos las arreglamos para sacar grandes cantidades de información útil.
—Exactamente. Exactamente por eso estoy preocupado.
—Bien, haré todo lo que pueda para enga?ar a Rudy —dice Waterhouse.
—Tu lo harás perfectamente. Me preocupan los hombres que ejecutan las operaciones.
—El coronel Chattan parece bastante responsable —dice Waterhouse, aunque probablemente no tenga sentido seguir dando garantías a Alan. Simplemente está preocupado. Una vez cada dos o tres a?os, Waterhouse hace algo que demuestra habilidad social y ahora ya le toca: cambia de tema.
—Y mientras tanto, ?estarás trabajando para que Churchill y Roosevelt puedan mantener conversaciones telefónicas secretas?
—En teoría. Dudo mucho que sea práctico. Bell Labs tiene un sistema que actúa dividiendo la onda en varias bandas… —Y a continuación Alan se lanza al tema de las compa?ías telefónicas. Realiza una disertación completa sobre el tema de la teoría de información aplicado a la voz humana, y de cómo dicta el funcionamiento del sistema telefónico. Está bien que Turing tenga un tema tan extenso del que hablar, porque para Lawrence es cada vez más evidente que su amigo no tiene ni idea de dónde están enterrados los lingotes de plata.
Sin tener que cargar con plata, los dos amigos regresan pedaleando a casa en la oscuridad, que tan al norte llega sorprendentemente rápido. No hablan demasiado, porque Lawrence sigue absorbiendo y digiriendo todo lo que Alan le ha contado con respecto al Destacamento 2702, los convoyes, Bell Labs y la redundancia de la se?al de voz. Cada pocos minutos, pasa zumbando una motocicleta cargada con alforjas repletas de mensajes cifrados.
En el aire
Cualquier medio que sirva para transportar ganado, Bobby Shaftoe lo ha probado: furgones, camiones, marchas forzadas campo a través. Los militares han conseguido inventar el equiváleme aéreo en la forma del Avión del Millar de nombres: DC—3, Skytrain, C—47, Lransporte Dakota, Gooney Bird. Sobrevivirá. Las costillas de aluminio expuestas del fuselaje intentan darle una paliza de muerte, pero siempre que consiga permanecer despierto, puede esquivarlas.