Ember grita triunfalmente. —?Chica, deberías haber cortado la capa!— Ronronea para sí misma.
—La próxima vez... — lanzo sin pensar. Ember y Lin se miran entre sí, y luego me miran con un flash en sus ojos. Después de un tiempo, buscan nuevas hojas de cartón y hacen cambios en las plantillas ya hechas.
No tengo más remedio que seguir sus pasos y pronto queremos hacer el proyecto más bizarro posible y hacernos reír. Y así tenemos panniers con alas de ángel, un jugador de hockey con un palo y una obra maestra de Lin, que es un bikini de frutas y un peque?o diablo. Lo que más disfruto es la cabeza de caballo no muy exitosa, el orgullo de Ember.
Cada vez que lo miro, no puedo evitar reírme de nuevo.
Llaman a la puerta.
—?Ay, por favor!— Digo.
268
James pone su cabeza en la habitación. —Hola preciosa. — Dice Ember en una voz cómicamente baja. Las tres nos reímos juntas frente a él.
James entra y parece divertido.
—Veo que te estás divirtiendo mucho.
—?Mira las tarjetas que hicimos para el baby shower! Escoge la mejor.— Lin se?ala las historietas de cartón, que cubren casi todo el piso.
—?Es eso...? — James no termina su frase, inclina ligeramente la cabeza.
—Unicornio, tienes que entender.— Ember gira sus ojos de forma cómica. —Como si fuera tan difícil de reconocer.
—Se parece más a un cerdito. Y con mucha fantasía.
—?Eh!— La indignada Ember saca la almohada de mi cama y se la tira a James. Desafortunadamente, la bala cae a sus pies. James sonríe torpemente.
—Sólo quería que supieras que he vuelto. Y Angus dice que la cena está a punto de estar lista, así que ya puedes bajar.
—?Cómo fue tu reunión?— Le pregunto.
—Muy bien. — Responde. —Esta mujer sabe todo sobre la compa?ía y me impresionó con una persona competente. Supongo que no es pan comido, está muy interesada en el desarrollo de Beaufort.
—?Y qué te dice tu instinto?— Pregunto con cuidado.
James ha estado buscando un comprador adecuado para sus acciones durante semanas, pero sólo se encontró con Fiona Green en persona.
269
Beaufort es el trabajo de toda la vida de su madre. No creo que quiera admitir para sí mismo lo mucho que le importa encontrar a la persona adecuada.
—Me dice que no debo esperar mucho tiempo,— me responde.
—Mi abuela siempre dice que el instinto es el mejor consejero cuando una persona tiene que tomar una decisión importante, —se?ala Lin. Ember asiente con la cabeza.
—Tienes que estar seguro, de lo contrario no será bueno.
—Rara vez tengo certeza de inmediato—, dice James. —Necesito tiempo para juzgar a alguien correctamente, no para guiarme por la primera impresión. Pero la veré de nuevo el próximo martes. Tal vez esta vez sea más fácil para mí decidir.
—Muy bien.— Ember se acerca. Está recogiendo el unicornio de cartón. —Y si necesitas apoyo, siempre puedes recurrir a Ernesto.
James sonríe un poco.
—Lo recordaré.
—Creo que hemos terminado, ?verdad?— le pregunta a Lin.
—Sí.— Miro a mi alrededor. Tenemos demasiado de eso.
Levanta las manos sobre la cabeza, se estira, endereza las piernas, se toca las manos y los pies. Puedo oír sus huesos tirando, y estoy asustada.
—Es maravilloso que estés preparando todo esto para Lydia, —dice James.
270
Cuando encuentra mi vista, su sonrisa cambia. Se vuelve más abierto.
Más calidez en él. Más cari?o. Es una sonrisa sólo para mí, una sonrisa llena de secretos que sólo nosotros conocemos. Cuanto más me mira, más se seca mi garganta. Y cuanto más me caliento.
Nerviosamente recorro las formas cortadas y las coloco en un solo lugar. Estoy en mi habitación, con mi hermana peque?a. Por el momento, no puedo pensar en el cuerpo desnudo de James.
—?Vamos a bajar?— Ember suelta. —Papá escribió que la cena estaba lista.— Coge su móvil y nos muestra el mensaje. Pero llega uno nuevo antes de leer el nombre del remitente, Ember le da la vuelta a su móvil. Su cara se nubla cuando lo lee. Apaga el teléfono, apoya las manos en el suelo y se levanta.
James y Lin ya están en la puerta cuando agarro el brazo de mi hermana por un momento. —Puedes hablar conmigo, Ember.— Susurro.
—Siempre y sobre todo. Lo sabes, ?verdad?
Primero me mira la mano y luego la cara. Parece que tiene una lucha interna, pero al final, está sacudiendo la cabeza —No sobre esto, hermana.— Antes de que pueda reaccionar, Lin y James están corriendo a la planta baja.
271
23
—?Los invitados están aquí!— Le grito a James, Ruby, Ember y Lin, apenas abro la puerta. Agarro a mi hermano por la mano y lo traigo. Las chicas van tras él.
—Se dice bienvenidos.— Dice James y me abraza calurosamente. Me atrae hacia sí mismo, y entonces algo en el pasillo le llama la atención.
Levanta la ceja. —?Es eso...?
—?Un corazón gigante de rosas? Sí.— Me acerco a Ember, Lin y Ruby y nos saludamos.
272
—Te ves muy bien, Lydia.— Dice Ember.
Llevo un vestido verde de algodón, cortado para que mi vientre, que ya no creo que sea más grande, quede hermosamente resaltado.
—Yo también lo creo—, comenta Graham a mis espaldas.
Me vuelvo hacia él con una sonrisa. Tomo su mano, nuestros dedos se enganchan.
No puedo describir lo que se siente al poder hacer esto, no importa dónde estemos o quién nos vea. Anoche hablamos de si no sería extra?o que mis amigos, algunos de sus alumnos, nos vieran, pero decidimos no preocuparnos. Graham es mi novio y el padre de mis hijos. Quiero tocarlo cuando y donde quiera. Ahora me dirijo a los demás, los miro a los ojos y sólo veo alegría y sinceridad en ellos. A nadie parece importarle vernos tomados de la mano.
—También te ves muy bien—, digo y admiro sus creaciones.