Las pruebas (The Maze Runner #2)

—Ven, déjame echarle un vistazo —se ofreció Newt.

Se levantó de la cama para acercarse y su cojera, por algo sucedido en el pasado que nunca le reveló a Thomas, se notó más de lo habitual. Extendió los brazos y tiró de la camisa de Aris hacia abajo para ver mejor la extra?a marca.

—Es un tatuaje —dijo Newt con los ojos entrecerrados porque no se podía creer lo que estaba viendo.

—?Qué dice? —preguntó Minho, aunque ya se había levantado de la cama y se acercaba para verlo con sus propios ojos.

Al no responder Newt de inmediato, la curiosidad obligó a Thomas a ponerse de pie, y pronto estuvo junto a Minho, inclinado hacia delante para ver el tatuaje. Lo que vio allí escrito en letra de imprenta hizo que le diera un vuelco el corazón: Propiedad de CRUEL. Grupo B, Sujeto B-1.

El compa?ero.

—?Qué se supone que significa eso? —preguntó Minho.

—?Qué pone? —preguntó Aris mientras se tocaba la piel del cuello y de los hombros y se tiraba del cuello de la camisa—. ?Juro que no estaba ahí ayer por la noche!

Newt le repitió las palabras y luego dijo:

—?Propiedad de CRUEL? Creía que habíamos escapado de ellos. O que tú también habías escapado. Lo que sea.

Se dio la vuelta, visiblemente frustrado, y volvió a sentarse en su cama.

—?Y por qué te llamarían ?el compa?ero?? —dijo Minho, que aún tenía la vista clavada en el tatuaje.

Aris negó con la cabeza.

—No tengo ni idea. Y eso no estaba ahí anoche. Me duché y me miré en el espejo. Lo hubiera visto. Y alguien seguro que lo habría notado cuando estaba en el Laberinto.

—?Me estás diciendo que te hicieron el tatuaje en mitad de la noche? —exclamó Minho—. ?Sin que te dieras cuenta? Venga ya, tío.

—?Te lo juro! —insistió Aris.

Después se levantó y fue al ba?o, probablemente para intentar ver las palabras con sus propios ojos.

—No creo una fuca palabra de lo que dice —le susurró Minho a Thomas cuando volvió a su asiento.

Entonces, justo cuando se inclinaba para volver a dejarse caer sobre el colchón, su camisa se movió lo suficiente para revelar una gruesa línea negra en su cuello.

—?Vaya! —dijo Thomas, que por un segundo se quedó demasiado aturdido para moverse.

—?Qué? —preguntó Minho y miró a Thomas como si le acabara de salir una tercera oreja en la frente.

—Tu… tu cuello —por fin dijo Thomas—. ?Tú también lo tienes!

—?De qué fo?o estás hablando? —se alarmó Minho, que se estiró la camisa, con la cara arrugada, para tratar de ver algo que su vista no podía alcanzar.

Thomas se acercó a Minho, le quitó las manos de encima y retiró el cuello de la camisa.

—?Hostia… está ahí! Es lo mismo, salvo por…

Thomas leyó las palabras para sus adentros: Propiedad de CRUEL. Grupo A, Sujeto A-7.

El líder.

—?Qué, tío? —le gritó Minho.

Casi todos los clarianos se habían agrupado muy pegados entre sí detrás de Thomas y se esforzaban por conseguir ver algo. Thomas enseguida leyó en voz alta las palabras tatuadas, sorprendido de hacerlo sin atrancarse.

—Me estás tomando el pelo, ?no? —dijo Minho y se levantó. Se abrió camino entre la multitud de chicos y siguió a Aris hasta el lavabo.

Y entonces se desató la histeria. Thomas notó cómo le estiraban de la camisa y él bajó la de otros. Todos empezaron a hablar de todos los demás.

—En todos pone Grupo A.

—Propiedad de CRUEL, como en él.

—Tú eres el Sujeto A-13.

—El Sujeto A-19.

—A-3.

—A-10.

Thomas fue pasando despacio, en círculo, aturdido, mientras observaba cómo los clarianos se descubrían los tatuajes unos a otros. La mayoría no tenía designaciones adicionales como Aris y Minho, tan sólo la línea sobre la propiedad. Newt iba de chico en chico, buscándose a sí mismo, con el rostro impertérrito como si estuviera concentrándose en memorizar los nombres y los números. Entonces, por accidente, los dos se quedaron mirándose.

—?Qué dice el mío? —preguntó Newt.

Thomas apartó el cuello de su camisa y se asomó para leer las palabras grabadas en su piel.

—Eres el Sujeto A-5 y te llaman el Pegamento.

Newt le miró, sobresaltado.

—?El Pegamento?

Thomas le soltó la camisa y retrocedió un paso.

—Sí. Probablemente porque eres un poco como un pegamento y nos mantienes a todos unidos. No sé. Lee el mío.

—Ya lo he hecho…

Thomas advirtió la extra?a expresión de Newt. Duda. O terror. Como si no quisiera decirle lo que ponía en su tatuaje.

—?Y bien?

—Eres el Sujeto A-2—respondió Newt y luego bajó la mirada.

—?Y? —insistió Thomas.

Newt vaciló y después contestó sin mirarle:

—No te llama nada. Tan sólo dice… ?Debe matarlo el Grupo B?.





Capítulo 7