Ciudades de humo (Fuego #1)

Al final de la clase, que fue bastante aburrida porque básicamente se dedicaron a limpiar armas, recogió sus cosas como los demás, pero se detuvo cuando vio que Jake entraba en la sala con una enorme sonrisa.

?Jake? ?Qué hacía él allí? ?Podía meterse en problemas!

—?Aliiiiice! ?Tengo dos noticias importantes! —se puso a gritar, haciendo que todo el mundo los mirara con curiosidad—. ?ALIIIIIICE! ?DóNDE ESTáS?

Rhett hizo un gesto con las manos para despedir al resto de los alumnos, que, reticentes, salieron de la clase.

—?Jake? —dijo ella sorprendida—. ?Qué...?

Pero su amigo no la dejó acabar, la abrazó con fuerza.

—?Te parece eso apropiado en una clase, principiante? —preguntó Rhett bruscamente.

—Bah, cállate —contestó el muchacho, por lo bajito, aunque se separó de Alice.

Suerte que los demás se habían ido, porque si hubiera hecho eso delante de todo el mundo, probablemente Rhett lo habría colgado de uno de los árboles que rodeaban el edificio principal.

—Además —Jake le dedicó una sonrisa radiante—, ya no puedes llamarme principiante.

La boca de Alice se ensanchó en una sonrisa enorme.

—Espera, ?cómo?

—Ya me has oído. —Jake le sonrió a su vez, entusiasmado—. ?Estoy en el grupo de intermedios!

Volvió a abrazarla con suficiente fuerza como para estar a punto de asfixiarla y Alice se dejó, feliz.

Bueno, y tensa. No paraba de echar ojeadas a la puerta. ?Y si alguien los veía y se lo decía a Max?

Se obligó a sí misma a centrarse y sonreír a Jake, que seguía pareciendo entusiasmado.

—?Eso es genial! ?Enhorabuena!

—?Y con un diez en armas! —gritó él emocionado—. ?Un diez! ?El único de todos los que nos presentamos!

Rhett estaba mirándolos sin decir nada. A Alice le había parecido verlo sonreír, pero toda expresión alegre se esfumó cuando vio que Jake se acercaba con una sonrisa de oreja a oreja y los brazos abiertos.

—?Eh! —Rhett dio un salto hacia atrás, casi como si fuera a atacarlo—. ?Ni se te ocurr...!

El chico lo abrazó de todas formas, resistiendo a la mala cara del guardián. Alice intentaba no reírse.

—?Suéltame ahora mismo si no quieres morir!

—?Gracias a tu diez pude pasar! —le explicó Jake emocionado—. ?Muchas gracias, Rhett, sabía que en el fondo no eras tan amargado como pareces siempre!

—?Se supone que eso es un cumplido? —Rhett miró a Alice con la ceja levantada—. ?Y tú de qué te ríes?

—Yo no me río —aseguró ella, entre carcajadas.

—Trisha también ha pasado. —Jake por fin se separó de Rhett, que lo seguía mirando con mala cara—. Y Dean y Saud también. ?Es genial! Me daba muchísimo miedo pasar solo, no conocer a nadie...

—?No conocer a nadie? —se burló Rhett—. Si siempre somos los mismos.

—Pero ?sería diferente! No son mis amigos.

—Tú eres el típico pesado que podría hacer amigos en cinco minutos.

—Y ?cuál es la segunda noticia? —preguntó Alice, sonriendo.

—?Eh?

—Has dicho que había dos noticias —le recordó.

—?Ah, sí! —Jake volvió a sonreír, entusiasmado—. ?Te han levantado el castigo!

Alice se quedó mirándolo un momento, sin comprender nada.

—?Qué?

—?Sí, es cierto!

Miró a Rhett, que parecía todavía más extra?ado que ella.

—Al parecer —siguió Jake—, anoche, el que le había dicho todo eso de ti a Max le confesó que se lo había inventado, así que te ha levantado el castigo. ?Ya puedes volver a sentarte en nuestra mesa y seguir con tus clases particulares! Aunque, seamos sinceros, que te sientes con nosotros es la mejor noticia, ?eh?

Alice empezó a notar una sensación de euforia creciendo en su pecho.

Pero el inicio de una sonrisa que delataba ese sentimiento desapareció en el instante en que lo pensó mejor.

—Pero... Kenneth aseguró que no le había dicho nada a Max.

—Fijo que mintió —respondió Jake despreocupado—. ?Y ahora soy un intermedio, puedo darle una paliza por bocazas!

—Relájate, Bruce Lee —murmuró Rhett, negando con la cabeza—. No fue Kenneth.

—Eso no lo sabes —le dijo Jake.

—No fue él —insistió el otro.

Jake y Alice intercambiaron una mirada desconcertada antes de acercarse a él casi al mismo tiempo.

—Rhett... —empezó Alice.

—?Qué sabes que nosotros no sepamos? —lo acusó Jake, pinchándolo con un dedo.

—?Sabías quién nos había delatado y no me dijiste nada? —Alice le puso mala cara.

—No hace falta que sepas quién fue —respondió Rhett—. Ya está todo solucionado. Es lo que importa.

—?Yo quiero saberlo! —exclamó Jake indignado.

—?Y yo!

—Y ?de qué serviría? ?Para que te enfadaras con ella y...?

—?Es una chica! —confirmó Alice, mirando a Jake.

—Podría ser Shana —murmuró él pensativo.

—?Shana? Mmm..., no sé...

—?Dejad ya el tema! —Rhett les puso mala cara.

Pero, claro, lo ignoraron completamente.

—?Qué hay de Deane? —sugirió Alice.

—?Tú crees?

—Hoy ha estado muy callada en el entrenamiento. Eso no es normal.

—?Podéis escucharme y...? —intentó intervenir Rhett.

—Pero ella no lo habría retirado —observó Jake pensativo.

—Entonces, ?quién?

—?Quién queda en la ciudad que sea mujer y sepa algo de todo est...?

Se cortó a sí mismo cuando tanto él como Alice abrieron mucho los ojos y los clavaron en Rhett, que suspiró.

—No —murmuró Alice—. ?Ha sido Tina?

Rhett cerró los ojos un momento.

—No lo hizo con mala intención, Alice.

—?Fue ella? —repitió Jake completamente perdido.

—Sí, pero...

—?Estuvo a punto de hacer que me echaran! —exclamó Alice enfadada.

—No sabía que Max llegaría tan lejos. —Rhett la sujetó por los hombros cuando hizo un ademán de salir de la sala de tiro—. Solo quería que dejáramos de vernos. Estaba preocupada. En cuanto vio que Max se había pasado con tu castigo, le pidió que lo olvidara. No pensé que fuera a escucharla. Supongo que solo le hizo caso porque es Tina.

Alice apartó la mirada. Tenía que hablar con Tina de eso. No podía quedar así. Aunque lo hubiera hecho con buena intención, había pasado dos semanas horribles por su culpa.

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