Esmeralda (Edelstein-Trilogie #3)

?Y cómo se supone que reacciona una mujer enamorada cuando se entera de que le han mentido y la han manipulado? Exacto: habla por teléfono durante horas con su mejor amiga y luego permanece sentada en la oscuridad sin poder conciliar el sue?o, preguntándose por qué demonios ha tenido que ir a tropezarse con el tipo en cuestión, mientras llora desconsolada a?orando otros tiempos más felices… Fácil de prever, sí.

Los dígitos luminosos del despertador junto a mi cama marcaban las 3:10, lo cual significaba que se me debían de haber cerrado los ojos y que incluso había dormido más de dos horas. Y alguien —?mamá?— tenía que haber entrado y haberme tapado, porque lo último que recordaba era que estaba acurrucada en la cama con las rodillas levantadas escuchando los latidos súper acelerados de mi corazón.

Que extra?o que un corazón roto pudiera latir aún.

??Parece como si estuviera formado solo por esquirlas rojas con los bordes afilados que me ara?an desde dentro y me desangran!?; así había tratado de describir a Leslie el estado de mi corazón (de acuerdo, suena tan patético como lo del tipo de la ronquera de mi sue?o, pero algunas veces la verdad es tan… cursi…). Y Leslie me había dicho compasivamente: ?Sé muy bien cómo te sientes. Cuando Max rompió conmigo, primero pensé que me iba a morir de pena. Y de un fallo orgánico múltiple además: arritmia, disnea, embolia cerebral, parálisis progresiva… Pero, en primer lugar, no dura para siempre; en segundo, la situación no era tan desesperada como te parece y, en tercero, tu corazón no es de cristal?.

—No, es de piedra —la corregí sollozando—. Mi corazón es una piedra preciosa que Gideon ha roto en mil pedazos, como en la visión de la tía Maddy.

—Bueno, reconozco que no suena mal del todo, ?pero no es verdad! En realidad los corazones están hechos de un material completamente distinto, puedes creerme. —Leslie se aclaró la garganta y a?adió con tono solemne, como si me estuviera revelando el mayor de los secretos—: Se trata de un material mucho más maleable, irrompible, que puede moldearse de nuevo una y otra vez. Fabricando según una receta secreta.

Otro carraspeo para elevar la tensión. Instintivamente contuve el aliento.

—?El mazapán! —anunció Leslie.

—?El mazapán?

Por un instante dejé de sollozar y sonreí sorprendida.

—?Sí, mazapán! —repitió Leslie muy seria—. Del bueno, del que tiene mucha almendra.

Estuve a punto de soltar una risita, pero entonces recordé que era la chica más desgraciada del mundo y dije, sorbiéndome la nariz:

—?En ese caso, Gideon me ha mordisqueado un pedazo de corazón! Y de paso también ha mordisqueado todo el chocolate que lo envolvía. Tendrías que haber visto cómo me miraba cuando…

Antes de que pudiera volver a la carga, Leslie lanzó un sonoro suspiro.

—Gwenny, lamento tener que decírtelo, pero no vas a arreglar nada gimoteando. ?Tienes que pasar la página!

—No lo hago expresamente —le aseguré—. Es algo que me sale de dentro sin que pueda evitarlo. Hace un minuto era la chica más feliz del mundo, y luego va y me dice que…

—Muy bien. Gideon se ha portado como un cerdo —me interrumpió Leslie rápidamente—. Aunque no consigo entender por qué. ?Cómo es eso de que las chicas enamoradas son más fáciles de manejar? Yo diría que es justo lo contrario. Las chicas enamoradas son como bombas de relojería a punto de estallar. Nunca se puede saber qué es lo que harán. Creo que Gideon y su machista amigo el conde han cometido un error garrafal.

—Yo pensaba que realmente me quería. Que haya estado fingiendo todo el tiempo es algo tan…

?Ruin? ?Cruel? No encontraba ninguna palabra para describir mis sentimientos.

—?Vamos Gwenny! En otras circunstancias podrías seguir hundiéndote en la autocompasión durante semanas y no te diría nada, pero en este momento sencillamente no puedes permitírtelo. Necesitas todas tus energías para otras cosas, como, por ejemplo, sobrevivir. —La voz de Leslie sonaba insólitamente severa—. ?De modo que haz el favor de dominarte de una vez!

—Eso mismo me ha dicho también Xemerius antes de largarse y dejarme sola.

—?Ese monstruito invisible tiene razón! Ahora tenemos que mantener la cabeza fría y recabar todos los hechos. Puaj, ?qué es esto? Espera un momento, tengo que abrir la ventana, Bertie acaba de tirarse uno de esos pedos que te dejan K.O… ?Perro malo! ?Por dónde íbamos? Sí exacto, tenemos que descubrir qué escondió tu abuelo en vuestra casa. —La voz de Leslie subió ligeramente de tono—. Tengo que reconocer que Raphael ha sido de gran ayuda. Tal vez no sea tan bobo como parece.

—En tu opinión, querrás decir. —Gracias a Raphael, el hermano peque?o de Gideon, que desde hacía poco iba a nuestra escuela, habíamos descubierto que el enigma que mi abuelo me había dejado consistía en unas coordenadas geográficas que conducían directamente a nuestra casa—. La verdad es que me interesaría muchísimo saber hasta qué punto está informado de los secretos de los Vigilantes y los viajes en el tiempo de Gideon.

—Posiblemente sepa más de lo que podrá suponerse. En todo caso no se tragó la historia de que los juegos de misterios son el último grito en Londres. Pero fue bastante listo para no hacerme preguntas. —Leslie hizo una pausa y a?adió—: Tiene unos ojos bastante bonitos.