—?Ah, sí?
—Sí. Me ha llamado. ?Puedes ir a buscarla?
Dudó un momento.
—Sí, claro, Glen. Espera un segundo y voy a ver qué es lo que pasa.
Cuando desapareció en el comedor que había a la izquierda, yo entré en el recibidor sin que nadie me hubiera invitado. Me quedé allí de pie, mirando a mí alrededor. A la derecha, una salita con un televisor de pantalla grande, un par de sillones de cuero. Media docena de mandos a distancia alineados sobre la mesita del café, como soldados tendidos cuerpo a tierra.
Oí que venía alguien; pero no era Kelly, sino Ann.
—?Hola? —dijo, extra?ada. Por lo visto estaba tan sorprendida de verme como Slocum. No sabía si interpretaba bien sus gestos, pero también me pareció preocupada. Tenía un teléfono inalámbrico negro en la mano—. ?Va todo bien?
—Darren ha ido a buscar a Kelly —dije.
?Era alarma lo que vi asomar un instante a su rostro, solo una fracción de segundo?
—?Pasa algo?
—Kelly me ha llamado —expliqué—. Me ha pedido que venga a buscarla.
—No lo sabía —dijo Ann—. Pero ?qué ha pasado? ?Te ha dicho si ha sucedido algo?
—Solo me ha dicho que viniera a buscarla. —Se me ocurrían una buena cantidad de razones por las que Kelly podía haber decidido cancelar su noche en casa de su amiga. A lo mejor todavía no estaba preparada para estar lejos de casa cuando había pasado tan poco tiempo tras la muerte de su madre. O a lo mejor Emily y ella se habían peleado. A lo mejor había comido demasiada pizza y le dolía la tripa.
—No nos ha pedido permiso para llamar por teléfono —dijo Ann.
—Ella tiene el suyo. —Ann estaba empezando a molestarme. Yo solo quería recoger a Kelly y marcharme de allí.
—Sí, bueno —dijo, y por un momento pareció distraída—. ?Ni?as de ocho a?os que ya tienen su propio teléfono! Las cosas no eran así cuando nosotros éramos peque?os, ?verdad?
—No —coincidí con ella.
—Espero que las ni?as no se hayan peleado ni nada por el estilo. Ya sabes cómo pueden ser esas cosas. Son las mejores amigas del mundo y un segundo después se odian a muert…
—?Kelly! —grité hacia el interior de la casa—. ?Papá está aquí!
Ann levantó las manos como para hacerme callar.
—Seguro que ya vienen. Me parece que han estado un rato viendo una película en la habitación de Emily, en el ordenador. Le dijimos que no podía tener televisión en su cuarto, pero, cuando se tiene ordenador, quién necesita tele, ?verdad? Ahora ya se pueden ver todos los programas online. Y me parece que estaban escribiendo una historia, inventándose no sé qué clase de aventura o algo como que…
—?Dónde está la habitación de Emily? —pregunté, y eché a andar hacia el comedor, suponiendo que tardaría menos en buscarla yo mismo que en conseguir que los Slocum la trajeran hasta la puerta.
Pero entonces, de repente, salió de la sala de estar con Darren detrás de ella. Kelly parecía hacer todo lo posible por mantenerse un paso por delante del hombre.
—Ya la he encontrado —dijo Slocum.
—Hola, papá —dijo mi hija, algo intimidada.
Llevaba la chaqueta puesta y la mochila en la mano, se detuvo a mi lado y se apretó contra mí. La cremallera de la mochila no estaba cerrada del todo, y de dentro sobresalía una de las orejas de Hoppy.
—?Estás bien, cielo? —pregunté.
Asintió con la cabeza.
—?Te encuentras mal?
Dudó un segundo y luego asintió otra vez.
—Quiero irme a casa —rogó.
—No sé qué problema ha podido tener —dijo Darren, como si Kelly no estuviera allí—. Se lo he preguntado, pero no quiere decirme nada.
Kelly no quería ni mirarlo. Mascullé un ?Gracias? y me la llevé hacia la salida. Ann y Darren susurraron algo en respuesta antes de cerrar la puerta detrás de nosotros. Detuve a Kelly y me incliné para subirle la cremallera de la chaqueta hasta arriba, y entonces oí que dentro de la casa levantaban la voz.
En cuanto tuve a Kelly con el cinturón abrochado y ya nos estábamos alejando de casa de los Slocum, le pregunté: —Bueno, ?qué ha ocurrido?
—No me encontraba bien.
—?Qué ha sido? ?La tripa?
—Me siento rara.
—?Por la pizza? ?Demasiados refrescos?
Kelly se encogió de hombros.
—?Ha pasado algo? ?Te ha pasado algo con Emily?
—No.
—?No, no ha pasado nada? ?O no, no te ha pasado nada con Emily?
—Solo quiero irme a casa.
—?Te ha dicho algo Emily o alguna otra persona? ?Sobre tu madre?
—No.
—Es que parecía que ni siquiera querías hablar con el se?or Slocum. ?Te ha pasado algo con él?
—No lo sé.
—?Qué quieres decir con que no lo sabes? —Otra vez volvía a tener todo el vello de la nuca erizado. Aquel tipo me daba muy malas vibraciones. No sabía lo que era, pero tenía algo que no me gustaba—. ?Te ha…, te ha hecho sentir incómoda?