—La primera vez, el portador de gen nunca retrocede mas de 150 a?os —me explicó amablemente la tía abuela Maddy—. Esta casa se construyo en 1781, de manera que Charlotte esta perfectamente segura aquí, en la sala de música. Como mucho podría asustar a un par de ladies melómanas.
—Con ese vestido seguro —repuse lo bastante bajo para que solo me pudiera oír mi ti abuela, que soltó una risita.
La puerta se abrió de golpe y entró lady Arista. Mi abuela tenia el aspecto de siempre: parecía que se hubiera tragado un bastón —o varios, uno para los brazos, otro para las piernas y otro para el torso, que lo aguantaba todo unido— y llevaba los cabellos blancos bien estirados hacia atrás y recogidos en un mo?o en la nuca, como si fuera una profesora de ballet con malas pulgas.
—Ya han enviado a un chofer. Los De Villiers nos esperan en Temple. Así, a su vuelta, Charlotte podrá ser registrada inmediatamente en el cronógrafo.
No había entendido ni un apalabra.
—?Y si hoy aun no pasa nada? —preguntó Charlotte.
—Charlotte, querida, ya has tenido vértigo tres veces —se?aló la tía Glenda.
—Tarde o temprano tiene que pasar —afirmó lady Arista—. Ven, el chofer llegara en cualquier momento.
La tía Glenda cogió a Charlotte del brazo y, junto con lady Arista, abandonaron la habitación. Cuando la puerta se cerró tras ellas, la tía Maddy y yo nos miramos.
—A veces una tiene la sensación de que es invisible, ?verdad? —se quejó mi tía abuela—. Seria agradable escuchar un ?Hasta luego? o un ?Hola? de vez o en cuando, o, mejor incluso ?Querida maddy, ?no habrás tenido una visión que pueda servirnos de ayuda??
—?Has tenido una?
—No —respondió la tia Maddy—. Gracias a Dios. Después de las visiones me entra un hambre terrible, y ya estoy lo suficientemente gorda.
—?Quiénes son los De Villiers? —pregunté.
—Puesto que me lo preguntas, te diré que un montón de engreídos insoportables —repuso la tía Maddy—, todos abogados y banqueros. Son propietarios del banco privado De Villiers, en la ciudad. Tenemos nuestras cuentas allí.
La verdad es que aquello no sonaba nada místico.
—?Y que tiene que ver esta gente con Charlotte?
—Digamos que ellos y nosotros tenemos problemas parecidos.
—?Qué problemas?
?También tenían que vivir bajo un mismo techo con una abuela tiránica, una tía antipática y una prima creída?
—El gen de los viajes en el tiempo —dijo la tía abuela Maddy—. En el caso de los De Villiers, se transmite por línea masculina.
—?De modo que también tienen una Charlotte en casa?
—La contrapartida masculina. Por lo que se, es un tal Gideon.
—?Y el también está esperando a que le den vértigos?
—El ya ha pasado por eso. Es dos a?os mayor que Charlotte.
—?Quieres decir que ya hace dos a?os que va saltando de un lado a otro en el tiempo?
—Si, eso hay que suponer.
Traté de hacer encajar toda esa información con la poca que ya tenía, pero la tía abuela Maddy se mostraba tan increíblemente comunicativa que pensé que valía la pena aprovecharlo y solo me concedí unos segundos para reflexionar.
—?Y qué es un croni...crono...?
—?Cronógrafo! —La tía Maddy puso los ojos en blanco—. Es una especie de aparato con el que pueden enviar única y exclusivamente a los portadores del gen a una determinada época. Tiene algo que ver con la sangre.
—?Una maquina del tiempo? ?Que está cargada con sangre? ?Madre mía!
La tía maddy se encogió de hombros.
—No tengo ni idea de cómo funciona ese trasto. Olvidas que solo sé lo que puedo oír casualmente mientras estoy aquí sentada haciéndome la tonta. Todo esto es muy secreto.
—Sí, además de muy complicado —repuse yo—. De hecho, ?de dónde sacan que Charlotte tiene el gen? ?Y porque ella lo tiene y no... hummmmm...tú? Por ejemplo.
—Yo no puedo tenerlo gracias a dios —respondió—. Aunque los Montrose siempre hemos sido unos bichos raros, el gen llegó a la familia a través de tu abuela. Mi hermano tuvo que casarse con ella obligatoriamente. —La tía maddy sonrió irónicamente. Ella era la hermana de mi difunto abuelo Lucas, y, como no se había casado, ya de joven se había trasladado a vivir con él y se había encargado de llevar la casa—. Oí hablar de este gen por primera vez después de la boda de Lucas y lady Arista. La ultima portadora del gen de la línea hereditaria de Charlotte era una dama llamada Magret Tilney, que era la abuela, de tu abuela lady Arista.
—?Y Charlotte ha heredado el gen de esa Magret?
—Oh, no, en medio lo heredo Lucy. Pobre chica.
—?Qué Lucy?
—Tu prima Lucy, la hija mayor de Harry.