Ciudades de humo (Fuego #1)

—Con Deane. Por lo que veo, prácticamente se está coronando como sustituta de Max.

Rhett se acercó a ella y volvió a sentarse en la cama. Se quedó pensativo durante unos segundos.

—No será tan estúpida.

—?Se te olvida que hablamos de Deane? —Alice enarcó una ceja.

él volvió a quedarse callado unos segundos.

—Creo que ni ella es tan estúpida. —Miró a Alice—. Aunque... es la última persona en la que confiaría en esta ciudad.

—Y ?qué vamos a hacer?

—No te preocupes por ella. Sigo siendo guardián. Si quiere hacer algo, tiene que consultarlo primero con el consejo.

—Pero...

—Alice, no dejaré que se acerque a ti.

—No estoy preocupada por mí —replicó ella, soltando por fin lo que había estado pensando—. ?No te parece un poco sospechoso que ella sobreviviera, al igual que todos sus alumnos?

—Alice... —empezó a advertir.

—?Es verdad! Pareció que sabían exactamente cuándo tenían que aparecer para ser los héroes de la noche y...

—Escucha, quienes atacaron fueron los de Ciudad Capital. Sé que Deane no te cae bien, pero eso no quiere decir que...

—?Sus alumnos son los únicos que no han sufrido bajas! ?Es que no te parece raro?

Esta vez, él se quedó callado, mirándola con expresión pensativa.

—La verdad es que no lo había pensado hasta ahora —murmuró finalmente.

—Sé que lo que digo es grave, pero Deane parecía estar esperando que Max despareciera para controlar la ciudad.

Sin embargo, él seguía sin parecer del todo convencido.

—Tiene sentido, sí, pero...

—Espera, déjame terminar. —Ella respiró hondo—. Si realmente quería ostentar el control, solo tenía que quitarse a Max de en medio sin levantar sospechas. Mandar a los de Ciudad Capital es el plan perfecto. ?Y más si ella es quien nos salva! Ahora todos la adoran por ser la maldita heroína de la noche. Y si lo que te estoy diciendo tiene sentido, si realmente quiere hacerse con el control de la ciudad, ahora mismo tú y Tina sois su único obstáculo.

Rhett sonrió, burlón.

—?Crees que va a intentar matarme o algo así?

—Rhett, lo digo en serio.

—Deane está loca, Alice, pero no tanto.

—?Estás seguro? —Cuando él intentó levantarse, lo retuvo por el brazo—. ?Estás completa y absolutamente seguro de que sería incapaz de tener nada que ver con lo que pasó ayer?

—Bueno, no exactamente, pero...

—Rhett —ella lo interrumpió—, estoy hablando muy en serio. Ten cuidado, por favor.

—Oye, no necesitas preocuparte por mi seguridad, sé cuidar perfectamente de mí mismo —aseguró—. Pero, si te quedas más tranquila, tendré un plan B. De hecho, hace tiempo que pienso en ello.

—?Cuál?

—?No te has cansado de vivir aquí? —Rhett se inclinó hacia ella—. Conozco una ciudad no muy lejos que...

Se escuchó un silbido proveniente del exterior de la habitación. Ambos se acercaron a la ventana para asomarse a ella y vieron que los alumnos de Deane estaban dando el aviso de que en media hora habría una reunión.

—Tengo que irme —murmuró Rhett, siguiéndolos con la mirada—. Supongo que querrán que los guardianes hablemos antes de empezar.

—Nos vemos después —susurró Alice, más apenada de lo que pretendía sonar.

Rhett estaba a punto de salir, pero suspiró, volvió atrás, la sujetó de la nuca y le dio un beso corto en los labios.

—Estaré bien. Te lo prometo.

Dicho esto, se marchó y ella hundió la cara en sus manos.



*



Como Rhett era guardián, ocupó su puesto en la mesa alta, mientras que ella se quedó entre el público, sentada entre Jake y Trisha. Habían llegado muy temprano, así que habían conseguido sitio en primera fila.

Alice observó a los guardianes con cuidado. Deane lucía extra?amente contenta, cosa que no le gustó nada. Tina estaba agotada, sin duda alguna. Y Rhett, aunque Alice sabía que era una actitud impostada, miraba a su alrededor con aire despreocupado.

Sus miradas se cruzaron un momento y él pareció tensarse un poco. Eso no era buena se?al. Fuera lo que fuese lo que habían hablado antes con Deane, no era bueno.

Alice intentó preguntarle con la mirada qué estaba pasando, pero la voz de Deane la interrumpió e hizo que ambos se volvieran hacia ella.

—Bienvenidos. —Ella se puso de pie y todo el mundo guardó silencio para escucharla—. Sé que no es un buen día para convocar una reunión, pero me temo que era muy urgente.

—?Dónde está Max? —preguntó alguien desde la parte de atrás.

—De eso, precisamente, quería hablar. —Deane volvió a sonreír de manera misteriosa—. De lo que pasó anoche.

Hubo un silencio tan opaco que a Alice le recordó a su antigua zona. No le gustó nada.

—Los acontecimientos de ayer fueron... una desgracia —empezó, repiqueteando con los dedos en la mesa—. De eso no cabe duda. Perdimos a muchos más de lo que jamás hubiéramos creído posible. Pero hay que afrontar la situación. Y hay que actuar en consecuencia.

Lo peor es que ni siquiera hablaba de ello como si hubieran perdido a personas que querían, sino simplemente armas que poder usar contra la capital. Alice no pudo evitar que su expresión se volviera sombría cuando Deane siguió hablando con una sonrisita.

—Por eso, he decidido que tengo que tomar unas cuantas determinaciones.

Tina levantó la cabeza al instante, como si no esperara oír eso, y echó una ojeada a Rhett. él también dejó la expresión despreocupada a un lado.

—Para que entendáis dónde quiero llegar —siguió Deane—, primero debo contar una peque?a historia que os resultará conocida.

A Alice le dio la sensación de que la miraba durante un segundo antes de seguir hablando, y se tensó en su asiento.

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